Categoría Ensayo

No tengo la obligación de ser optimista

La conferencia llevaba un rato largo y el auditorio seguía ávido de respuestas. En la sala principal del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba) se codeaban directivos y periodistas del Grupo Clarín, consultores, el gobernador de una provincia minera, economistas y jóvenes que habían llegado hasta el complejo de la avenida Figueroa Alcorta atraídos por la fama del autor de “El mago del Kremlin”. Entonces, el periodista y psicoanalista Diego Sehinkman -uno de los mejores entrevistadores de la TV actual- encontró la pregunta que mejor sintetizaba la escena: “En este lugar hay muchas personas que no aman ni odian, que se identifican con el centro (entendido en términos políticos) y que son moderados, ¿qué les diría?” La respuesta, que hizo reír, tuvo la combinación justa de humor y laconismo: “Lo siento”.

Lecciones para el capitalismo del siglo XXI

Tras las huellas de El capital de Marx: debates sobre la economía política marxista y lecciones para el capitalismo del siglo XXI es un nuevo e importante libro de dos reconocidos economistas marxistas de Turquía. Ahmet Tonak y Sungur Savran reúnen una serie de trabajos escritos por ellos durante los últimos 40 años que "siguen" el desarrollo y la relevancia del análisis de Marx del modo de producción capitalista hasta la actualidad. Sungur Savran enseña en la Universidad Okan de Estambul y E Ahmet Tonak es investigador afiliado en el Smith College y enseña en la Universidad de Massachusetts en Amherst.

El espasmo convertido en ley

El libro Doppelganger de Naomi Klein es una herramienta hermenéutica extraordinaria para hallar respuestas al vértigo general mediante el cual nuestra cultura de la duplicación ha transformado las sociedades. En particular algunas regiones, como La Argentina actual, convertidas en un inframundo habitado por dobles-sombra que sostienen a las regiones más ricas del planeta.

¿Sería la peor crisis de la historia con el agravante de que ni siquiera lo podrá manejar el peronismo?

La fijación con la figura de Milei solapa un fenómeno que lo trasciende y —por ahora— lo contiene. ¿Quiénes forman parte de su entorno? ¿Cómo y con quiénes construyó su poder? “El arca de Milei” (Ediciones Futurock) es una hoja de ruta para comprender la trama de intelectuales, influencers, políticos reciclados, outsiders e insurrectos marginales que se reunieron a su alrededor y comprender un mapa del presente. Este fragmento retoma el papel del cineasta Santiago Oría, el backstage de la película de Milei y su primer acercamiento con Lilia Lemoine.

Memorias sordas

En este artículo Eduardo Rinesi reflexiona acerca de lo que denomina el “fetichismo del presente”, una forma de pensar el tiempo político que vivimos sin tener en cuenta que nunca somos sólo presente sino también historia, memoria y esperanza, y lo que con ellas sepamos hacer colectivamente.

Dios nos guarde de la cordura

Wittgenstein y Heidegger, los dos mayores filósofos del siglo XX, pensaron mucho de lo que pensaron en una cabaña elemental, emboscados y apartados todo lo posible de los grandes centros universitarios en los que se hallaban a disgusto. Buscanan un desvío por fuera del mandato social que conmina a quienes trabajan con ideas y palabras a juzgar en continuación, a tomar parte en cada conflicto, a reaccionar de inmediato y opinar sin vacilar sobre todo lo que sucede.

¿Cuándo sucederá?

Los ataques a hombres judíos fueron un arma potente para los nazis. Como muchos alemanes no tenían ningún contacto con el pueblo judío, era fácil pintar un panorama sombrío de ellos. La incesante advertencia de que los hombres judíos eran una amenaza para las mujeres no judías o “arias” despertó la hostilidad de los hombres alemanes hacia los judíos, al tiempo que apelaban a su masculinidad. Reforzó tanto el patriarcado como la misoginia, ya que implicaba que las mujeres alemanas eran débiles y fácilmente seducidas por hombres judíos lascivos y excesivamente sexuales. Los nazis emularon la mentalidad que provocó el linchamiento de hombres negros en los Estados Unidos Jim Crow. Como aconsejaba Der Stürmer a sus lectores: “Así es como actúan los hombres con conciencia racial en Estados Unidos: linchan a cualquier negro que intente siquiera profanar a una chica de raza blanca”.

