El mayor trol de X

Elon Musk, el magnate amigo de Javier Gerardo Milei y dueño de la red antisocial X, construye desde el poder de las plataformas una época sombría para la humanidad, donde la solidaridad ha sido reemplazada por el odio. La respuesta social toma tiempo, pero como es evidencia histórica, finalmente llegará.

EL ODIADOR MÁS INFLUYENTE DEL MUNDO

Elon Musk Is Going All In to Elect Donald Trump - The New York Times

2 comentarios

  1. ¿Pero cuando deliraban en el twiter antes de que Musk lo comprara?. ¿Por qué no decían nada?

    Por qué no decían nada cuando le suspendieron la cuenta a un Presidente? O cuando lo acusaron a Trump de invadir el Capitolio? O cuando lo acusaron de ser agente de Putin porque lo filmaron con prostitutas en Moscú y Putin lo tenía agarrado por eso?

    Twiter era una máquina de difamar a Trump haciendo un gran servicio al complejo militar industrial. Pero no sé decía nada antes de que lo comprara Musk.

    ¿Se dan cuenta de que no hay coherencia?

    Solo saltan cuando los delirios no cuajan con los teoremas, axiomas y postulados progres. Pero cuando los delirios sí les son funcionales, entonces no saltan.

  2. Musk es un oligarca de segunda línea. La exposición pública que tiene es en sí misma un indicio de sus contradicciones con los oligarcas de primera línea que no se exponen como él y son mucho más decisivos que él en el deterioro geopolítico y financiero que aqueja a Occidente.

    Sin embargo, el sistema ideológico progre no atina a ver nada de esto.

    Es bastante claro que Musk está en medio de un clivaje dentro de las élites. Y en lugar de prestar atención al proceso que lleva a ese clivaje, el sistema ideológico progre presta atención a factores secundarios.

    Esto que hago no es una crítica a personas sino a sistemas y modalidades de análisis casi inerciales de los cuales las personas se hacen voceros.

    Prácticamente la «crítica a dichos de Musk» se convirtió en un «género periodístico». Esto es revelador.

    El protagonismo y exposición pública de un oligarca debe suscitar interrogantes, no revalidaciones certeras de los axiomas y postulados de sistemas ideológicos, cualesquiera sean.

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