El 19 de abril, Taylor Swift publicó su undécimo álbum Tortured Poets Department, que bate todos les récords. Ya contaba en su haber el del álbum más reproducido por streaming en Spotify en 24 horas, y sus álbumes Midnights y 1989 copan actualmente el segundo y tercer puesto, respectivamente. En estos momentos es la primera artista que ocupa los catorce primeros puestos del Billboard Hot 100, después de ser la primera en ocupar los diez primeros puestos en 2022 con su álbum precedente. El 2 de abril, Taylor Swift figura en la lista Forbes de milmillonarias gracias únicamente a su música, cosa excepcional para cualquier artista. Su gira Eras prosigue y actuará en Francia del 9 al 12 de mayo, ofreciendo cuatro conciertos en La Défense Arena de París.

Plusmarquista absoluta de los álbumes clasificados en el primer puesto, Taylor Swift no es únicamente una cantante popular y creativa: es una artista comprometida que lucha por cambiar determinadas malas prácticas de las empresas tecnológicas. También es una inventora que revoluciona la industria musical y crea una nueva relación con su público. Su capacidad para acompasarse con la sociedad y la tecnología ha contribuido a su éxito excepcional. Sin duda es esto lo que ha motivado su elección como personalidad del año 2023 por la revista Times.

El amor-odio por las plataformas de streaming

Taylor Swift no duda en aprovechar su notoriedad y su influencia para echar un pulso a las gigantes tecnológicas, los estudios de cine y los profesionales de la música. Si su último álbum es el primero del mundo en alcanzar los 300 millones de streams en un solo día, la cantante no siempre ha tenido buenas relaciones con las plataformas musicales, sobre todo las gratuitas. A finales de 2014, retiró todo su catálogo de Spotify, Deezer, Google Play, Amazon Music y Tidal, para manifestar su descontento con el nivel de remuneración de las artistas. No retornará hasta comienzos de 2018.

Sin embargo, el consumo de música se realizaba, y se sigue realizando, sobre todo a título gratuito a través de YouTube o SoundCloud, sin hablar ya del pirateo. Aunque su opción por el boicot le priva de millones de dólares de ingresos al año, ella lo asume y explica que defiende a las y los jóvenes artistas, para quienes ganar 0,00029 dólares por escucha es inaceptable. En una tribuna publicada en el Wall Street Journal, denuncia el escaso valor atribuido a la música por parte de los servicios de streaming.

Una mayor transparencia con respecto a los derechos de autoría, determinadas reglas nuevas como el plazo de dos semanas antes de que estén accesibles los nuevos títulos, así como las escuchas obligatorias para las personas suscritas sin pagar, han contribuido al retorno de Taylor Swift a estas plataformas. Así, la lucha de la cantante habrá favorecido la aparición de un modelo de streaming más justo. En 2023, Taylor Swift se convirtió en la artista mundial del año de Spotify con más de 26.000 millones de escuchas en la plataforma.

Con ocasión del lanzamiento de Apple Music en 2015, Taylor Swift anunció que rechazaría que su álbum 1989 estuviera  accesible en la plataforma de streaming, que había previsto un periodo de prueba gratuito de tres meses durante el cual no se pagarían los derechos de propiedad intelectual a intérpretes, autores, compositoras y productoras. A raíz de su carta abierta publicada en Tumblr, en la que dice muy claramente: “No os pedimos iPhones gratuitos. No pidáis que os aportemos nuestra música sin compensación», Apple se retractó y aceptó pagar los derechos de autoría durante el periodo de prueba. Posteriormente, la cantante se convertiría en la embajadora de la plataforma.

La innovación tecnológica, en el centro de los conciertos

La gira The Eras Tour de Taylor Swift es la más lucrativa de todos los tiempos, habiendo generado ya más de mil millones de dólares. El espectáculo, de tres horas y media de duración y que reúne una cuarentena de títulos y moviliza 50 camiones, provocó incluso un temblor de tierra de magnitud 2,3 en Seattle. Su sofisticada escenografía se compone de una pantalla gigante y tres escenarios con plataforma móviles conectadas por una rampa, todo ello recubierto de pantallas para generar efectos visuales. A esto se añaden proyectores, lásers, lanzallamas, cañones de humo, fuegos artificiales… en una constante puja tecnológica.

Taylor Swift crea imágenes asociadas a sus músicas en la multitud gracias a unos brazaletes que se reparten al público. La tecnología LED de PixMob también la utilizaron varias artistas en 2022, como Coldplay (Music of the Spheres World Tour), Lady Gaga (Chromatica Ball), Imagine Dragons (Mercury World Tour), The Weeknd (After Hours til Dawn Tour) y Bad Bunny (The World’s Hottest Tour). Desde 2015, con su 1989 World Tour, Taylor Swift es una de las primeras en utilizar estos efectos visuales, ya muy populares en la k-pop. Más adelante los integra sistemáticamente en sus conciertos, con funciones nuevas en cada gira.

El dispositivo utiliza radiofrecuencias, señales infrarrojas o el Bluetooth para transmitir a los brazaletes los colores que forman imágenes dinámicas en el público sin pasar por la geolocalización. El público se convierte por tanto en una extensión del espectáculo, participando en su realización para una experiencia todavía más interactiva. Como pionera en este uso de los brazaletes LED, Taylor Swift ha influido mucho en las demás artistas que lo han adoptado después, como la NBA para los torneos de baloncesto y la NHL para los de hockey.

