La determinación económica sigue siendo central

“El único apoyo sólido que hoy tiene el gobierno es del FMI. El titular de la consultora Equis dijo que el 7 pasado hubo un triunfo importante del peronismo, más por la imposibilidad de construcción de la alianza de ultraderecha que por la ganancia de votos propios”.

“El único apoyo que hoy tiene el gobierno es del FMI”

Marcelo Castro

El analista político y director de la consultora Equis, aseguró que el plan económico de Milei “fracasó desde el minuto cero porque ya lo conocemos”, y sostuvo que el único apoyo con que cuenta el gobierno nacional es el FMI. Vaticinó dos próximos años “muy críticos para los sectores populares” con lo que el nivel de conflictividad “irá escalando”.

López analizó el resultado de la elección legislativa de la provincia de Buenos Aires del 7 de septiembre y su proyección en las nacionales de medio término que se desarrollarán el 26 de octubre.

Aunque señaló que el triunfo del peronismo fue importante, lo atribuyó también al estallido de la interna entre los libertarios de Javier Milei y el sector de Mauricio Macri, quien no le aportó los votos de la manera en que lo hizo en 2023. “El Karinagate también pudo haber influido en la derrota”, dijo.

-El domingo 7 el oficialismo libertario sufrió una dura derrota en la elección de la provincia de Buenos Aires. ¿En materia de números qué lectura hace de los mismos, en comparación con la elección de medio término anterior?

-Comparada con la de 2021, en esa elección el peronismo hizo su peor elección histórica de medio mandato. Con respecto a ese año, esta del domingo 7 mejoró su performance en términos electorales en 250 mil votos. O sea que acompañó el crecimiento del padrón y agregó algún voto más, pero es una elección que está siendo comparada con un piso a nivel de prestaciones electorales del peronismo en medio mandato. El ausentismo siguió siendo alto: casi 71 puntos en 2021 y ahora fue del 62 y se debe claramente al despliegue territorial de los intendentes. O sea que la crisis de representación se solucionó en parte, porque lo que sucedió es que hay un aparato de tracción del electorado importante. Creo que lo más importante que ocurrió en la elección es que no se pudo constituir la alianza de ultraderecha.

O sea que, efectivamente, lo que se pensaba que era una sumatoria de lo que había obtenido LLA en 2021 más lo que había obtenido Juntos, constituido como unidad política, no sucedió. Al contrario, de la suma que hubiera surgido en 2021, en realidad se perdieron en la coalición malograda, 1.084.525 votos, con el número que hubiera surgido con la suma obtenida tanto por LLA como Somos. Ahí está la clave de la elección. Le agrego que, además de que el ausentismo siguió siendo importante, los votos en blanco fueron más de 160 mil respecto del 2021.

Esta circunstancia es la que explica claramente la distancia de 14 puntos que obtuvo el peronismo bonaerense, es decir la imposibilidad de armar la alianza de ultraderecha. Y por otra parte, los factores que influyeron para que esa coalición no se armara, son múltiples. Le voy a mencionar cuatro, que me parecen centrales: por la ausencia de parte del voto original que incorporó al balotaje a Javier Milei en 2023, poblada de segmentos medios bajos juveniles, que optaron por esa alternativa frente al fracaso de las dos coaliciones, Juntos por el Cambio y Frente de Todos; el rigor del ajuste hizo que una parte de ese segmento imposible de descifrar no se manifestara en esta elección. Ese es uno de los aportes para que la coalición de ultraderecha no se arme. La segunda, se diluyó el aporte adicional que le agregó el votante de Mauricio Macri que llevó a ganar el balotaje a Milei. El factor que también hay que considerar es que en ese segmento del electorado, que votó a LLA, tuvo un efecto que no podemos precisar la magnitud, la aparición del “Karinagate”.

Eso precipitó el ausentismo dentro de la propia coalición de LLA. Luego, en líneas generales, mostró un plebiscito del peronismo. La provincia no se pintó de violeta pero los problemas de representación siguen estando ahí. El peronismo creció, pero en esa proporción de 250 mil votos respecto de la peor elección de medio término, y si como novedad es que el armado en provincia de Buenos Aires que llevó adelante Sebastián Pareja junto con Karina Milei, fue muy traumática y no logró consolidar la alianza de ultraderecha que esperaban. Un sector importante de Juntos no los votó y creo que también una parte de sus votantes originales, con mucha precariedad socioeconómica, sintió el rigor del ajuste y no lo volvieron a votar.

