¿Además de fracasar que hemos hecho para corregir esta situación?

Nos quejamos de la lucha infecunda que ha sostenido la CGT y además nos apresuramos a concluir complicidad y mala fe con el gobierno. La complicidad y la mala fe, o en sentido genérico: la corrupción, están destinadas a explicar todo aquello que no hemos comprendido, todo lo que no pudimos hacer. La CGT hizo 3 paros generales, en un año y medio, ¿cuántos debería haber hecho para que volvamos a quererlos?, ¿cuántos paros hacen falta en un año y medio para sentirnos satisfechos?, ¿6 paros?, ¿9 paros?, ¿paros de 72 horas?, ¿paros por tiempo indeterminado? Tenemos la sensación de que la sociedad ya no habla ese lenguaje.

Imágenes peronistas | Perfil

El peronismo como actor político

(Circe y la flor de Loto)

Enrique Meler *

En el escenario político argentino la única actividad política relevante se produce por parte del gobierno.

La parte peronista, retitulada Frente nacional y popular, únicamente aparece cuando oficia de víctima en los miércoles fatídicos cuando los jubilados son apaleados impunemente sin que se produzcan consecuencias jurídicas.

¿Por qué motivo los jubilados debieran estar en una situación más protegida cuando todo el mundo del trabajo, se encuentra en la horca caudina de la insuficiencia salarial crónica y definitiva?

¿Además de fracasar que hemos hecho para corregir esta situación?

Señalamos que esta es una política cruel y brutal, chocolate por la noticia. Una afirmación patética que causa perplejidad entre las víctimas e indiferencia o sorna entre los victimarios. Porque como suele decirse en un abuso de la ironía, la lucha de clases continúa, pero la viene ganando la clase propietaria.

Mientras tanto, los miércoles, con una perenne cadencia, los jubilados son apaleados.

Algo ha cambiado en el orden de la representación, el peronismo no habla con nadie.

Aquí se abre la discusión sobre el poder de ocultamiento de la realidad social por parte de los medios masivos de comunicación. Nos quejamos

amargamente de que los periodistas de derecha no nos defienden, ¡los malditos atizan y fogonean el anti peronismo! ¿Qué deberían hacer?, ¿halagarnos?, ¿defender a nuestros candidatos? Fue Perón quien dijo ser un león herbívoro, ellos nunca se declararon partidarios de tal cambio en la dieta.

Deben ser iluminados por el espíritu santo. Deben apoyarnos, porque la santidad, o por lo menos la beatificación está de nuestra parte. Entonces nuestra tarea será que tomen conciencia, ¡que se den cuenta che!

¿Cómo se ha expresado hasta ahora la ferocidad peronista?

La ferocidad peronista se expresa en la intensa participación dentro de la vida política de la sociedad. Hemos ejecutado a Aramburu y a otros en respuesta a terribles agresiones sufridas. El lenguaje de la violencia generó cierta sordera moral, todas las partes se encuentran aturdidas y son proclives a formas frívolas de pragmatismo. Fue así hasta que la tragedia se enseñoreó sobre nuestras cabezas, el destructor cayó sobres las cabezas de nuestros hijos. Abrazamos la democracia bajo la promesa de que ella iba atenuar la culpa y la barbarie, como una forma imperfecta de justicia, pero el crimen continúa y obliga a todas las partes a alejarse del pacto fundacional. Aquel pacto que sentimos vivo en el 83 y hoy nos parece un fundamento metafísico, una idealidad discutida por nuestra condición salvaje y la ironía, la sorna y el sarcasmo, no son sino expresiones de nuestras dudas y de nuestras debilidades, de cierta sensación de intemperie, frente a un derecho que se inclina cada vez más hacia una sola de las partes.

La ferocidad peronista no exige un derecho equitativo. La ferocidad peronista requiere un derecho que proteja al pueblo.

Sin embargo, aún en el inicio no pudimos o no quisimos quitarle los dientes al tigre. Ese pecado tiene su penitencia.
Seguimos pidiendo que no sean crueles con nosotros porque nosotros no lo hemos sido con ellos y debiera haber justicia en el mundo, ¿por qué debiera haber justicia en el mundo? ¿Es lo que vemos que ocurre?

La clave no se encuentra en la injusticia que crece por doquier, la clave se encuentra en que pedimos, rogamos por la justicia. Rogamos al tigre.
¿Qué hizo el peronismo cuando creía en el tigre?

Los compañeros tuvieron un episodio histórico en el cual recurrieron a las armas. Anteriormente la población civil había sido bombardeada por la aviación de la marina de guerra, sin ninguna consecuencia para los sediciosos. Este episodio generó una suerte de neurosis social, no obstante, antes y después del episodio setentista, habíamos enfrentado al tigre con igual ferocidad. Los compañeros no hacían huelga, los compañeros intervenían las fábricas, se quedaban dentro, semanas, meses. Lo que produjera un daño económico mucho mayor a la exigencia salarial requerida.
Nadie, ni los cobardes, suponían que había algún otro camino que la fuerza para arrancar derechos al privilegio.

