Hamsters

Javier Milei discute con Pedro Sánchez para volverse una celebridad mundial y humillar a los otros políticos argentinos que lo miran desde abajo del ring, indistinguibles, sin ideas de qué es esto.

Milei se ríe de Sánchez sin pedir perdón: «Volvió el león surfeando sobre  una ola de lágrimas socialistas»

Mata el viento norte, pero cómo.

ESTEBAN SCHMIDT

Estoy viendo una serie muy entretenida que se llama “El velo” y que emiten por Star+. Ella es una agente de inteligencia con gran habilidad para crear confianza con gente peligrosísima y así conseguir su arresto, evitar graves conflictos diplomáticos o bombazos nucleares directos. La protagoniza Elizabeth Moss, la secretaria de Mad Men y protagonista de “El cuento de la criada”. Es realmente muy buena actriz; me irritaba en Mad Men, acá me dan ganas de mirarla, tiene una jeta desafiante, puede ser linda o fea, depende el plano que le hagan, la luz, el maquillaje y la subjetividad del compañero o compañera que evalúe esta frivolidad. Mas como lo que importa es lo de adentro, adentro, esta agente es fría para liquidar de un puntazo a quien amenace su operación, aunque tiene un secreto en su vida privada, donde su corazón arde, y espero con toda mi alma que las pavadas íntimas de la mina no arruinen el espectáculo paranoico de dimensión global, que es todo lo que le pido a la industria del entretenimiento, que me saque de la grisura de Callao y Corrientes.

La misión de Imogen, el nombre de la agente, es interceptar a un cuadro femenino de ISIS, Alidah, guapísima (cuando se recupera de unas heridas), que está en una, indudablemente, aunque sea hace la pavota y la madre abnegada (¡otra más!). Así que el duelo psicológico entre ambas consiste en ver quién manipula a quién, mientras las distintas centrales de inteligencia monitorean la situación y tienen su propio duelo acerca de quién realmente controla a Imogen quien, por supuesto, se gobierna a sí misma, y se esconden información acerca de las intenciones precisas de la terrorista. ¿La vendí? Gratis, Star+. Sale los martes a la noche, o sea hoy suben el quinto capítulo. Puedo pronosticar hasta la hora en que la voy a mirar, las diez de la noche, el horario de Tiempo Nuevo, cuando el quilombo en la casa se termina y ya apoyé el comprimido de Somit al lado de un vasito de agua con el que me transporto al Valhalla durante algunas horas.

Si dios quiere esta serie puede ser el gran reemplazo de Homeland; Moss permite bancar muchas temporadas, crea suspenso sola, tomando un té, y ojalá los guionistas se animen a sostener la dramaticidad y la paranoia sin regalarse en busca de un empate emocional con los estudiantes de Columbia. Mi recomendación a los autores, desde Argentina, desde Chacarita, a igual distancia física de C5N y LN+ es, compañeros: sostengan el gato y el ratón con los fundamentalistas y con los rusos. El artista que se regala pierde a los ciudadanos maduros que podemos separar al autor de la persona, a la ficción de la realidad y que no perdemos la humanidad ni aun creyendo que estamos en medio de una guerra que debe saldarse a favor nuestro antes de que la demografía termine con nuestras mejores instituciones. Los buenistas tienen las mismas competencias y las mismas creencias que los maduros, aunque se hagan los que no y nos hagan perder un tiempo fenomenal, como hacen los idiotas del aula. Si no se regalan, nos vamos a quedar todos mirando.

El buenismo es una desviación de los maduros, no puedo decir del madurismo, lamentablemente, que quedaba tan bien, y los buenistas optan por subirse al banquito con un pack de asertos previamente aprobados en las universidades de Estados Unidos para controlar instituciones y evitar la competencia creando barreras de acceso, una de las cuales es desafiar la inteligencia. Si se aceptan tres estupideces escondidas en diez ideas se es apto para progresar en La Catedral y en las parroquias de por acá. Hay buenistas cínicos que saben que lo hacen por eso, y buenistas pasivos que lo hacen para ser bien considerados por los cínicos, volverse elegibles para sus actividades, presumiblemente porque quieren algo de ese cinismo para ellos. No quiero generalizar, jaja.

Pero también quiero decirle a la juventud: la corrección política es muy importante para pensar dos veces si uno quiere sumar o no a la discriminación de minorías o cómo compensar el daño eventual que su decisión estética tiene sobre el cuerpo social. Tudo legal. Sobre algo que es esencialmente bueno se montan dispositivos para la supervivencia de elites, grupos familiares, que son esclavos de la agenda internacional porque desde ahí se organizan los recursos y los temas para los que hay presupuesto para armar oficinas tanto en el sector público como en empresas. Por formación, los cínicos fueron a las escuelas buenas, tienen la apreciación estética desarrollada -su contraparte derechista tiene de fuentes los videoiuegos, los deportes y la pornografía-, por lo que van a leer y mirar la serie, o cualquier serie, película, o texto, como se llama en la facultad a cualquier cosa creada para ser presentada a una audiencia.