Creo que ese segmento se quedó en la casa, pero es muy difícil de apreciar porque no hay datos geolocalizados de quienes se ausentaron, aunque sabemos que el ausentismo impacta más en los sectores vulnerables. Por lo tanto eso es lo que observo en líneas generales: un triunfo importante del peronismo, más por la imposibilidad de construcción de la alianza de ultraderecha que por la ganancia de votos propios.

-¿En líneas generales se puede sintetizar que el electorado está más sensible a los episodios de corrupción que a lo que ocurre con la economía?

-¿Ese resultado puede replicarse en los comicios del 26 de octubre?

-Esa es la gran duda, porque los intendentes ya resolvieron su problema territorial. Veremos la capacidad que tienen otras organizaciones territoriales o los mismos intendentes en volver a replicar la movilización que hicieron para esta elección de septiembre. Hay quienes dicen que sí, otros que no. Y la otra es ver cómo evoluciona la crisis al interior de LLA y la recomposición de Juntos por el Cambio. Macri está apartando a todos los que tuvieron cercanía con Milei, aunque ellos tienen un pragmatismo que puede cambiar en cualquier momento. Estaría ahí una disputa que no se está resolviendo, con lo que probablemente pueda no volver a conformarse a nivel nacional la alianza de ultraderecha con un gobierno mucho más golpeado, porque en términos socio-económico esto es un desastre.

Es el peor gobierno desde la recuperación de la democracia: todos los sectores están heridos, la economía cae, el consumo viene cayendo desde hace seis u ocho meses. Estamos en recesión y no hay nada que permita observar que va a mejorar. Hoy, el único sostén que tiene el gobierno para que esto no se desbarranque definitivamente es el apoyo del Fondo Monetario Internacional, porque la suerte del Fondo también está atada a la suerte del gobierno nacional porque los créditos que le han otorgado, y sobre todo el último tramo, es un crédito político. Cuando Milei dice que no va a apartarse del rumbo es porque no puede, porque es el rumbo que le fijó el FMI que es su único sostén.

No puede dinamitar su único apoyo financiero. Al mismo tiempo hay una muy fuerte polémica al interior del bloque en el poder, no solo entre los locales y los internacionales sino a nivel de los bancos que están en una situación de crítica hacia la política económica con el tema de los encajes; el sector agropecuario que está en una situación crítica por el dólar planchado sus exportaciones no logran compensar los aumentos de los insumos en dólares que utiliza, porque la inflación en pesos es otro capítulo. Puede haberse reducido pero no la inflación en dólares que es récord mundial, y eso impacta en todas los sectores vinculados a la exportación, sobre todo en los insumos. Es un gobierno que tiene todos los frentes abiertos, salvo con el de servicios.

-Los gobernadores que tenía como aliados, ahora parecen ser bastante reticentes. Y en este escenario está la figura de Victoria Villarruel que, entre las sombras, juega su papel. ¿Cómo la ve a ella y que nivel de aceptación tiene?

-No tiene ninguna perspectiva política, porque en Argentina los grupos de poder económicos, sobre todo los foráneos, como los Fondos de Inversión que tallan fuerte en la economía al igual que el FMI, no tienen interés en reflotar figuras que reivindiquen el genocidio. Conozco a los integrantes del gobierno de Milei que provienen de bancos como el HSBC o el JP Morgan, y ellos consideran que la dictadura no se podía reivindicar. Entraban al FMI escuchando a Silvio Rodríguez. Ese tipo de conflicto en Argentina quedó muy atrás. Acá lo que hay es especulación financiera, extracción de recursos naturales, y una posición geopolítica de la región clave, porque es difícil encontrar un gobierno más genuflexo a la política exterior norteamericana que en un momento de disputa hegemónica, como el de Javier Milei. Esos son los soportes reales: el FMI y su posición geopolítica en una región que está en disputa, en un momento internacional muy particular donde la disputa entre grandes economías, la china y estadounidense, en principio está muy a la orden del día. Si ello no existiese, este gobierno hubiera volado por el aire mucho antes. No están, por lo menos explícitamente, retirándole el apoyo. Vamos a ver cómo evoluciona esto porque hacer muchas predicciones, sólo los economistas predicen y fallan mucho.

-Usted dijo hace pocos días que este modelo de Milei ya está fracasado, lo que traza un panorama muy sombrío de acá a los dos años de gestión que tiene por delante. ¿Se puede visualizar algo intermedio?

