La mayoría de los especialistas consultados por Página/12 sostiene que lo que se viene es una unificación del peronismo (después del fallido FDT, algunos somos más cautos) y que el eje de la campaña será el modelo de Milei. El oficialismo, reforzó el liderazgo de Cristina al proscribirla y pierde a su principal oponente en la arena electoral, pero no política y deberá desechar la estrategia de polarizar con CFK, aunque no parezca posible con Cristina "balconeando". Ahora corren el riesgo que se debata la crisis socioeconómica, el endeudamiento y una crisis que, como es obvio, todos ven imparable.
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Por Raúl Kollmann
“La ratificación de la condena -analiza Federico Aurelio, de ARESCO- reanima al peronismo a buscar acuerdos. Eso va a tener una primera definición que es la conformación de listas. A eso se va a llegar mejor. No es que creo que cambie la perfomance del peronismo, porque vengo sosteniendo que la principal dimensión por la cual los argentinos van a votar es a favor o en contra de Milei. Si quieren acompañar o darle una señal de alarma al gobierno de Milei. Electoralmente hablando, Cristina no modifica el escenario, pero revitaliza al peronismo que se puso en estado de alarma”
Para Hugo Haime, de Haime y Asociados, “las hipótesis son varias. Que Cristina logra centralidad y el peronismo se fortalece. O que se genera una convocatoria amplia y se produce un trasvasamiento generacional, lo que también fortalece. O que hay un proceso de disgregación y de internas porque no se ponen de acuerdo. Ese es el centro del tema. Lo otro que yo veo es que pone también en aprietos al gobierno, Tiene que demostrar ahora que con su plan económico puede haber bienestar para la gente y el ajuste económico tuvo sentido. Y si pierde en la elección con el peronismo, se le viene el mundo abajo. Porque ya los inversores van a decir ‘hasta acá llegaste’. Y, además, pensando en la elección nacional, si no logra una victoria fuerte, entra en una zona de turbulencia. Es un gobierno, digamos, que se está endeudando todos los días y es muy parecida a la película de Macri”
“Es difícil hacer pronósticos todavía -señala Analía Del Franco, de Del Franco Consultores-. El peronismo se sorprendió, la gente también. Hay que ver qué sucede con los llamados a la unidad, si son sólo retóricos o una unidad concreta. Hay flotando una situación interna belicosa, por lo que no es fácil la unificación. Lo ideal serían listas conjuntas de oposición a Milei, no para vengar la condena de Cristina de alguna manera, porque eso no va a traer nuevos votantes, nuevas adhesiones».
«Ahora, del lado del oficialismo, puede suceder que se esté especulando con generar una situación de debilitamiento del peronismo con la condena de Cristina y esto le puede facilitar en las provincias una especie de acefalía que le permita ganar. Porque realmente no va a ser sencillo para el peronismo reconstituirse rápidamente, sobre todo con la presión que tienen las elecciones de manera inminente».
“¿Quién hubiese imaginado un par de semanas atrás, ver sentados en una misma mesa dentro de la sede justicialista a Máximo Kirchner, Guillermo Moreno, Sergio Massa, Juan Grabois, entre otros dirigentes, discutiendo los pasos a seguir, la necesidad de garantizar que CFK logre la prisión domiciliaria y zafe de todo tipo de vejaciones y oprobios?», se pregunta Roberto Bacman, del Centro de Estudios de Opinión Pública.
«Desde el punto de vista político, si la condena y proscripción tuvo por objeto sacarla del escenario político, es posible concluir que en primera instancia se produjo lo contrario y la catapultó como referente indiscutido del peronismo, apoyada hasta por dirigentes que estaban alejados -analiza-. El peronismo si logra transitar de manera exitosa el camino de la unidad, pone en jaque al proyecto del oficialismo de crecer en legisladores nacionales propios para consolidar la aplicación de su proyecto liberal. Depende de que siga habiendo mucha gente movilizada en las calles y se concreta una marcha de acompañamiento a Cristina a los tribunales de Comodoro Py que promete ser más que multitudinaria y puede llegar a convertirse en un hito histórico. En ese caso, las elecciones de renovación del Congreso Nacional que se avecinan pueden llegar a convertirse en un verdadero dolor de cabeza para el partido gobernante”.
Para Gustavo Córdoba, de Zuban-Cordoba, “la detención de Cristina relativiza las internas, como la existente con Axel Kicillof. Las pone en segundo o tercer plano. Le permite al peronismo integrar distintas identidades en todo el país. Y eso abre las puertas a un panorama para las elecciones de octubre, un poquito más esperanzador, con pisos de 30 y posibles techos de 35 por ciento de voto. Es un peronismo competitivo para 2027. O sea, es un momento crítico, pero con un gran potencial. Al resto de las fuerzas se le complica, porque habían elegido a Cristina como enemiga. La Corte les sustrae esa posibilidad. LLA tiene que analizar, distrito por distrito, los acuerdos con el PRO. En algunos le conviene ir en alianza, en otros no”.
