El acuerdo no va más: Metas incumplibles, regresividad distributiva

-EL FONDO MONETARIO Y LOS REVESES DE SUS POLÍTICAS-

 

Dice el Fondo en el Comunicado de Prensa del día de hoy titulado: “El personal técnico del FMI y las autoridades argentinas llegan a un acuerdo a nivel de personal técnico sobre la cuarta revisión en el marco del acuerdo del Servicio Ampliado del Fondo” que “se tomarán medidas tempranas y decididas para abordar de manera sostenible los costos fiscales de la aprobación imprevista de la moratoria de pensiones para asegurar los objetivos fiscales para este año y los próximos”.

Llama la atención y podría ser hasta cómico -si no existieran consecuencias negativas sobre las argentinas y los argentinos- las ideas que a fuerza de extorsión y carentes de razones se imponen en nuestro país a partir del beneplácito dado por el Congreso Argentino.

Es claro que nada de lo que anunciaran el Fondo Monetario Internacional y Alberto Fernández en enero del 2022, con apoyo de Mauricio Macri, quien felicitó al Congreso argentino tras la votación del acuerdo con la Guerra ya iniciada, sucede y sucederá. Dijo el presidente que teníamos la soga al cuello y que se había encontrado un camino ¿Éste es el camino?

Como cuando se lanza una rana en una olla de agua hirviendo, lo lógico es que de inmediato salte e intente escapar, si es que antes no muere. Pero, ¿qué pasa si pones la rana en agua a temperatura ambiente y muy, muy lentamente la vas calentando hasta que comience a hervir? Una creencia popular dice que la rana se quedará tranquila, sin darse cuenta de que el agua se está calentando. Eso mismo sucede en Argentina ¿No será que la morfina para que el pueblo soporte inicialmente el acuerdo es la inflación? Queda claro que el acuerdo es inflacionario.

Tan caros como ineficientes los técnicos del FMI hablan ahora de “una situación imprevista”.

Sería bueno que nos explique Kristalina Georgieva qué entiende el organismo que preside por imprevisto porque a nuestro modesto entender “lo imprevisto” tiene que ver con los tiempos.

Veamos un ejemplo midiendo los tiempos del FMI, para analizar de manera objetiva los resultados de sus definiciones:

El 8 de mayo del 2018 FMI y Mauricio Macri anuncian el inicio de conversaciones ante el evidente fracaso de pagos a Fondos Buitres y la timba financiera en los mercados de capitales comandada por “Toto” Caputo (primo de Nicolás Caputo, “hermano del alma” del entonces presidente).

De aquella fecha al 20 de junio (Día de nuestra bandera) donde se anuncia de manera formal la aprobación por parte del directorio del FMI de un “plan de ayuda” bajo la línea de préstamos Stand By por 50 mil millones de dólares,  una suma extravagante para la propia historia del organismo que representaba más de la mitad de su cartera de préstamos.

73 días pasaron entre el “inicio de las conversaciones” y la concreción del préstamo de 50 MIL MILLONES DE DÓLARES.

Resulta que ahora el mismo organismo que decidió dar el préstamo más grande de su historia en tan corto tiempo habla de una LEY de moratoria “imprevista” de pensiones para asegurar los objetivos fiscales.

Pues bien ¿qué significa “imprevisto” para la titular del Fondo y sus caros técnicos?

El 6 de mayo del 2022 se presenta  en el Senado de la Nación el proyecto legislativo de Anabel Fernández Sagasti y Mariano Recalde, el “Plan de Pago de Deuda Previsional”. Se trata en comisiones el 14 de junio de 2022 y el 30 de junio obtiene media sanción en la cámara alta.

El 28 de febrero de 2023 logramos la aprobación de la ley que beneficiará a 800 mil argentinos y argentinas. Esperemos que el presidente que solicitó el tratamiento del proyecto en extraordinarias, ahora la promulgue.

Desde la presentación del proyecto a su sanción como ley pasan aproximadamente 300 días. Leíste bien 300 DIAS.

O sea, darle a Mauricio Macri ¡50 mil millones de dólares en 73 días! es algo planificado. Pero una ley que beneficia a 800 mil argentinas y argentinos -por un monto bastantes veces menor- que trabajaron y cuya aprobación llevó más de 300 días, es algo imprevisto que requiere, en castellano básico: aplicar un ajuste, según indica el propio Comunicado del organismo.

Si los 73 días que tardaron en aprobar el mayor préstamo del organismo en su historia les parece que no es imprevisto, ¿por qué no viene Georgieva al país a explicarnos a todos los argentinos y argentinas cómo pensaron los caros técnicos cómo sería devuelto? Fácil, no pueden. Nunca les interesó la devolución del préstamo (o que se invirtiera en Gasoductos o Plantas de GNL, en escuelas o en Hospitales, o en los famosos 3000 jardines que prometió el macrismo). Solo querían tomar el comando de la economía del país de la soja, el trigo, el maíz, el litio, de Vaca Muerta y las vacas vivas, el oro, y las grandes reservas de agua.

Que los argentinos y las argentinas voten lo que quieran, pero la economía del país la decide el FMI: eso es lo que deja en claro el Comunicado de hoy. ¿La democracia? Bien, gracias.

Y si los argentinos y las argentinas votan a alguien que se les anime, no se hacen mucho problema. Cuentan con el partido judicial, con los grandes medios de comunicación y con la cobardía de una parte de la dirigencia argentina que genera las condiciones para que la desobediencia al poder real se pague cara. Ya sucedió en Argentina: con el Golpe de “la fusiladora” en el ’55, el exilio de Perón, la proscripción durante 18 años del peronismo, el genocidio de la Dictadura Cívico Militar iniciada el 24 de marzo de 1976. Ahora vuelven a intentar suprimir al peronismo en democracia: atentando contra la vida de la Vicepresidenta, o con una sentencia  de la mafia judicial, dictada por Magnetto y avalada por Rosatti.

Vamos a seguir hablando de este tema -como lo hemos hecho desde el primer día- porque cada revisión servirá para dejar más en claro cuál es el mensaje: vienen por nuestros recursos y por el futuro de nuestra gente.

La historia del Fondo Monetario Internacional siempre es la misma en nuestro país, con deflación -como le pasó a de la Rúa- o con inflación: garantizar la pérdida de soberanía.

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