
Las ideas neorreaccionarias, que combinan visiones libertarias y autoritarias de la política, han venido atravesando las galaxias de extrema derecha en un contexto de expansión de nuevas tecnologías que pueden transformar al propio género humano tal como lo conocemos. Elon Musk aparece como expresión de estas formas de tecnoutopismo potencialmente antidemocrático.

Tras el pase del fundador del Pro, Néstor Grindetti, a La Libertad Avanza, el consultor político Artemio López, director de la Consultora Equis, aseguró que hay “una fuga de dirigentes” del Pro a La Libertad Avanza, pero que “decretar fines de ciclo en Argentina, yo no lo recomiendo”.

Varios gobernantes latinoamericanos tratan de emular a Nayib Bukele, o al menos de replicar parte de su estética. Con la inseguridad como una de las principales preocupaciones sociales, acercarse al mandatario salvadoreño, pese a los cuestionamientos por sus derivas autocráticas y a la difícil extrapolación de sus políticas contra las maras, funciona como una muestra de compromiso con la «mano dura» frente al delito.

El suicidio industrial europeo parece encontrar sus límites con la negativa reciente de países, como Hungría y Eslovaquia, a seguir los dictados de Kiev después que cortara el suministro de gas ruso por su territorio. Ahora hay un intenso lobby para que se ofrezca a Rusia volver al mercado europeo de gas si accede a firmar un acuerdo de paz con Ucrania. Por su parte según sus imágenes satelitales, Beijing ha avanzado ya en la construcción de un importante centro nuclear para aumentar sus capacidades de proliferación.

En esta nota se sostiene que la pobreza extrema fomenta la sumisión en lugar de movilizar a las clases más vulnerables. Para explicarlo, desarrolló en su columna la paradoja de Tocqueville, que establece que cuanto mayor la desigualdad, menor el deseo de igualdad. “El deseo de igualdad fue destruido en Argentina durante 10 años y va a costar mucho recomponerlo”. A modo de conjetura un camino de salida de la paradoja de Tocqueville supondría tranformar el sentimiento de "privación absoluta", en "privación relativa" y comenzar a recuperar el deseo de igualdad perdido tras una década de inequidad creciente. Comenzar a recuperar el deseo de igualdad perdido tras una década de inequidad creciente. Exacerbar el conflico social, cuyo primer paso narrativo consiste en nominar a los responsables, sin abstracciones q nadie entiende. Si sufrímos por ellos, nominemos.

Las últimas dos décadas han estado marcadas por una ola global de levantamientos, disturbios y ocupaciones de plazas y zócalos que ya no buscan tomar el control de los aparatos estatales, como en el viejo paradigma revolucionario, sino que se concentran en la insurrección como un arte en sí. Entre cacerolazos y piquetes, barricadas y movimientos de plazas, si no empezando ya mucho antes, con el levantamiento armado del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, el 1 de enero de 1994 en Chiapas, hemos sido testigos de una tendencia mundial que definitivamente se aleja del paradigma revolucionario para concentrarse en diversas formas insurreccionales de hacer política en contra o a distancia del Estado.

La deuda total asciende a 476.686 millones de dólares y representa casi un PIB completo. El pedido al FMI son USD 11.000 millones para salir del cepo, pero tenedores de deuda necesitan dólares y presionan por más. El FMI pide devaluar entre un 20% y 30%. ¿Por qué el FMI prestaría 11.000 millones más?

En el pasado siglo XX el horror que llevó a cabo el régimen totalitario nazi interpeló a los intelectuales de todo el mundo y los instó a reflexionar sobre el problema del mal. Hannah Arendt no fue la excepción, pues el problema del mal es un tema que, de manera transversal, recorre la totalidad de su obra. Con el advenimiento de los totalitarismos del siglo XX, las categorías con las que se lo pensaba quedaron obsoletas y fueron incapaces de brindar un marco de análisis acorde con la magnitud de los acontecimientos. Esta situación generó la necesidad de la creación de nuevas categorías de análisis y promovió el abordaje desde diferentes perspectivas teóricas. El mal radical es un concepto que remite, en el pensamiento arendtiano, al intento, por parte de los regímenes totalitarios, de eliminar todo rasgo humano de los individuos. Bajo dicho régimen se anula toda capacidad del individuo de ser espontáneo reduciéndose su obrar a la mera reacción ante diferentes estímulos. El mal radical convierte en superfluos a los seres humanos, los vuelve prescindibles, intercambiables, desechables. Este tipo de mal deviene en una categoría incomprensible en tanto es irreductible a motivaciones claras que lo expliquen.

Deepseek es comparable como el momento en el que la Unión Soviética, en plena Guerra Fría, puso en órbita el satélite Sputnik, según Marc Andreessen, cofundador de la empresa Netscape Communications Corporation y coautor de Mosaic, uno de los primeros navegadores web con interfaz gráfica.