-Este modelo está fracasado desde el minuto cero, porque ya lo conocemos Es un modelo restrictivo en cuanto a calidad de vida de la población, endeudamiento feroz, no es ninguna novedad. Creo que van a ser dos años, si es que –ojalá- el período se cumple constitucionalmente, muy críticos para los sectores populares y vulnerables de la sociedad argentina, pero también para el gobierno. Porque la cuestión de la gobernabilidad ha sido duramente castigada con la elección de provincia de Buenos Aires y a partir de ahora la autonomía que van a tomar los bloques vinculados a los gobernadores, y ni hablar de Fuerza Patria, el núcleo kirchnerista más duro que ha estado enfrentado desde siempre. Pero va a tener también un mucho menor músculo parlamentario que ellos imaginaban tener. Y con esta situación social, se le va a hacer muy difícil sostener el rumbo. Va a tener conflictos sistemáticamente y que van a escalar.

-Uno podría pensar que luego de esa derrota electoral el gobierno iba a tomar nota de algo, sin embargo al día siguiente salió a redoblar la apuesta, afirmó que el rumbo es el mismo y ya vetó la ley de financiamiento universitario y la de minoridad. Es decir que el conflicto ¿se va a profundizar?

-No hay ninguna duda. La política la dicta el Fondo y para el FMI Argentina es un negocio que no puede fallar. A pesar del voto bonaerense y de las disputas al interior del poder con críticas desplegadas, incluso, por los medios hegemónicos, el apoyo del organismo gendarme va a persistir en la medida en que el plexo de la política socioeconómica no se aparte un ápice de lo que ellos decidan. Va a venir todo lo que el FMI quiera que se haga y van a ensayar sostenerlo. Cambiar el rumbo supone dinamitar el único apoyo que tiene el gobierno nacional. Todos los gobiernos populares gobernaron por fuera de la tutela del FMI. O sea, Milei no se aparta del rumbo no porque no quiera, sino porque no puede. Para la Argentina, el FMI es el gendarme indiscutido y para el FMI, Argentina es un negocio que no le puede fallar y por ese motivo, además de los audios, o del voto bonaerense, la disputa al interior del bloque e incluso la crítica de los medios amigos, el apoyo persiste. Eso es lo que observo. Haber supuesto un cambio de rumbo con este corsé que ha tendido el FMI sobre la política nacional, es un poco ingenuo.

Elecciones PBA: el rechazo a Milei fue plebiscitario”

A continuación un cuadro comparativo entre las elecciones de 2021 y las últimas y algunas de las observaciones de Artemio López en un borrador facilitado por el consultor sobre los comicios del domingo 7 en la provincia de Buenos Aires.

“Como se observa, fracasó en su «armado» la coalición de ultraderecha que perdió 1,3 millones de votos respecto a la suma (JxC + LLA) de la elección

del año 2021.

“El peronismo aumenta los votos del año 2021 (254.000 más), elección de medio término que, recordemos, perdió ampliamente a nivel nacional.

“La participación del año 2025 continuó siendo baja 60,9% – en especial en los sectores vulnerables que fue del 58% promedio- y se agregaron

adicionalmente otras formas de rechazo como los 160.492 votos en blanco agregados respecto al año 2021. (…)

“Así las cosas se observó un aumento del ausentismo aún respecto al año 2021, cuando ascendió a 70,22%, momento en que, recordemos, comenzó

el ascenso de la no concurrencia”.  (…)

“En el año 2025 entonces, aunque el efecto desencanto se amortiguó (no se resolvió) respecto a la saga de elecciones distritales anteriores – que

promedió el 45%- lo hizo por el despliegue territorial de los intendentes que veremos si se repite en octubre cuando la suerte

de los municipios ya fue resuelta el 7 de setiembre”. (…)

“Observado esto y retomando el análisis, tras la derrota de la coalición Libertaria en Buenos Aires en las elecciones provinciales del año 2025, la discusión se resume cuatro interrogantes básicos:

“1- ¿La coalición de ultraderecha se desarmó – o no logró armarse – por la ausencia del voto original que la incorporó al balotaje del año 2023,

poblada de segmentos medios y bajos (ver mapa PASO 2023)?

“2- ¿O se diluyó el aporte adicional que le agregó el votante de Mauricio Macri y la impulsó hasta ganar el balotaje?

“3- ¿Fue decisivo el despliegue territorial de los intendentes oficialistas?

“4- ¿O una combinación de los cuatro factores?

“Nota: La aparición de los audios sobre Karina, disponibles desde el mes de junio, operaron en una proporción cuya magnitud es indefinida al desmembramiento electoral de la coalición de ultraderecha”.

Un comentario

  1. Este gobierno estará definitivamente fracasado cuando veamos que Sturzenegger reemplace a Caputo y se convierta así en lo que Cavallo fue para De la Rúa : un «gerenciador» del escape financiero final y «maestro de ceremonias» del default.

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