“No me interesa hacer caridad, me interesa impartir justicia social”

La Argentina en general y el peronismo en particular viene sufriendo un proceso de crecimiento exponencial del centralismo en el diseño de políticas públicas, la sobre representación electoral del AMBA tiene como efecto el encapsulamiento de la oferta de gestión que ha diluido su perfil nacional. Como bien señala Eduardo «Wado» de Pedro en el prólogo del libro “Arraigo, hacia un federalismo del siglo XXI”:

La población se agrupa en una porción muy chica de nuestro territorio porque, aunque hay recursos y oportunidades para generar empleo a partir del agregado de valor en todo el país, la atención y los esfuerzos para ponerlos en valor se enfocaron en la región metropolitana. La provincia más poblada, Buenos Aires, reúne cerca del 40 % de la población del país. Los y las habitantes de la provincia que le sigue en tamaño, Córdoba, representan menos del 10 %. Más de tres de cada cuatro empleos formales se concentran en un corredor que abarca desde La Plata a Rosario. Una parte muy importante de nuestro producto se elabora o se factura en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Es necesario reducir estas diferencias para tener un país igualitario, una economía pujante y una democracia vigorosa”.

Replantear esta visión centralista es una de las tareas pendientes para el peronismo en particular y el movimiento popular democrático en general.

Uno de los efectos más notables del centralismo es el desconocimiento casi absoluto en los grandes centros urbanos y el AMBA especialmente de gestiones provinciales exitosas y muy eficientes que, a pesar de las agresiones que sufren por parte del gobierno nacional, el más unitario desde la recuperación democrática.

Una de las gestiones más destacadas es sin duda la que lleva adelante el gobernador Ricardo Quintela en la provincia de La Rioja.

A pesar de encabezar el ranking de las provincias castigadas por el gobierno paleo libertario y enfrentándolo sin claudicar durante su gestión Quintela ha desarrollado verdaderos logros de ampliación de derechos, justicia y equidad a contrapelo de las políticas nacionales excluyentes.

Ricardo Quintela, gobernador de La Rioja, dialogó con Amado Boudou y equipo de Sin Diarios (AM530 Somos Radio, sábados de 9 a 11) sobre el significado político de la reforma constitucional en la provincia.

Quintela explicó que “la reforma de la Constitución toca temas muy importantes para nosotros, como la incorporación como derechos humanos de los servicios públicos de agua, energía y conectividad. Todo ciudadano tiene derecho a tenerlos y la ley determinará en qué casos el Estado tiene que asistir a los ciudadanos para garantizar ese derecho”

“También se incorpora la renta básica universal para sacar a un sector de la sociedad del máximo nivel de vulnerabilidad”, detalló el gobernador. “Queremos que todos los riojanos tengan la posibilidad de alimentar, vestir y educar a sus hijos”, puntualizó.

Quintela se refirió al aspecto del Poder Judicial de la nueva carta magna riojana, y comentó: “Incorporamos la periodicidad de los jueces, a raíz de lo cual los magistrados del máximo tribunal de la provincia pueden estar en el cargo un máximo de 10 años, y los mecanismos de evaluación de su desempeño”.

El mandatario explicó que la orientación de la reforma tiene que ver con “impartir una política de justicia social para que los sectores vulnerables tengan una calidad de vida que no les permite el sistema”.