Bloqueado por tierra, mar y aire, sin moneda ni capacidad tributaria, sin permiso a probar suerte en otro lugar del mundo, sin trabajo, luz, agua, sanidad, ayuda social, sin poder sembrar, exportar ni producir, los malos hombres de este mundo se encuentran en Gaza. Eliminar, arrasar, destruir, borrar, hambrear, dejar sin medicamentos o alimentos a los combatientes de Hamas, solo esa idea en el siglo XXI es algo inverosímil de aceptar, de digerir.