Rigi: La moneda está en el aire

El RIGI es una típica manifestación del proceso de acumulación capitalista actual a escala internacional que relega toda participación e intervención local en los emergentes proyectos productivos basados en el neo-extractivismo. Se consagra y se promueve el predominio del gran capital en un modelo de desarrollo concentrado y excluyente ,dejándose afuera toda iniciativa en respaldo de los sectores productivos locales de pequeño y mediana dimensión que no coparticipa de las enormes inversiones previstas en el proyecto de ley. No hay una sola clausula que prevea la presencia de productores nacionales en las iniciativas ni que garantice la preservación de roles activos a los sectores productivos locales y a los trabajadores a contratar.

El RIGI, un nuevo Potosí

Los ceos locales quieren su RIGI "a medida" | Lobby de la UIA, el agro, los  autos y los petroleros para cambiar el artículo de la Ley Bases | Página|12

 

El proyecto de ley Bases en tratamiento por el Senado incluye el RIGI (Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones de más de USD 200 millones), dirigido a los sectores Minería, Gas y Petróleo, Energía Agroindustria, Infraestructura, Forestal, y Tecnología. Traducido, son beneficios para Vaca Muerta y el litio, más todo lo que pueda aparecer. El listado largo es para enmascarar y embellecer. El RIGI otorga exuberantes beneficios fiscales para impulsar grandes inversiones en esos sectores claves. Nuestro continente tuvo su primera experiencia nefasta en minería con la explotación de la plata en Potosí, actual Bolivia. Comenzando en 1545 y por 150 años los conquistadores llevaron a España tanto metal blanco que se decía que se podría haber hecho un puente de plata desde el Cerro Rico de Potosí hasta Europa. En sus socavones quedaron las decenas de miles de trabajadores muertos por la codicia conquistadora y un pueblo pobre, esquilmado y sin ese recurso.

Es el mismo modelo que inspira el proyecto actual. El RIGI permite la creación de VPU (Vehículo de Proyecto Único), único por privilegiado, sin estar sujeto a derechos aduaneros o de negociación de divisas como las demás empresas que operan en nuestro país. Se garantiza este régimen por 30 años y en caso de disputas con el Estado por este tema u otros se resuelve primero por un acuerdo transaccional en el país y, si este falla, los VPU tienen potestad de litigar en el exterior hasta desembocar en el CIADI, cediendo nuestro país la jurisdicción y soberanía nacional. Esos puntos no podrían cambiarse, incluso si Argentina entrara en guerra, pero las obligaciones asumidas por los inversores en el proyecto pueden ser incumplidas por causa fortuita o fuerza mayor.

Los “vehículos de proyecto único” son un bonito nombre que esconde una estafa. Permite a actividades actuales transformarse en estructuras jurídicas dignas de una guarida fiscal en un proyecto que no deberá probar la falta de estabilidad fiscal sino que estará a cargo de la AFIP justificar y probar, en cada caso, que no se ha producido un incremento de la carga tributaria como condición previa para aplicar un tributo o una mayor alícuota.

Las distintas VPU serán sólo registraciones contables que, además, pueden constituirse en lengua y moneda extranjera como las sociedades de los Panamá Papers, donde toda combinación es posible con empresas existentes que pasarían sus operaciones a un nuevo régimen de privilegio en actividades que ya previamente tienen ganancias extraordinarias con el esquema impositivo general. Impuestos a las ganancias se bajan al 25 %, IVA se paga con certificados de crédito fiscal, el impuesto a dividendos distribuidos a los socios se elimina. Se los exime de impuestos a nivel provincial y municipal. El RIGI es una gran elusión impositiva garantizada por un régimen de guarida fiscal. No hay ejemplo más descarado del atropello a la soberanía nacional que su mera enunciación.

Los beneficios impositivos del RIGI son excesivos. Las principales actividades que se esconden detrás de los títulos son Vaca Muerta y el litio, que han crecido aceleradamente en los últimos años, bajo los gobiernos del FpV, Cambiemos y FdT, porque tienen condiciones de abundancia de reservas tales que sus beneficios son ya de por sí extraordinarios. Darle beneficios adicionales en vez de gravar a esas rentas extraordinarias es todo lo contrario al interés nacional, sería la legalización de un despojo monumental.

El RIGI exime del arancel actual a las importaciones de equipos, sus partes y componentes, nuevos o usados – de la tasa de estadística y comprobación de destino, y de todo régimen de percepción, recaudación, anticipo o retención de tributos nacionales y/o locales. Esto es absolutamente inconstitucional.

Con el RIGI no hay posibilidad alguna para las empresas nacionales de progresar ni siquiera produciendo partes o repuestos de esos equipos. Las exportaciones se encontrarán exentas de derechos (actualmente el 8 % en hidrocarburos, oro y plata, resto de minerales 4,5 % incluyendo al litio) luego de transcurridos 3 años contados desde la fecha de adhesión. A su vez, se habilita la importación y exportación libre de cualquier bien relacionado con el RIGI, sin importar las condiciones del mercado interno.EPPA (@tuiteppa) / X

El RIGI propicia que los cobros de exportaciones serán de libre disposición y quedan exceptuados de liquidación en el mercado de cambios del 20% luego del primer año, 40% del segundo y 100% luego del tercero. Las divisas provenientes de financiamientos locales o externos serán de libre disponibilidad en el exterior o en el país.

El RIGI es una típica manifestación del proceso de acumulación capitalista actual a escala internacional que relega toda participación e intervención local en los emergentes proyectos productivos basados en el neo-extractivismo. Se consagra y se promueve el predominio del gran capital en un modelo de desarrollo concentrado y excluyente ,dejándose afuera toda iniciativa en respaldo de los sectores productivos locales de pequeño y mediana dimensión que no coparticipa de las enormes inversiones previstas en el proyecto de ley. No hay una sola clausula que prevea la presencia de productores nacionales en las iniciativas ni que garantice la preservación de roles activos a los sectores productivos locales y a los trabajadores a contratar.

La Argentina – más con el endeudamiento heredado del gobierno de Macri – debe rehacer sus reservas internacionales de divisas, y por lo tanto no se puede permitir el desvarío de renunciar al aprovechamiento sus recursos naturales hidrocarburíferos y mineros, patrimonio del pueblo argentino para ser utilizado racionalmente para defender el interés nacional y mejorar el nivel de vida de toda la población.

No utilizar esos recursos naturales no es opción. Sí hay buenas y malas opciones al explotarlos:

1) el Estado Nacional regula la forma que las empresas, sean estatales o privadas nacionales o extranjeras, explota esos recursos, para tomar de parte de las rentas extraordinarias que se generan en la forma de impuestos, derechos, cánones, retenciones y otros instrumentos vigentes. Utiliza esos ingresos para una acumulación de divisas e ingresos internos que potencien la capacidad productiva en beneficio nacional.

2) la otra alternativa es que esos recursos sean aprovechados por los “cuatro vivos” que pusieron a escribir ese manual de la dependencia que es la Ley Bases, que incluye el RIGI.

La moneda está en el aire, y depende de la participación política del pueblo argentino que caiga del lado de la reversión de este proceso de retroceso y pérdida de soberanía a que nos está sometiendo el gobierno de Milei.

Economistas de EPPA

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