“No vemos modificaciones en el mapa de adhesiones y el volumen de los segmentos de opinión -afirma Marina Acosta, de Analogías-. En cada uno, no obstante, genera diferentes efectos cualitativos. Al interior del peronismo es un factor de cohesión y homogeneidad que contribuirá a resolver el conflicto interno. La figura de la expresidenta es central y han ubicado al peronismo, nuevamente, en el lugar simbólico y efectivo de la persecución. Eso abroquelará a la dirigencia porque las bases peronistas le están demandando eso».
«Para el gobierno este hecho representa un problema porque la cadena de conflictos y demandas sociales crecientes puede terminar articulándose y cobrando otro sentido alrededor de la persecución a la expresidenta», advierte. «En nuestros estudios, los ciudadanos son conscientes de la gravedad de la situación económica y de que el brutal programa de ajuste no mejora las condiciones de vida. Finalmente, no tendría que quedar fuera de análisis que, de todos los poderes del Estado, el Poder Judicial es el que cosecha porcentajes de imagen altamente negativos en la opinión pública”.
Artemio López, de Equis, pone la situación en números. “ En un clima de apatía electoral generalizado donde tras las seis elecciones transcurridas ya votó el 25% del padrón nacional, con una tasa de ausentismo promedio del 45% particularmente intenso en los sectores populares, la ausencia de Cristina Fernández de Kirchner agrega más complejidad a la falta de representatividad de los candidatos electos. Recordemos por citar un caso emblema que Manuel Adorni «gana» en CABA con el 18% del padrón total. Para tener una idea de la profundidad de la crisis de representación actual, recordemos que el radical Rodolfo Terragno en octubre de 2001, «gana» con el 12% del padrón de electores en las vísperas de la crisis de salida del modelo neoliberal que duraba casi tres décadas.
La fragilidad y fragmentación del sistema de representación política actual sin duda se resentirá más aún con la ausencia de Cristina Fernández, la figura de mayor volumen electoral a nivel nacional, única capaz de romper o al menos atenuar el clima de desencanto con que transcurren las elecciones intermedias. Por este motivo Cristina había decidido acertadamente intervenir como cabeza de lista en la Tercera Sección electoral, la más numerosa con 4,8 millones de electores y la que aporta el 50% de los votos al peronismo bonaerense que – y no casualmente – resulta a priori el más impactado por su proscripción. Finalmente, con un promedio de 45% de ausentismo estructural como dato invariante y la proscripción de la principal opositora a nivel nacional, que representa al 45% de los electores bonaerenses, la pregunta surge evidente: ¿De qué elecciones se habla cuando se habla de elecciones en La Argentina actual en general y en la provincia de Buenos Aires en particular?
La respuesta es muy sencilla: Se trata de una farsa electoral, construida a la medida del gobierno de ultraderecha, cuyo proyecto socioeconómico requiere de la baja participación electoral y la proscripción de la principal figura opositora para poder enfrentar con alguna chance, en este caso que referimos las estratégicas elecciones bonaerenses. Elecciones claves para mostrar «a los mercados» que el gobierno que encabeza Milei y conduce Caputo, es aun electoralmente sustentable y puede profundizar la entrega de recursos naturales y la toma de deuda que, todos sabemos, finalmente será impagable y desatará otra mega crisis cuyas proporciones son todavía inimaginables”.
“Lo más importante es que se dio una unidad en la base peronista -redondea Santiago Giorgetta, de Proyección-, sobre todo en la Provincia de Buenos Aires, donde antes había una fragmentación, ahora ya no está más, lo que hay es una unidad en la defensa de la figura de Cristina Kirchner contra la proscripción. Esa unidad de la base parece ser que va a generar una linealidad en la unidad dirigencial. La unidad es de las bases hacia las dirigencias en el peronismo y, en cambio, en la unidad del PRO y La Libertad Avanza es de la dirigencia hacia abajo. Esa es la principal virtud que tiene el peronismo. No significa que le permita al peronismo ganar la elección, pero sí ser más competitivo de cara a septiembre y octubre”.
Como se ve, para la mayoría de los consultores, la clave está en si se concreta o no el proceso de unidad que surgió a raíz del burdo fallo que es la base de la persecución de CFK. Si se avanza en la integración de las distintas corrientes del peronismo, existe la posibilidad de que efectivamente el centro de la política gire alrededor del plan de ajuste del gobierno de Milei, el endeudamiento y la reducción de ingresos en la gran mayoría. De lo contrario, la Casa Rosada se verá favorecida enfrentando a una oposición más bien confusa y que perdió a su candidata más taquillera. Un síntoma clave será la marcha del miércoles.