
Pakistán tiene elecciones generales hoy. Decidirá sobre el próximo gobierno de la quinta nación más poblada del mundo y los gobiernos de sus cuatro provincias: Punjab, Singh, Baluchistán y Khyber Pakhtunkhwa. Alrededor de 128 millones de personas pueden votar para elegir a 266 representantes que formarán el 16º parlamento en un sistema de mayoría simple. También votarán para elegir las legislaturas de las cuatro provincias del país.

En este planeta donde los países centrales crecerán a una penitente tasa del 1.6% y el comercio se deshilacha a una velocidad inimaginable, de manera tal que todos los países se vuelven proteccionistas, Argentina se abre al mundo liberando importaciones para beneplácito de los poderosos, mientras los yemeníes se ponen el cetro de potencia bélica, inadmisibles representaciones ambas. Emociona a propios y extraños.

Qué hay más estadounidense que el principio de que la mayoría gobierna, es decir, que el 50,1% se impone cuando se toman decisiones que nos afectan a todos. La mayoría gana y la minoría tiene que aceptar, aunque sea a regañadientes, la decisión de la mayoría. Así es como se toman las decisiones en este país. ¿No es así? No necesariamente. En nuestro país una minoría que coopta en particular el aparato represivo judicial de estado, vigila la constitucionalidad de las leyes en atención a la defensa de los intereses corporativos que los atraviesan y constituyen. Tan solo un ejemplo, hay cientos más.

Lenin es un referente fundamental y siempre vigente para la revolución latinoamericana. Pero no porque América Latina sea parecida a la Rusia de inicios de siglo o porque el pensamiento leninista sea infalible. Lenin es referencia actual porque su trayectoria muestra la potencia de pensar la política sin las garantías de la filosofía de la historia y saltar las estrecheces elitistas de la pura teoría. Pensarla como herramienta de la "práxis" de mayorías populares.

Alrededor de 70 países celebraran elecciones en 2024, entre ellos Estados Unidos y Rusia que llevarán a cabo comicios presidenciales. En África, un tercio de Estados soberanos también irá a las urnas para elecciones presidenciales, legislativas o locales, tras un año marcado por varios golpes de Estado. Mientras que en Latinoamérica, El Salvador, México, Panamá, República Dominicana, Uruguay y Venezuela escogerán presidente. Toca hoy a El Salvador donde de acuerdo con el Tribunal Supremo Electoral, al menos 6.214.399 personas están facultadas para votar en el país y el exterior. Un país dolarizado en 2001, empobrecido y atravesado por la violencia narco y que encontró en Nayib Bukele una alternativa que supo leer los límites de la democracia formal y utilizarlos en su favor.

Cada vez que un caso de violencia criminal sacude a algún país de América Latina salta una voz en las calles, en las tribunas políticas o en las redes sociales: "¡Aquí lo que se necesita es un Bukele!". ¿Subsistirá el "efecto Bukele" en un mar de pobreza y marginalidad continental creciente? Veremos. En prinipio el domingo va a elecciones y en épocas de creciente fragmentación de las representaciones políticas y electorales, el individuo arrasa.

En el Congreso de EE.UU., Mark Zuckerberg y otros poderosos empresarios tecnológicos debieron pedir perdón a las familias de las víctimas de sus plataformas. Algunos jóvenes se quitaron la vida por acosos online y uno de cada cuatro recibe propuestas indecentes.

La proliferación del narcotráfico en Ecuador es una manifestación agresiva de la degradación del capitalismo neoliberal cuyo principal responsable es la propia élite ecuatoriana. Pero, para sorpresa de nadie, la «guerra contra el narco» encubre un conjunto de medidas regresivas para los sectores populares.

Con sólo 42 años y más de 80% de apoyo en los sondeos, Nayib Bukele buscará este domingo 4 de febrero su reelección por otros cinco años como presidente de El Salvador, sin que las dos grandes coaliciones políticas opositoras, la derechista Arena y el izquierdista FMLN, aparezcan en condiciones de revertir un proceso político que neutralizó la violencia criminal, en un país aún empobrecido.

He estado considerando por qué en 2023 la economía estadounidense creció un 2,5% en producto interno bruto (PIB) en términos reales (es decir, después de deducir la tasa de inflación oficial). Esta tasa de crecimiento no fue prevista por el consenso a principios de 2023; de hecho, la mayoría pronosticó que era más probable una caída, es decir, una contracción de la producción nacional, incluyéndome a mí.

El Sur Global tendría que buscar colocarse entre Estados Unidos y China y extraer recursos de ambos lados. Tener a cualquiera de los dos como parte del liderazgo sería una contradicción, mientras que coquetear con los dos es uno de los mayores retos hasta que surja un liderazgo autóctono. Actualmente, el Sur Global exige un mayor papel en las instituciones internacionales existentes, especialmente el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Consejo de Seguridad de la ONU, así como una mayor igualdad en la división de los recursos internacionales, pero para esto necesita el apoyo de alguno de los dos extremos.