La mayoría de los lectores ya conocerán la noticia. DeepSeek, una empresa china de inteligencia artificial, lanzó un modelo de inteligencia artificial llamado R1 que es comparable en capacidad a los mejores modelos de empresas como OpenAI, Anthropic y Meta, pero fue entrenado a un costo radicalmente menor y utilizando chips GPU menos avanzados. DeepSeek también hizo públicos suficientes detalles del modelo para que otros puedan ejecutarlo en sus propias computadoras sin costo alguno.

Se está configurando un país más dependiente y a la vez integrado a cadenas de valor del mercado mundial, mientras se desintegran los distintos eslabones del sector productivo y distributivo argentino.

A la derecha le encanta insistir en que los miembros del partido de Adolf Hitler eran socialistas. Pero las verdaderas políticas económicas del nazismo defendían principios hipercapitalistas arraigados en ideas darwinistas sociales sobre el valor de la vida humana. No eran socialistas en absoluto. Para Hitler, estaban conectadas sus opiniones políticas y económicas, tal como hoy podemos ver los peligros del liberalismo económico en Elon Musk y sus exégetas.

Desde el 21 de diciembre de 2024, en el marco de la conmemoración de los 35 años de la última invasión militar de Estados Unidos contra Panamá (20/12/1989), el presidente norteamericano Donald Trump, antes de haber asumido su cargo, comenzó una serie de declaraciones reiteradas en las que amenaza con apoderarse por la fuerza del Canal de Panamá. Los argumentos utilizados por Trump para justificar estas pretensiones contra Panamá son variados, pero todos falsos, y van desde la queja de que supuestamente se estarían cobrando tarifas altas a los barcos de Estado Unidos que atraviesan el canal, hasta que el canal está controlado por los chinos.

Relevado en el mes de diciembre, el perfil opositor de Cristina Kirchner es cada vez más nítido para la opinión pública, y creció a ritmo mensual en el último semestre del año 2024. Salvo que el gobernador Axel Kicillof cambie su estrategia y salga a disputar el espacio a su mentora, Cristina Kirchner seguirá confrontando con el gobierno nacional cada vez con más intensidad narrativa y posicionándose como principal opositora. Era previsible.

Saludamos a Donald Trump, que ha jurado como nuevo presidente de la Argentina.
Nos parece que no hemos comprendido la naturaleza de la relación con Estados Unidos que nos propone LLA.

La historia de Jaldía Abubakra (Gaza, 1967) es la historia de los ocho millones de palestinos que hay en todo el mundo. Nació en una familia que en 1948 fue expulsada de las tierras del sur de Palestina. Se refugiaron en Gaza, luego se fueron a Egipto y desde allí a donde viven actualmente, Madrid. Abubakra es la fundadora del movimiento Alkarama feminista y anticolonialista, también del movimiento Masar Badil (Ruta Revolucionaria Alternativa). De izquierdas y laicos, se trata de movimientos que trabajan para unir a los palestinos de la diáspora. Abubakara estuvo recientemente en Euskal Herria, de la mano de la Casa de Mujeres de Zumaia, es en este marco que se dio esta conversación. Días después de la entrevista, soldados israelíes mataban a dos de sus sobrinas y dos de sus tías que vivían en Gaza, además, hirieron a su hermana y a otra sobrina.

Desde el 21 de diciembre de 2024, en el marco de la conmemoración de los 35 años de la última invasión militar de Estados Unidos contra Panamá (20/12/1989), el presidente norteamericano Donald Trump, antes de haber asumido su cargo, comenzó una serie de declaraciones reiteradas en las que amenaza con apoderarse por la fuerza del Canal de Panamá.

Los niños y los jóvenes se convirtieron en un apetecible nicho económico para todas las empresas, en este caso estamos viendo cómo fueron seducidos y encantados bajo el sueño del dinero fácil. Se trata hoy del neoliberalismo extremo interviniendo temprana-mente en la construcción de una subjetividad desdichada.

Cada enero, el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) se reúne en la lujosa estación de esquí de Davos, Suiza. Este año, como es habitual, asistieron unas 3000 personas de más de 130 países para debatir los problemas, los desafíos y el futuro del capitalismo. Estuvieron presentes unos 350 líderes gubernamentales, incluidos 60 jefes de estado y de gobierno, de todas las regiones clave (excepto Rusia, China e India), junto con muchos directores ejecutivos y oligarcas de las multinacionales, la mayoría de ellos llegando en sus aviones privados. El cotillón agregado es, como el año anterior, la presencia de nuestro liberfacho. Se trata de un esparcimiento adicional esperado y necesario, en jornadas muy tensionadas por la decisión de Trump de frenar el declive hegemónico estadounidense. Pila de discursos donde, salvo a nuestro delirante, a casi todos y todas, les encanta citar a Keynes.

Nos lo preguntamos anteriormente en estas columnas: ¿Acaso las peores condiciones socioeconómicas no fueron y son siempre y en todo lugar el motor de las protestas? Lo analizamos entonces, sin pretensión de totalidad, tomando dos indicadores duros, como marco de análisis, la denominada "Paradoja de Tocqueville".
En este contexto proponemos una relectura de la ya clásica advertencia de Cristina Kirchner: "No vienen por mi viene por sus derechos", la que traducimos hoy también en vienen por sus deseos.