Como si fueran soldados

En agosto, el portavoz de las FDI insistió ante +972 y Local Call en que “la información clasificada de las FDI no se transmite a proveedores civiles y permanece en las redes segregadas de las FDI”, pese a que nuestra investigación revelaba a la sazón que el ejército israelí de hecho había almacenado cierta información de inteligencia obtenida a través de los sistemas de vigilancia masiva de la población de Gaza en servidores gestionados por el AWS de Amazon. Esta vez, el ejército y el Ministerio de Defensa de Israel declinaron todo comentario.

Documentos filtrados revelan profundos lazos entre el ejército israelí y Microsoft

Yuval Abraham

Un oficial de inteligencia que asumió una función tecnológica en la Unidad 8200 en los últimos años y trabajó directamente con empleados de Microsoft Azure antes del 7 de octubre en el desarrollo de un sistema de vigilancia utilizado para controlar a personas palestinas, ha explicado a +972 y Local Call que los desarrolladores de la empresa se integraron hasta tal punto que se refería a ellos con la expresión “personas que ya trabajan con la unidad”, como si fueran soldados.

La fuente añadió que durante la fase de desarrollo, empleados de Microsoft Azure acudieron a sendas reuniones en una base del ejército para examinar la posibilidad de construir el sistema de vigilancia en la misma infraestructura de nube de la empresa. “La idea era que esto se manejara en Azure, pues utiliza tantos datos”, dijo.

Siete fuentes del Ministerio de Defensa israelí, el ejército y la industria de armamentos han confirmado que desde el 7 de octubre el ejército depende cada vez más de los servicios que adquiere de proveedores civiles de informática en la nube para su actividad operativa en Gaza.
Según fuentes del ejército, el espacio de almacenamiento y la capacidad de procesado suministrados por las empresas de servicios informáticos en la nube permiten a los soldados hacer uso de de cantidades mucho mayores de información de inteligencia (y durante periodos más prolongados) que lo que les permitirían sus propios servidores internos.

Microsoft no ha respondido a nuestra petición de comentarios.

El maravilloso mundo de los proveedores de servicios de informática en la nube

En 2021, el gobierno israelí convocó un concurso de ofertas de 1.200 millones de dólares para el Proyecto Nimbus, destinado a transferir la información de ministerios gubernamentales y cuerpos de seguridad a los servidores de informática en la nube de las empresas adjudicatarias y obtener acceso a sus servicios avanzados. Microsoft fue una de las empresas que presentaron una oferta, pero al final perdió el concurso frente a Amazon y Google.

A pesar de la derrota de Microsoft en el concurso de Nimbus, el Ministerio de Defensa siguió adquiriendo servicios del gigante tecnológico. En particular, los documentos revelan que Microsoft mantiene estrechos lazos con el Ministerio de Defensa de Israel a través de proyectos de gestión relacionados con sus “sistemas especiales y complejos”, inclusive “cargas de trabajo sensibles” a las que no se dedica ninguna otra empresa de informática en la nube.

Podemos revelar que en agosto de 2023 el ejército israelí comenzó a adquirir el último modelo de lenguaje de OpenAI, GPT-4. Los militares contratan el acceso a esta herramienta a través de la plataforma Azure en vez de hacerlo directamente con OpenAI, y con ella pueden analizar miles de millones de informaciones, aprender de casos ocurridos en el pasado y responder a instrucciones orales o escritas.

Una vez estallada la guerra, el ejército incrementó rápidamente las adquisiciones del motor GPT-4: desde octubre de 2023, su consumo ha sido 20 veces mayor que durante el periodo anterior a la guerra. Los documentos no revelan si los militares utilizan el GPT-4 en sistemas clasificados aislados o en otros que pueden conectarse a internet. OpenAI no ha contestado a la pregunta de si saben cómo utiliza el ejército israelí sus productos. Un portavoz de la empresa declaró lisa y llanamente: “OpenAI no está asociada a las FDI” (Fuerzas de Defensa de Israel).

Según informaciones publicadas, Microsoft ha invertido en los últimos años alrededor de 13.000 millones de dólares en OpenAI. En mayo, un artículo en la web de Microsoft afirmaba que las herramientas de OpenAI podrían “cambiar el paradigma” de los cuerpos de seguridad e inteligencia y mejorar su precisión y eficiencia. “Es una herramienta potente para analizar fotografías de satélite y mapas, traducir voz y texto, ofrecer interpretación y crear espacios virtuales con fines de formación”, señala el artículo.

Antes de 2024, las condiciones de uso de OpenAI incluían una cláusula que prohibía el uso de sus servicios para actividades “militares y bélicas”, pero en enero de 2024, cuando el ejército israelí estaba incrementando su uso de GPT-4 mientras bombardeaba la Franja de Gaza, la empresa borró a la chita callando esta cláusula de su página web y amplió su colaboración con ejércitos y agencias de inteligencia nacionales.

En octubre, OpenAI declaró públicamente que estudiaría la cooperación con cuerpos de seguridad en EE UU y “los países aliados”, considerando que “las democracias deberían seguir liderando el desarrollo de la IA, inspirándose en valores como la libertad, la equidad y el respeto de los derechos humanos”. OpenAI anunció asimismo que piensa cooperar con Anduril, una empresa que fabrica drones basados en la IA, al tiempo que se informó de que el año pasado Microsoft suministró su modelo a la CIA para el análisis de documentos confidenciales en un sistema interno cerrado.

Las revelaciones en estos documentos coinciden con las declaraciones de la coronel Racheli Dembinsky, comandante del Centro de Cálculo y Sistemas de Información del ejército israelí (Mamram), que presta servicios de procesado de datos a todas las unidades militares. En una
conferencia pronunciada cerca de Tel Aviv el pasado mes de julio, como ya revelaron en su día +972 y Local Call, Dembinsky dijo que la capacidad operativa del ejército había “aumentado” durante la guerra de Gaza gracias al “mundo maravilloso de los proveedores de servicios de informática en la nube”, que permitían “una eficacia operativa muy significativa”. Esto, dijo Dembinsky, es fruto del “enloquecido montón de servicios, datos masivos e IA” que ofrecen los proveedores de servicios de informática en la nube, y en la pantalla que había detrás de ella
aparecieron los logotipos de Microsoft Azure, Google Cloud Platform (GCP) y Amazon Web Services (AWS).

En aquella ocasión, Dembinsky explicó que el ejército comenzó a colaborar más intensamente con esas empresas debido a las exigencias de la guerra. Con el comienzo de la invasión terrestre en Gaza a finales de octubre de 2023, los sistemas del ejército se vieron desbordados y los “recursos agotados”. Este almacenamiento de capacidad y potencia de procesado, dijo Dembinsky, propició la decisión del ejército de “salir afuera, al mundo civil”, donde era posible adquirir herramientas de IA y capacidad de procesado sin que hubiera un “techo de cristal”. Los documentos filtrados muestran que el uso mensual medio del espacio de almacenamiento en la nube de Azure por parte del ejército israelí era un 60 % más elevado en los seis primeros meses de la guerra que en los cuatro meses anteriores.

Yuval Abraham es periodista y cineasta residente en Jerusalén.

Traducción: Sergio Pawlowsky para viento sur.

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