Vivir no es preciso, vivir no alcanza. Se necesita un propósito

Se calla pudiendo decir algo que se decide no decir. Se calla por amor, por discreción, por temor, por asentimiento. Se elige callar. Enmudecimientos no se deciden, suceden. Se enmudece por mucho dolor, por mucha soledad, por mucha información, por mucha emoción. No se trata del adjetivo de la cantidad, sino del adjetivo de la intensidad. Dolores excesivos inmovilizan y endurecen. Vidas advertidas y protegidas, callan. Vidas anonadadas enmudecen ante la impudicia de la muerte y el hambre.

Esto lo cambia todo, hay que evitar la catástrofe

John Bellamy Foster es editor de Monthly Review y profesor emérito de sociología en la Universidad de Oregon. Arman Spéth es estudiante de doctorado en el Bard College de Berlín y estudia el desarrollo del capitalismo en el Kazajstán postsoviético. También fue editor de Widerspruch hasta finales de abril de 2024 . Esta entrevista es una versión revisada y ampliada de la entrevista publicada por primera vez en la primavera de 2024 en la revista Widerspruch, Beiträge zu sozialistischer Politik ( Contradicción: Contribuciones a la política socialista ), Zurich, Suiza.

Una espera paciente que conduce a la muerte

Muchas nociones se han propuesto, en los últimos meses, para tratar de entender lo que nos sucede: se nombraron cosas como “crueldad”, “sadismo”, “perversión”, etcétera. No nos conforma esa cierta psicologización de la política, y entonces, paradójicamente, para corrernos de ella vamos a proponer un término psicoanalítico: lo siniestro. Estamos aquí, entonces, para hablar, como podamos, de lo siniestro. Y de su amenaza. Que hayamos elegido este momento, esta época, para hablar de eso, cada quien lo interpretará como quiera.  El verbo “querer”, asociado a lo siniestro, invoca sin duda un deseo, más la advertencia de cuidarse de su satisfacción.

Nada es lo que parece

En general, pero particularmente tras las crisis recurrentes que vivimos en nuestro país –y hoy nos encaminamos hacia otra superior–, habrá “candidatos puestos”, encuestas que los sostengan, asesores que dibujen una, dos, mil muecas de ocasión, pautas publicitarias y el tradicional coro de ortivas que exalten las virtudes del elegido, sin embargo, "si quieres ver sonreír a Dios, cuéntale tus planes" ...

Cómo navegar con la crisis del capitalismo como horizonte temporal de larga duración

Coacción muda, el libro de Søren Mau recientemente publicado en castellano, es una lectura clave para el debate político-estratégico y brinda herramientas para repensar la relación entre crisis, acumulación, reforma y revolución bajo nuevas coordenadas. Es habitual que escuchemos hablar del «poder económico» en las discusiones políticas latinoamericanas. Generalmente, la expresión se refiere a un poder «ejercido por los ricos», al poder del capital más concentrado para influir en los medios de comunicación, la opinión pública e incluso la dinámica de los mercados. Esta personalización del poder económico da la impresión de que omite el carácter estructural, sordo, de la dominación del capital. Una dominación abstracta y anónima que no se reduce al poder inmediato de la clase dominante. Una clase de poder que no siempre es ejercido por personas. El capital es, después de todo, una férula social abstracta que se impone a gobiernos y actores sociales (incluidas las clases dominantes), que secuestra la dimensión política de lo social y que constriñe las posibilidades históricas de la acción colectiva.

El color es el negro, el material es el cuero, la seducción es la belleza, la justificación es la sinceridad, la meta es el éxtasis, la fantasía es la muerte.

Es clave observar la predilección de los dirigentes fascistas por las metáforas sexuales. Como Nietzsche y Wagner, Hitler consideraba el mando como un dominio sexual de las masas femeninas, como violación. (La expresión de las muchedumbres en El triunfo de la Voluntad es de éxtasis; el líder provoca un orgasmo a las masas.) Los movimientos izquierdistas han tendido a ser unisex y asexuales en sus imágenes. Los movimientos de derecha, por muy puritanas y represivas que sean las realidades que introducen, tienen una superficie erótica. Ciertamente el nazismo es más sexy que el comunismo (lo que no va en crédito de los nazis sino que, antes bien, muestra algo de la naturaleza y los límites de la imaginación sexual).

Es algo frágil esta vida que llevamos

Settela Steinbach y su rostro que fue registrado hace exactamente 80 años, el 19 de mayo de 1944, desde una abertura del tren que la conducirá a Auschwitz. Toda sociedad debe lidiar con el asedio de algo inmemorial, con una violencia suspendida cuyo desencadenamiento cada generación tendrá la tarea de impedir o al menos de nombrar.