Vivimos en un país en el cual la oligarquía ganadera se apoderó de la totalidad del territorio y lo repartió entre 1000 familias, entonces se declaró fundadora de la patria y representante de la sociedad decente quien generosamente cedería cierto lugar preestablecido para los esclavos venidos de allende los mares.

Esto no es muy original, ni demasiado reprobable. En el origen de todos los estados nación se esconde un crimen. La justicia no es sentido final de la historia, pero la lucha por la supervivencia sí que lo es.

La batalla de este tiempo puede definirse mediante dos lemas antagónicos: Ustedes afuera, contra: sin nosotros no.

Describimos una batalla territorial, el símbolo de la derrota es entonces el haber quedado acorralados dentro de la provincia de Buenos Aires.
Hay una nueva relación entre las ideas y la trama social. En este tiempo no se trata de pensar ni de hacer, domina el pragmatismo. El pragmatismo aparece como la consecuencia del desamparo de las ideologías, cada decisión cada acto genera su propia comprensión de la totalidad carece de memoria, de cualquier decisión o acción, anterior o ulterior. Esto tiene dos consecuencias: a saber: que la experiencia colectiva queda fuera de la acción política y que la sociedad se encuentra atomizada, es decir sobre las espaldas de un hombre que se encuentra aislado y adormecido por fantasmas virtuales. En realidad, dos formas de lo mismo. Todo sucede porque en el pragmatismo la verdad depende de sus consecuencias.

El piquete se convirtió durante muchos años en una forma efectiva de resistencia, cuestionaba las comunicaciones, el espacio común, el desacuerdo se hacía visible porque los compañeros se negaron a compartir el espacio común. Esto denunciaba la ruptura del pacto, mucho más que la muerte. A causa de eso se lo combate salvajemente todavía. Se trata de la lógica del 17 de octubre: ocupar el lugar, es el perfil de lucha argentino ¿Qué aprendimos? No se trata de hacer una huelga para determinar la conciencia de la sociedad nacional, sino de afirmar dentro de esa sociedad los intereses de clase. No se trata de intereses equivalentes.

No podemos afirmar que el peronismo nacional resulte esencialmente reaccionario como señala una y otra vez la izquierda marxista. Eso se apoya en su lógica ambición de conducir los destinos nacionales. Tampoco queremos discutir esta cuestión aqui, lo que nos obsesiona es el cambio en la forma de representación que ha promovido el peronismo nacional en su última versión influido por la razón populista del profesor Ernesto Laclau.

El cambio en la forma de representación es un episodio internacional que excede con mucho la propuesta teórica de Ernesto Laclau y tiene raíces en la revolución virtual que ha cambiado la organización del mundo del trabajo. La revolución virtual le ha dado existencia a formas de producción independientes de lo material. Una verdad de Perogrullo, lo cual no quiere decir que tengamos en claro, cual es el diseño de esas nuevas formas de producción, las hemos adoptado y hemos sufrido las consecuencias dentro del universo social, nos hemos adaptado a sus consecuencias completamente dominados por el vértigo de las circunstancias, pero, repito: sin entender claramente cuales han sido los mecanismos de diseño de esas formas de producción, mucho que pensar y muy poca gente con capacidad para hacerlo correctamente.

El desmedro de las ideologías y el desamparo de las naciones han sido dos de las consecuencias inmediatas que hemos podido detectar en tan corto plazo.

¿Acaso la realidad virtual oficia como una nueva materialidad? Es difícil de responder esta pregunta. No es lo mismo y el alcance de la significación tiene una carga de imaginación que avasalla las verdades alcanzadas por la actividad virtual; nos hace sospechar de ellas y acecha ante nosotros la sombra del espejismo.

Tal vez podamos decir que dentro del lenguaje virtual el símbolo produce derecho. Por eso hablamos de post verdad.

¿Desde el punto de vista de la lucha, cuanto podemos determinar, cuánto podremos influir por parte de la voluntad colectiva en la representación de un espejismo? Nos vemos en la obligación de ir más allá, no de restaurar realidades ya ensoñadas que vivimos en el pasado reciente.

Nadie como Gramsci para acompañarnos en esta caminata.

¿A quién le habla la derecha? ¿Esa gente que no sabemos bien quien es, pero, denuncia que hemos traicionado los intereses populares? No hablan con personas, reales o imaginarias, hablan con lo que deseamos alcanzar. Entonces ante el requerimiento del poder, decimos representar lo que no representamos, ellos no nos conocen, pero han encontrado el lugar de nuestro anhelo.

En esta circunstancia debemos recordar la escena de Circe y la flor de loto. Circe nos sumerge en un mundo de ensueño, pero nosotros deseamos y debemos regresar hasta Ítaca, porque en el hogar hay quien nos está esperando.

*Dr. En Filosofía UBA

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