Gaza: Una perspectiva terrible

Cuando ya son realmente horribles las cosas, a la gente le cuesta a menudo imaginar que puedan empeorar aún más. Acaso resulte especialmente difícil imaginarse eso si esas personas, como muchos norteamericanos blancos, han crecido en entornos relativamente cómodos y seguros.

El próximo ataque contra Gaza será peor

Peter Beinart

Palestinos recuperan el cuerpo sin vida de una niña de entre los escombros de la vivienda de la familia palestina Al Faseih, tras un ataque israelí sobre el campo de refugiados de Al Shatea, este martes.

 

Creo que tenemos que afrontar la posibilidad muy real de que, en las próximas semanas, Israel reanude su ataque militar contra Gaza, que el alto el fuego termine, y no sólo que Israel reanude su ataque militar, sino que ese ataque militar sea más feroz, más salvaje que todo lo que hemos visto hasta ahora. Y quiero sugerir por qué creo que hay una posibilidad real de esa terrible perspectiva.

Uno de los podcasts que suelo escuchar es el de un tipo llamado Dan Senor, con el título Call Me Back. Dan y yo operamos moralmente en universos fundamentalmente diferentes. Es decir, vemos Israel-Palestina de maneras básicamente distintas. Pero me gusta mucho escuchar su podcast porque Dan está muy pero que muy estrechamente conectado a la política israelí y los círculos de seguridad nacional. Y tiene invitados que están muy, muy vinculados a ella.

Y creo que es muy importante para cualquier persona, independientemente de sus opiniones políticas, no sólo escuchar a las personas que están de acuerdo con uno, sino a quienes no están de acuerdo, porque a menudo forman parte de un discurso que uno podría estar inclinado a pasar por alto o a no tomar en serio, pero que en realidad es muy, muy importante. Sobre todo, considerando que este es un discurso en el que Dan está implicado, que está operando cerca de las más altas instancias del gobierno israelí y, especialmente con Trump, también del gobierno de los Estados Unidos.

En un episodio reciente, Dan conversaba con dos periodistas israelíes con excelentes contactos, Nadav Eyal y Amit Segal. Y uno de los puntos que señalan es que creen que es muy poco probable que Benjamin Netanyahu vaya a una segunda ronda del acuerdo de alto el fuego, pues su gobierno se ha reducido a 63 escaños y un gobierno israelí necesita 61 para mantenerse en el poder. Y Bezalel Smotrich, que seguía en el gobierno, el ministro de Finanzas de extrema derecha, declaró que abandonaría el gobierno si Israel no reanuda la guerra. Dejará el gobierno si Israel pasa a la segunda fase del alto el fuego. Y el gobierno de Netanyahu podría caer, sobre todo porque tienen que aprobar un presupuesto a principios de marzo, algo que será muy, muy difícil de aprobar si hay una rebelión en el seno de su coalición. Y más allá de eso, Netanyahu, si fuera a unas elecciones esta primavera, tendría que ir a las elecciones habiendo fracasado en su promesa principal de la guerra, que era destruir a Hamás. La opinión de Segal y Eyal es que Netanyahu buscará una oportunidad para no ir a una segunda ronda de un acuerdo de alto el fuego.

El segundo punto que plantea Nadav Eyal, algo que creo es muy, muy importante entender, es el impacto político de la propuesta de Donald Trump de expulsión masiva de palestinos de Gaza, el impacto político en Israel. Eyal señala, lo que creo que es muy razonable, que la única entidad que realmente podría obligar a los palestinos a salir de Gaza es Israel. Los Estados Unidos no van a hacerlo por sí solos. Los Estados Unidos no van a enviar sus propias tropas a Gaza a meter a los palestinos en autobuses y obligarlos a salir. Si el plan de Trump entrase en vigor, tendría que ser Israel quien hiciera ese trabajo.

Y en cierto sentido, lo que creo que sugiere Nadav Eyal en el podcast de Senor es que lo que ha hecho Trump al declarar que quiere que el resultado de esta guerra no sea la entrada de la Autoridad Palestina, que no sea una solución negociada, sino, de hecho, la expulsión masiva de palestinos se cifra esencialmente en dar luz verde a Israel para librar una guerra en Gaza; sería incluso más que la última guerra, sería una guerra dirigida a la expulsión masiva. Y esto parece encajar con lo que dicen ahora algunas personas del gobierno israelí.