Taylor Swift ha utilizado el reconocimiento facial –autorizado en todos los Estados salvo en Illinois– en sus conciertos en EE UU para protegerla de los acosadores. El público pasa por unas casetas en que se comprueba la identidad de cada persona en menos de un segundo. Además de la dimensión de seguridad, la videovigilancia algorítmica permite elaborar estadísticas sobre el perfil del público asistente a los conciertos. Los datos demográficos se recopilan y aprovechan con fines de marketing. Claro que este uso suscita numerosas cuestiones éticas, aunque se trate de actos privados. A pesar de ciertas amenazas, el reconocimiento facial sigue estando prohibido en Francia, incluso con motivo de los próximos Juegos Olímpicos.

Para la película sobre su gira, Taylor Swift ha contratado a L.A. Drones, una empresa especializada en las tomas aéreas de actos masivos. La dinámica y la estética de los planos son impresionantes y han favorecido el éxito de la película, proyectada en los cines de un centenar de países para ofrecer un espectáculo hiperinmersivo a las y los fans que no hayan podido asistir en vivo.

Taylor Swift también ha innovado al distribuir la película por su cuenta, en asociación con la cadena de cines AMC, sin pasar por un estudio como es habitual. Taylor Swift: The Eras Tour es el concierto filmado más rentable que jamás se ha difundido en cines. Esta película bate el récord de venta de entradas en 24 horas de AMC en 103 años de existencia. También se ha proyectado en Tech Interactive, renombrado Swift Interactive para la ocasión, un cine en forma de cúpula con una pantalla envolvente de 840 metros cuadrados y 13.000 watios de sensurround digital para reproducir al máximo las condiciones reales del concierto.

Realidad aumentada y realidad virtual

Las swifties (así se llaman las y los fans de la cantante) contribuyen a la aceleración de la adopción de nuevas tecnologías como la realidad aumentada y la realidad virtual. Desde hace más de una década, Taylor Swift se apoya en las innovaciones tecnológicas para impulsar la evolución de la manera de consumir música y en particular para estimular la venta de objetos físicos frente a la dominación de lo digital.

Desde 2012, la aplicación oficial de la cantante utiliza la realidad aumentada para que quienes adquieran su álbum Red puedan recibir contenido exclusivo en 3D. Esta clase de experiencia interactiva encanta a sus fans, que se sienten privilegiadas, modernas y cómplices de la estrella. Su grado de compromiso y fidelidad es por tanto significativamente más elevado.

En 2014, para el álbum, la cantante se asoció con American Express para lanzar la aplicación Taylor Swift Blank Space Experience. A través de sus móviles, las y los swifties acceden a un mundo virtual que es una réplica del escenario del clip de la canción Blank Space, donde pueden interactuar con los personajes y objetos que representan recuerdos y revelan fotografías e historias. Para su gira Reputation en 2018, Taylor Swift propuso a sus fans otra aplicación en colaboración con Glu, The Swift Life, basada asimismo en realidad aumentada, para darles acceso a filtros personalizados, a juegos asociados a cada canción y a visitas virtuales entre bastidores.

En 2022, para el álbum Midnights, Taylor Swift se asocia con Snapchat y la empresa BLNK a fin de desarrollar lentillas de realidad aumentada que proyectan a las swifties a Londres o a Nueva York, donde pueden vivir una experiencia basada en la imaginería de la artista. Todas estas innovaciones permiten a Taylor Swift dotar de una mayor originalidad y valor a sus álbumes físicos, CD o vinilos, y de este modo incrementar las ventas significativamente. En 2023, Taylor Swift recibió el Premio a la Innovación en el marco de los iHeartRadio Awards por su contribución continua a la industria musical.

Un modelo de marketing de influencia

Taylor Swift es un caso de libro de texto de comunicación multicanal coherente que se apoya en un gran número de plataformas y tecnologías combinadas a fin de proyectar una imagen hecha para que parezca lo más auténtica posible. La carrera de la artista adquirió un ritmo acelerado al apoyarse en un dominio perfecto de las redes sociales y en la consolidación progresiva de una relación íntima con su comunidad de fans.

Desarrolla un relato potente para cautivar a su público, transmitir mensajes comprometidos, cultivar su originalidad y construir su leyenda. Estrella icónica, se adapta continuamente a las nuevas tendencias de la tecnología y anticipa incluso ciertas evoluciones para permanecer en la vanguardia de la innovación. Juega todo el rato con códigos de la cultura pop y con su imagen para generar misterio y frenesí alrededor de sus proyectos.

Taylor Swift también utiliza las redes sociales para difundir un discurso militante a favor de la diversidad, la inclusión, la igualdad y la protección del medioambiente, sin temor a la controversia. Federa a su comunidad en torno a estos valores compartidos, lo que se traduce en una movilización inquebrantable. Por otro lado, su compromiso la convierte en diana de numerosas fake news y teorías conspiranoicas. Las swifties y su icona pop podrían desempeñar un papel decisivo en las próximas elecciones presidencias en EE UU.

The Conversation