La farsa

En la foto de Isabel Perón con Victoria Villarruel, Isabelita hace de ella misma, pero Villarruel está allí porque es coherente con su historia: representa a los defensores del terrorismo de Estado y forma parte de un gobierno que aplicó una devaluación similar a la del Rodrigazo.

ISABELITA Y VILLARRUEL 

Isabel Perón presidenta y José López Rega, ministro de Bienestar Social.

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5 comentarios

  1. La estrategia de JDP en el exilio desde 1966 hasta 1973, fue la anulación y neutralización de un gobierno del partido militar, no del partido militar en sí.

    Esa estrategia fue exitosa porque la dictadura que empezó con Onganía y terminó con Lanusse no pudo clncretar

  2. … concretar ninguno de sus planes políticos que le dieran continuidad en el siguiente gobierno.

    Pero sí pudo tener continuidad en parte en la función represiva a través del ministerio de bienestar social que fue un objetivo del partido militar desde Manrique.

    Perón logró neutralizar a la dictadura y sus planes continuistas en lo relativo a reformas políticas pero el partido militar y su poder basado en las relaciones con el establishment angloamericano continuó aunque no se notara.

    Perón advirtió que había que tener mucho cuidado en cómo se gobernaba a partir de 1973 porque si se fracasaba podía volver una dictadura aún peor de la que ya se había padecido con Onganía.

    Cómo era habitual, no se le dio mayor bolilla a ese pronóstico, mientras la juventud creía que la revolución estaba a la vuelta de la esquina, pero lo que estaba a la vuelta de la esquina era un capítulo inédito del horror, tal como Perón había advertido.

  3. Se borró el comentario que continuaba al precedente.

    Decía que la estrategia de Perón anuló al continuismo político y económico que pretendía Lanusse, pero no al continuismo represivo que anidó en el ministerio de bienestar social. Perón solo pudo contener por un tiempo las peores tendencias que, finalmente, afloraron después de su muerte.

    López Rega era solo una pantalla pública de la fuerza represiva del partido militar que perdió el gobierno pero no perdió poder.

  4. Perón era plenamente conciente de eso cuando, cada dos por tres decía a los referentes de la juventud «¿uds. quieren que me pase lo de Allende?». O cuando decía que el gobierno de él debía tener mucho cuidado de no cometer errores porque podía venir una dictadura peor que la de Onganía y Lanusse.

    Lamentablemente no tenía interlocutores que entendieran ese mensaje y esas advertencias.

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