A 50 años del asesinato de Carlos Mugica.

El asesinato de Carlos Mugica fue un capítulo trágico y principal de la denominada "lucha interna" dentro del peronismo de los años setenta. Una cruenta disputa que se aceleraba día a día y ya no se detendría hasta el 24 de Marzo de 1976, donde los mismos grupos paramilitares que actuaban bajo la conducción política del entonces ministro de "Bienestar Social" José López Rega y conformaban parte de la derecha peronista con la sigla Triple A,  se integrarían de manera orgánica a la represión militar en los denominados "Grupos de Tarea". En el peronismo siempre convivieron proyectos divergentes, en este caso antagónicos, tanto que ese antagonismo se cobró la vida de Carlos Mugica.

Con esta renuncia al Ministerio de Bienestar Social, el cura Carlos Mugica formalizaba su toma de distancia de la política desplegada por el ministro José López Rega, cabeza visible de los sectores de la derecha peronista.

Firmaba Mugica su sentencia de muerte, ejecutada el 11 de mayo de 1974, hace hoy 50 años.

La denominada “lucha interna” se aceleraba y ya no se detendría hasta el 24 de marzo de 1976, donde los mismos grupos paramilitares que actuaban bajo la conducción política de la derecha peronista con la sigla Triple A, se integraría de manera orgánica a la represión militar en los denominados “Grupos de Tarea”.

Con el golpe militar la llamada “lucha interna” se expandía a toda la sociedad y su actividad terrorista cambiaba de formato e involucraba ahora al conjunto del Estado y sus aparatos represivos (militares y jurídicos) e ideológicos (medios de difusión, escuelas y universidades, iglesias).

Se iniciaba a sangre y fuego, el primer desembarco neoliberal en el país. Una ideología regresiva, revestida de «buena técnica económica» hegemónica hasta nuestros días. Hegemonía neoliberal solo interrumpida por los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, que en perspectiva resultan el mejor homenaje a los luchadores populares que, como Carlos Mugica, dieron su vida por una patria justa, libre y soberana.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *