Cambalache: En Alemania también…

El pasado lunes la diputada de La Izquierda en el Bundestag Sahra Wagenknecht anunció en rueda de prensa en Berlín que abandonaba el partido y fundaría otro nuevo en enero, poniendo fin a meses de fuertes tensiones internas, rumores e incertidumbre. Con su marcha y la de otros nueve diputados, La Izquierda perderá el grupo parlamentario en el Bundestag y afrontará una nueva y complicada fase. El partido escindido, que por ahora lleva el nombre de Alianza Sahra Wagenknecht, podría obtener hasta un 12% de los votos en las próximas elecciones federales según los primeros sondeos -un porcentaje superior en los territorios de la antigua Alemania oriental- y alterar así el sistema de partidos alemán. Debido al peso que hasta la fecha tenía La Izquierda alemana en el conjunto de la izquierda europea, la decisión de Wagenknecht tendrá sin duda repercusiones más allá de las fronteras alemanas. Por la importancia de este hecho, Sin Permiso ha traducido la carta de los nueve diputados que han abandonado la formación y que publicaron en el diario junge Welt.

Escisión en Die Linke: “Por qué abandonamos La Izquierda”

VVAA

Germany's Left Party launches a new strategy against the extreme right – People's World
Estimados militantes de La Izquierda:Hemos decidido salir de La Izquierda (Die Linke) y construir un nuevo partido. Este paso no nos ha resultado fácil. Después de todo, La Izquierda ha sido nuestro hogar político durante años o incluso décadas. Aquí hemos conocido a luchadoras y luchadores, muchos de los cuales se convirtieron en compañeros de camino y algunos en amigos. Con ellos hemos pasado noches y fines de semana en actos del partido y hemos pasado muchas horas en las campañas electorales. Nos resulta difícil dejar todo esto atrás, tanto en lo político como en lo personal. Si hubiera habido un camino mejor, lo habríamos tomado con mucho gusto. Puesto que nos sentimos unidos a muchos de vosotros queremos explicaros nuestra decisión.

Los conflictos de los últimos años han girado en torno al rumbo político de La Izquierda. Una y otra vez hemos argumentado que las prioridades equivocadas y la falta de atención a la justicia social y la paz diluyen el perfil del partido. Una y otra vez hemos recordado que centrarse en los entornos urbanos, jóvenes y activistas está alejando a nuestros votantes tradicionales. Una y otra vez hemos intentado parar el declive del partido mediante un cambio de su rumbo político. No lo conseguimos, y como resultado el partido ha tenido cada vez menos éxito entre los votantes. La historia de La Izquierda desde las elecciones europeas de 2019 es la historia de un fracaso político. Las respectivas direcciones del partido y los funcionarios que las apoyan a nivel estatal estaban decididas a no discutir críticamente este fracaso bajo ninguna circunstancia. Ni se asumió ninguna responsabilidad por él, ni se extrajeron consecuencias sustanciales del mismo. Es más, aquellos que habían hecho frente al rumbo de la dirección del partido de manera crítica fueron señalados como culpables de los resultados y eran apartados cada vez más.

Con el trasfondo de estos hechos, ya no vemos lugar para nuestras posiciones en el partido. Como ejemplo, recuérdese el “Levantamiento por la Paz” de febrero de 2023. Fue la mayor manifestación por la paz de los últimos casi 20 años. Decenas de miles de personas se reunieron frente a la Puerta de Brandemburgo. Aunque y precisamente porque cerca de la mitad de la población rechaza el rumbo militar del gobierno, toda la clase política del país se posicionó en contra de la manifestación y la difamó. En lugar de apoyarnos en esta confrontación, la dirección de La Izquierda se puso hombro con hombro con los demás partidos: acusó a los convocantes de la manifestación de “abrirse a la derecha”, y con ello sirvió de detonante de las acusaciones contra nosotros.

El espacio político para nosotros en el partido se ha reducido tanto que no podemos mantener nuestras posiciones en igualdad de condiciones. Sabemos por nuestras federaciones territoriales que muchos miembros de La Izquierda piensan lo mismo. También para ellos queremos crear un nuevo hogar político con el nuevo partido.

Lo hacemos desde la profunda convicción de que un partido no es un fin en sí mismo. Lo que nos mueve es esto: No queremos aceptar este desarrollo político por más tiempo. La política socialmente devastadora [de la coalición] del semáforo está costando ingresos y calidad de vida a amplios sectores de la población.

La política exterior alemana provee de munición a guerras en lugar de buscar soluciones pacíficas. A escala internacional, los conflictos se recrudecen, la formación de bloques emergentes es una amenaza para la paz mundial y conllevará a enormes distorsiones económicas.

Al mismo tiempo, la disidencia contra esta evolución política está cada vez más perseguida y en el debate público está más desacreditada. Pero la democracia necesita diversidad de opiniones y debates abiertos.

La incapacidad del gobierno para lidiar con las crisis de nuestro tiempo y la estrechez de los canales de opinión aceptados han facilitado su ascenso a la AfD.

Mucha gente simplemente no sabe de qué otra forma articular su protesta. En esta situación, La Izquierda ya no aparece como una oposición claramente reconocible, sino como un partido aguado de “sí, pero…”.

Con este rumbo, se ha hundido por debajo del umbral de los mínimos de aceptación de la población. Actualmente, todo indica que ya no estará representado en el próximo parlamento federal, mientras que la AfD se situa por encima del 20% en las encuestas.

Tenemos la responsabilidad de volver a llevar en serio la lucha por la dirección de la política y por el futuro de nuestro país. Para ello, queremos construir una nueva fuerza política, una voz democrática por la justicia social, la paz, la razón y la libertad.

Nos vamos sin rencor y sin ánimo de dañar a nuestro antiguo partido. El conflicto está cerrado para nosotros. Lo sabemos: Algunos de vosotros habéis anhelado este paso, otros se sentirán decepcionados y otros esperarán ahora a ver cómo se desarrollan las cosas. A todos vosotros os decimos: Queremos separarnos como adultos. Una pelea encarnizada nos perjudicaría a todos. La Izquierda no es nuestro adversario político. A muchos de vosotros, con los que hemos trabajado juntos con plena confianza durante muchos años, también os decimos: estamos dispuestos a conversar y estaremos encantados de poder acogeros en nuestro partido cuando llegue el momento.

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Sahra Wagenknecht, Amira Mohamed Ali, Christian Leye, Lukas Schön, Jonas ­Christopher Höpken, Fadime Asci, Ali Al-Dailami, Sevim Dagdelen, John Lucas Dittrich, Klaus Ernst, Andrej Hunko, Zaklin Nastic, Amid Rabieh, Jessica Tatti, Alexander Ulrich, Sabine Zimmermann

Fuente:

https://www.jungewelt.de/artikel/462096.partei-die-linke-sahra-wagenknecht-und-weitere-abgeordnete-treten-aus-linkspartei-aus.html

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