A un ritmo que sólo puede describirse como glacial, el Partido Demócrata parece haberse dado cuenta por fin de que el descenso de la afiliación sindical le ha costado la lealtad de gran parte de la clase trabajadora del país (la clase trabajadora blanca, en particular) y, con ella, un buen número de elecciones.

Recientemente se ha descubierto que la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, es pariente lejana de Antonio Gramsci. Aunque políticamente se ubican en extremos opuestos, Meloni ha emprendido una campaña por el control de las instituciones culturales cuyas razones Gramsci comprendería bien... y nosotros no tanto.

La economía estadounidense creció un 2,5% en 2023 con respecto a 2022, según la primera estimación del PIB real para el cuarto trimestre publicada esta semana. Esto fue recibido con entusiasmo por los principales economistas occidentales: Estados Unidos está impulsando y los "pronosticadores de recesión" han demostrado estar totalmente equivocados. A principios de semana, se anunció que la economía china crecería un 5,2% en 2023. A diferencia de Estados Unidos, esto fue condenado por los principales economistas occidentales como un fracaso total (de todos modos, China probablemente utilizó datos falsos) y demostró que China está en graves problemas. Así pues, China crece al doble de la tasa de Estados Unidos, la economía del G7 con mejor desempeño con diferencia, pero es China la que está "fracasando", mientras que Estados Unidos está "en auge".

La ley de Marx sobre la tendencia a la caída de la tasa de ganancia (LTRPF) sostiene que, con el tiempo, la rentabilidad del capital empleado caerá. Marx consideró que ésta era “la ley más importante de la economía política” porque planteaba una contradicción irreconciliable en el modo de producción capitalista entre la producción de cosas y servicios que la sociedad humana necesita y el beneficio para el capital –y generaría crisis regulares y recurrentes en el mundo.

La Revolución rusa transformó de forma radical la vida de las mujeres. Los primeros decretos del gobierno de los soviets otorgaron la tierra a los campesinos, establecieron el control obrero en la industria y millones de mujeres consiguieron la igualdad ante la ley, el divorcio sin condiciones, el derecho al aborto y el reconocimiento de los hijos nacidos fuera del matrimonio, se despenalizó la homosexualidad y la prostitución. Pocos meses después de la toma del poder, Lenin sostenía que, por primera vez en la historia, se había eliminado de la legislación “todo lo que desconocía los derechos femeninos”. Pero también aseguraba que, en este ámbito “no es la ley lo que importa” , sino la transformación real de las condiciones de vida. Una gran discusión sobre la primacía de las transformaciones materiales por sobre la transformaciones jurídicas, que aún perdura.

La contracara de la pobreza es la inequidad distributiva. Este artículo lo muestra a nivel internacional. En nuestro país aún no sabemos como evolucionó la distribución funcional, el Gini, la brecha de pobreza en el actual tramo inicial de la cuarta ola neoliberal. Cuando lo sepamos, si es que lo sabemos de manera fehaciente, veremos que a los -al menos- 55% de pobreza que se esperan para julio de este año, le corresponderá una caída inédita de la participación del factor trabajo en la distribución que ya había caído 8 puntos entre 2016 y 2023 sumado a una suba notable del desempleo y la informalidad. Una catástrofe distributiva se está desarrollando, la punta del iceberg es el nivel de pobreza, pero se trata de solo un efecto de la estructura distributiva.

Como se verá en este artículo, todo vale para atrasar el gigante asiático en su destino de potencia emergente o, al menos, de un mundo inevitablemente multipolar. La pregunta para el sur global es donde lo encontrará el futuro, si entre los ganadores o como parte de las potencias en repliegue. En el caso de Argentina, el gobierno decidió anotarse del lado de los perdedores sin ningún beneficio a la vista, sólo la estupidez.

Utilizando una perspectiva marxista y el concepto de intercambio desigual, describo aquí la enorme fuga de riqueza que México ha experimentado como proveedor manufacturero del mercado estadounidense. A diferencia de los análisis que entienden a México como una economía atrasada, baja en la escala de producción en comparación con Estados Unidos, mi argumento se basa en la perspectiva del valor-tiempo de trabajo y demuestra que los magros salarios de la clase trabajadora en México no corresponden a atraso productivo, sino a una vasta creación de valor que se drena sistemáticamente a través de mecanismos de intercambio desiguales que ocurren en el comercio. La conversión de México en una plataforma exportadora que abastece a Estados Unidos ha resultado en un enorme robo de tiempo de trabajo socialmente necesario. Como explicó Samir Amin, “los países subdesarrollados lo son porque están superexplotados y no porque estén atrasados”. 1

Ecuador parece un experimento cruel de copiar y pegar . Por un lado, sobre una economía dolarizada se apuesta por políticas de «desregulación fiscal» y prebendas para los más ricos, acentuando las desigualdades de todo tipo. Por otro lado, se opta por la «mano dura» como la única fórmula posible. Un espejo de nuestro país que por ahora, adelanta su reflejo ... apenas un poco.