Lo esencial es invisible a los ojos

El fracaso del armado de la alianza de ultraderecha, la performace peronista, el despliegue del aparato territorial y la moderación del ausentismo, la aparición del karinagate … Todos temas que se señalan en estos apuntes post electorales de la elección intermedia bonaerense del año 2025 y su comparación con la elección de medio mandato del año 2021

El rechazo a Milei y la alianza que no fue

Cuadro 1

Comparativa de las elecciones 2025 vs 2021 en el total provincial

Comparativa de las elecciones 2025 vs 2021 por secciones electorales

 

Fuente: Dirección electoral Pcia. de Buenos Aires

Como se observa, fracasó en su «armado» la coalición de ultraderecha que perdió 1,084 millones de votos respecto a la suma (JxC + LLA) de la elección del año 2021. 

El peronismo aumenta los votos del año 2021 (254.000 más), elección de medio término que, recordemos, perdió en Bs.AS y nacionalmente.

Recordemos que la elección del año 2021 marcó un hito en la historia del peronismo, siendo considerada la peor elección del partido en términos de resultados históricos.

Este evento fue resultado de una serie de factores, de manera dominante la economía, incluidas la inflación y bajos ingresos, las divisiones políticas y la percepción pública caótica del partido. La derrota fue significativa, ya que el peronismo había sido una fuerza dominante durante décadas, pero esta elección fue la primera en su historia que perdió a menos de dos años de gestión.

Por otra parte, la participación del año 2025 continuó siendo baja 60,9% – en especial en los sectores vulnerables que fue del 58% promedio- y se agregaron adicionalmente otras formas de rechazo como los 160.492 votos en blanco agregados respecto al año 2021. La problemática de resolución de la «falta de representación», sigue abierta.

Se observó un aumento del ausentismo aún respecto al año 2021, cuando la participación ascendió a 70,22%, momento en que, recordemos, comenzó el ascenso de la no concurrencia: entonces 4,1 millones de votantes del FDT del año 2019, no concurrieron a votar ante la insatisfacción con la marcha de la política socioeconómica del gobierno que encabezara Alberto Fernández, ya autonomizado de los señalamientos de Cristina Fernández de Kirchner que le propuso en reiteradas ocasiones, corregir la política económica.

Se dio en el año 2021 la paradoja de que un gobierno que formalmente se decía «peronista» mantuvo la misma estructura distributiva que el anterior gobierno neoliberal del Mauricio Macri, profundizando la inequidad, pobreza, caída salarial y de las jubilaciones y pensiones.

Al respecto en su informe de coyuntura, N°38 de Cifra CTA, se señalaba:

“Uno de los hechos más notables de esta recuperación (del año 2021) fue la debilidad que encontró el proceso de recuperación de los salarios reales a pesar de la reducción del desempleo. La caída del salario promedio anual de los trabajadores registrados en el sector privado fue del 2,3% en 2021, en tanto que la de los no registrados fue del 7,1%. La perspectiva es negativa si se tiene en cuenta la aceleración del proceso de inflación en febrero y marzo de 2022 (4,7% y 6,7%, respectivamente). Bajo esas circunstancias, se acentúa la tendencia regresiva en términos de la distribución del ingreso que se inició en 2018. La caída en la participación de los asalariados en el ingreso fue del 48,0% al 43,1% entre 2020 y 2021, cuando en 2017 era de 51,8%. A la inversa, el excedente apropiado por los empresarios subió del 50,5% al 54,3% del PBI entre 2020 y 2021, cuando en 2017 era del 46,4%. Esto explica que la reactivación económica haya estado empujada por la inversión y, en menor medida, las exportaciones, mientras que el peso del consumo privado se desplomó a un nivel más bajo que el de la gran crisis de 2002 (61,8%)”.

En el año 2025 entonces, aunque el efecto de ausencia por desencanto se amortiguó (no se resolvió) respecto a la saga de elecciones distritales anteriores – donde el ausentismo promedió el 45%- lo hizo por el despliegue territorial de los intendentes, despliegue que veremos si se repite en octubre, cuando la suerte de los municipios ya fue resuelta el 7 de setiembre.

Dada la eficacia electoral probada de la distribución del ingreso, tras la pobre performance del Juntos por el Cambio y el FDT, se construyeron las bases estructurales para que se afianzara electoralmente una alternativa novedosa a las dos grandes coaliciones surgidas tras la crisis del año 2001.

Sobre este terreno estructural de desencanto y crisis social extendida, tiene su despliege electoral original LLA y Javier Milei irrumpe exitosamente en el escenario político hasta que en octubre del año 2023 logra ingresar segundo al ballotage y, con el aporte notable del electorado de Juntos por el Cambio, gana la presidencia, en noviembre de ese mismo año.

Obviamente no descartamos otras sobredeterminaciones para la aparición exitosa de La Libertad Avanza, pero sin esta base estructural de penuria socioeconómica, su despliegue no hubiera sido tan extendido.

Como se ve en los mapas desagregados los municipios por salarios formales de agosto del año 2023, el voto original a LLA en la PASO, muestra que su electorado de base estaba compuesto por segmentos medios y medios bajos, incluso votantes que acompañaron en 2019 al FDT, y antes al FPV, donde el impacto de una década de caída de ingresos fue muy profundo.

Cuadro 2

Observado esto y retomando el análisis, tras la reciente derrota de la coalición Libertaria en las elecciones provinciales bonaerenses del año 2025, la discusión se resume en al menos cuatro interrogantes básicos:

1- ¿La coalición de ultraderecha se desarmó – o no logró armarse – por la ausencia del voto original que la incorporó al balotaje del año 2023, poblada de segmentos medios y bajos (ver mapa PASO 2023)?

2- ¿O se diluyó el aporte adicional que le agregó el votante de Mauricio Macri y la impulsó hasta ganar el balotaje?

3- ¿Fue decisivo el despliegue territorial de los intendentes oficialistas?

4- ¿O una combinación de los cuatro factores?

Nota

*La aparición de los audios sobre Karina, disponibles desde el mes de junio, operaron en una proporción cuya magnitud es indefinida al desmembramiento electoral de la coalición de ultraderecha. Así lo plantea Karina Milei en su particular estilo narrativo

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