Hay seguidores – y habrá –

Ricardo Iorio murió hoy. Sus canciones supieron describir, con crudeza y alto vuelo imaginario, las realidades sociales, cotidianas de estos y otros tiempos de Argentina. Con su pluma excepcional, las letras de Ricardo Iorio han sabido retratar paisajes autóctonos, tanto urbanos como rurales, dejando una marca imborrable en la historia del metal argentino. Nunca anduvo cheguevariando por la vida. No fué hipócrita.

Ricardo Iorio se murió hoy. Fue el máximo referente del heavy metal argentino a partir de su liderazgo de bandas centrales como la seminal V8, Hermética y Almafuerte.

Su irrupción en escena se produjo en los primeros años de los `80 cuando luego de ser parte de varias bandas dio forma a V8, junto al cantante Alberto Zamarbide, el guitarrista Osvaldo Civile y el baterista Gustavo Rowek.

Con el respaldo de Pappo, quien por entonces estaba al frente de Riff, la banda logra ser parte del Festival B.A. Rock de 1983, en donde llama la atención por su propuesta metalera ante un público mayormente conformado por caracterizados hippies y una grilla que contemplaba a figuras como Miguel Cantilo, Piero, Raúl Porchetto y León Gieco.

Como impulsor del heavy metal a nivel local, V8 tuvo un público fiel a lo largo de la década, en la que registró tres discos: «Luchando por el metal», «Un paso más en la batalla» y «El fin de los inicios».

Tras la ruptura de V8, Iorio encabezó Hermética, otra banda que haría historia en la escena del rock pesado argentino con discos como «Ácido argentino» y «Víctimas del vaciamiento», en donde se rebelaría como un letrista capaz de reflejar la cruda realidad de la clase trabajadora.

Hacia mediados de los `90, en medio del éxito de la banda, una pelea interna decretó el sorpresivo fin de esta formación, ante lo cual Iorio inició una nueva etapa al frente de Almafuerte.

Con más de 40 años de trayectoria ininterrumpidos, Iorio se desempeñó como bajista, compositor y autor de las principales obras del género. A lo largo de su carrera editó 30 discos, un streaming y numerosas colaboraciones como invitado de artistas destacados. La industria musical lo despreció, su público lo bancó.

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