Soy fanático de los textos sobre las agencias de inteligencia porque son como las torres de tránsito de las potencias, estudian en qué están todos las demás para no quedar detrás, o ponerse bien adelante, ven en tiempo real los grandes flujos de dinero, administran las cryptos para que los delincuentes del mundo hagan sus cosas a través de ellos, corren la raya de lo que es delito para inventar nuevos, y tienen amigos en todos los gobiernos. Muchos, la inmensa mayoría, que no saben que lo son, sirven a la inteligencia británica o americana pero creen que son diputados electos por el pueblo, o que los pusieron de viceministros por su talento. Otros creen que los invitan a congresos internacionales, vamos a decir, de medio ambiente, o de algo de la mujer, porque alguien cree importante escuchar también la voz de los diputados argentinos, y en realidad el congreso es financiado por los gobiernos centrales para tener amigos en los países periféricos con los que eventualmente cabildear y el tema puede ser cualquiera, la verdad. Sos diputado y a los dos años metiste diez viajes. Amigo, date cuenta. Lo más probable es que sí se dio cuenta, y no quiso ahondar para no quedar descartado. Metido en ese mundo infernal de las ventajas ¡cómo bajarse! Más que entendible.

Cuando arreciaron los objetos no identificados el verano de 2023 (más abajo mi impresión en tiempo real del fenómeno) mi sensación más cruda fue que el miedo que había logrado desarrollar la noche que un tubo volador se le escapó a unos F-16 era vicario de uno principal y no hablado: que Estados Unidos se había reblandecido. A la vista, liderazgos seniles como el de Joe Biden crean la sensación de que Occidente está entregado. Y la llamada pandemia achicó completamente incluso a los pueblos más valientes; los israelíes se sometieron a la técnica de los barbijos y los encierros igual que lo hizo cualquier principado apenas amenazado por una tasa de natalidad negativa. Y, además, los ovnis.

Pensando al revés, es improbable que el edificio de la CIA en Langley sea como una oficina de ANSES, y estén mateando en los subsuelos con los muchachos de UPCN. Disponen de un presupuesto infinito, trabajan con procesos y contratan a la gente más inteligente del mundo. Pero si los golpes de Estado que organizan son pocos y los ajustes de cuentas son aún menos (la captura de Bin Laden durante el gobierno de Obama y el asesinato de Soleimani, el jefe de la inteligencia iraní con Trump, ese ataque de precisión a un convoy que lo transportaba por Irak, si recuerdan), qué hacen todo el resto del tiempo. Tienen 23.000 empleados, doce pisos y cinco corredores, además de bases en todos los países del mundo.

La caída del helicóptero del presidente de Irán, naturalmente, hace pensar en que la presencia imperial muestra su capacidad de matar sin dejar las huellas digitales, cuando no le conviene dejarlas, por tratarse de operaciones de inteligencia, pero hace pensar en algo más grande y turbador y es que no hay demasiados giros locos de la historia. Me apena porque uno sólo queda de testigo ansioso del tiempo que vive, como un votante, cliente, contribuyente, la ñata contra el vidrio de los helicópteros. Incluso lo descontrolado está perfectamente controlado para crearnos la sensación de que el mundo sí está en nuestras manos. Sin establecer causalidades, pero para entendernos: ¿cuánto rating real podía darle Milei a los canales para que lo invitaran una y otra vez? No pudo haber sido tanto. La mitad de ese descontrol de productores de tevé de canales truchos invitándolo porque estaba disponible estuvo controlado. Cómo se arma la cadena de valor entre la oficina de Langley o de Marte que piensa en estas cosas y los eslabones que la ejecutan es la nota que los llamados periodistas de investigación no van a escribir porque están todos concentrados en mover los papeles de los eslabones locales.

Estamos dentro de un videojuego, controlados por satélites, antenas, celulares y sicarios. Somos inoculados con odios que no teníamos, afectos que no buscábamos. ¿Cómo ser auténticamente libres cuando estamos bajo semejante manipulación, que se integra a la manipulación de las grandes farmacéuticas asociadas a las grandes compañías de entretenimiento y noticias? ¿Cómo enseñar a vivir en un tiempo donde usos, costumbres, intereses están inducidos por monstruosidades intocables? Somos hamsters girando en la ruedita. Para peor: con sentimientos.

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