Amos Harel, veterano redactor de Haaretz, informó hace un par de días de que el ministro de Defensa israelí, Yisrael Katz, había afirmado que Israel lanzaría una nueva guerra en Gaza “exactamente como le prometió el presidente”. ¿Qué significa lanzar una nueva guerra exactamente como le prometió el presidente? Pues que Harel cita a un general de brigada israelí, Eival Gilady, que fue jefe de la División Estratégica de las FDI, que cree que Netanyahu ha recibido luz verde de Trump ‘para un plan muy agresivo en Gaza’. Una ofensiva israelí allí concentrada causará muerte y destrucción a gran escala, además de recortar la ayuda humanitaria y llevará a los palestinos a abandonar la Franja’. Continúa hablando de un plan que asediaría partes de la Franja, impediría el suministro de ayuda humanitaria y provocaría “una destrucción considerable, si no la devastación total de las zonas en las que operen las FDI. Esas tácticas apestan a limpieza étnica”.

Desde aquí es posible verla, en el botón Configuración eligen idioma español: m.ok.ru/video/88364929

A mucha gente le resulta difícil imaginar que Israel pueda librar una guerra de forma más destructiva de lo que lo ha hecho durante los primeros quince meses de esta guerra. Pero recordemos que entonces se trataba de Joe Biden. No es que Joe Biden le impusiera coste alguno a Israel, pero al menos su administración iba diciéndole a puerta cerrada: “queremos que intentes ser un poco más comedido en tus acciones”. La administración Trump, en cierto sentido, ha afirmado ahora exactamente lo contrario. No es que queramos que sean más comedidos, sino que queremos que creen las condiciones para la expulsión masiva, algo que ahora Trump ha declarado que cree va en interés de los Estados Unidos.

Y eso me parece dar luz verde para que Israel reanude la guerra de un modo explícitamente dirigido a intentar crear tanta destrucción en Gaza y permitir tan poca entrada de ayuda humanitaria como para intentar forzar la salida de la población. Por supuesto, aún queda la cuestión de si se puede obligar a Egipto a aceptarlo. Pero esa es la otra parte de esta componente, dado que Netanyahu tiene un interés político, al parecer, en volver a las operaciones militares, pues de lo contrario probablemente caería su gobierno. Y esto considerando que la evaluación israelí, comprensiblemente en cierto modo, es que la única forma en que se podría llevar a la práctica el plan de Trump es que Israel creara la fuerza de expulsión desde el interior de Gaza, y luego fuera capaz de conseguir que Egipto o Jordania u otros países aceptaran acoger a algunas de estas personas. Creo que, en cierto sentido, lo que las reflexiones de Trump pueden haber hecho realmente es ofrecer a Israel luz verde para una guerra aún más destructiva, aún más genocida que lo que hemos visto anteriormente.

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Espero equivocarme. Pero escuchando a los periodistas israelíes que siguen y están muy cerca del establishment político y de seguridad nacional israelí, esa parece ser la forma en que se están interpretando en Israel las declaraciones de Trump. Mi temor es que podamos estar dirigiéndonos hacia algo, Dios no lo quiera, que sea aún peor que lo que hemos visto antes, a menos que haya fuerzas en todo el mundo, y en los Estados Unidos, que de alguna manera puedan protestar y tratar de interponerse en el camino y bloquear esto. Porque, por su cuenta, Benjamin Netanyahu y Donald Trump, me parece, no tendrán ningún reparo no sólo en hacer lo que Israel ya ha hecho en Gaza, sino en llevar a cabo algo aún peor.

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periodista colaborador de The New York Times, The New York Review of Books, The Daily Beast, Haaretz o CNN, fue director de la revista The New Republic. Profesor de la Escuela de Periodismo Craig Newmark de la City University de Nueva York y director de la revista digital Jewish Currents, ha pasado de comentarista liberal judío a manifestarse como agudo crítico de Israel y el credo sionista.

Fuente:

The Beinart Notebook, 17 de febrero de 2025

Un comentario

  1. «Continúa hablando de un plan que asediaría partes de la Franja, impediría el suministro de ayuda humanitaria y provocaría “una destrucción considerable, si no la devastación total de las zonas en las que operen las FDI. Esas tácticas apestan a limpieza étnica.

    Esto no es nuevo y no es un plan, es una realidad que viene ocurriendo por lo menos desde hace un año. Ya ocurrió varias veces ese asedio, incluso fue denunciado al TPI por Sudáfrica.

    Lo de Trump tampoco es un plan, es solo una idea o «globo de ensayo» que nadie apoya fuera de Israel. Egipto ya tiene un plan de reconstrucción en 3 años, quedándose los palestinos allí.

    Más bien si hay un plan es que fuerzas estadounidenses se hagan cargo del control de Gaza y marginen a las FDI. Pero dudo que eso esté elaborado.

    Es posible que, si Netanyahu no cumple la segunda fase del acuerdo, Trump ordene la ocupación de Gaza.

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