A pique: Como en mayo y en agosto, junio

Los datos conocidos para el mes de junio revelan que persiste en toda su magnitud el proceso recesivo en la economía nacional. No se vislumbra por dónde podría generarse un cambio en la tendencia negativa. Es lo que hay, y todavía estamos bien.

Informe de coyuntura Nº 24 | IADE

Informe de coyuntura 29, adelanto

DESALENTADORES DATOS ECONÓMICOS DE JUNIO

Alejandro Rofman

Citamos estos datos. La producción de autos profundizó su caída en junio. Dicha producción nacional de vehículos fue de 32.029 unidades, o sea, un descenso del 17% respecto de mayo y del 40% con respecto a mayo del año pasado. Eso supone que en el primer semestre del año se produjeron 26,7% menos vehículos que en el primer trimestre del ’23. El informe de la asociación de fábricas de automotores consigna un reclamo al gobierno para que emita medidas al fin de retornar a la senda del crecimiento lo más pronto posible. Es una expresión de deseo, dado que la reducción productiva se le atribuye al proceso de caída global de la economía y de reducción de los ingresos.

Al mismo tiempo, la producción de maquinaria agrícola sufre igual retracción. La Asociación de Concesionarios de Automotores (ACARA) confirmó en su informe mensual que las ventas de maquinaria agrícola mermaron en unidades un 27% respecto a igual período del año pasado. Si se recorre el listado de los bienes de producción afectados, las bajas son generalizadas, tanto en cosechadoras, tractores, y pulverizadores en términos de las ventas al mercado. Sorprende este desempeño tan desfavorable habida cuenta de la producción agrícola de este año, superando el magro resultado de la cosecha gruesa del año anterior.

En el anticipo al presupuesto 2025 que el miércoles 3 de junio elevó el poder ejecutivo al Congreso Nacional se proyectó una caída de 9,8% de la industria durante el 2024 en relación al año anterior. De verificarse el pronóstico oficial será la baja más pronunciada de la serie histórica, incluso más elevada que la caída del 7,5% en el 2020, producto de la pandemia. El informe oficial consigna también que el nivel de la inversión productiva se desplomará este año el 17% con respecto al del año anterior. La caída más fuerte desde el 2009. A su vez el comercio se reducirá este año el 9,1%. La consultora LCC estimó una caída de la industria más elevada aún que el dato oficial, la consultora estima el derrumbe en el 12% para 2024. Y según consigna el diario BAE Negocios del día 4 de julio en su página 3, comentando esa estimación negativa, la consultora expresó: “No esperamos que la recuperación próxima sea suficiente para compensar la caída de estos últimos meses”.

Por último, el informe oficial repite la estimación del FMI de una caída del PBI para este año del 3,5%, que no va a ser más alta por el desempeño del sector agropecuario que crecería aproximadamente un 35% año a año por la superación de la sequía. Sin este aumento inusual y aislado, el resto de la economía, más del 90% del total, va a caer en torno al 6%, dato negativo solo superado en épocas de la pandemia del 2020. El gobierno prevee el 17% del derrumbe de la inversión para todo el año, el peor desempeño desde la baja del 23% del 2009. Es de hacer notar sin embargo que esta estimación para el desempeño de la economía a nivel de todo el año puede resultar, a esta altura, demasiado optimista. Nos explicamos. La recesión no tocó piso, y ya se puede afirmar que en junio la economía va en caída a otro récord. La consultora Equilibra comenta al respecto que si a la caída interanual de junio se le elimina el avance del agro, que exhibe un crecimiento muy elevado porque está comparado con el mes de más aguda sequía del año 2023, el derrumbe económico del mes que estamos analizando, a escala interanual, se posiciona en un 7,6%.

Otros comentaristas especializados insisten en que la información del primer semestre puede llamar a engaño si no se toma en cuenta el dato sobre el sector agrícola, que es temporal pues va a desaparecer en pocos meses como factor amortiguador de la caída general y tiene muy poca repercusión en términos de empleo. En un texto reciente de una economista que analiza el proceso evolutivo de la economía en los primeros seis meses del año,se formula una estimación estadística de similar perfil al que incluimos previamente. La Lic. Julieta Romero, en un informe al respecto, afirma que: “En un contexto de caídas anuales de dos dígitos en industria, construcción, y comercio, fue la recuperación del agro post sequía con un salto del 103% lo que permitió que el resultado fuera positivo”. La Lic. Romero se refiere al resultado del EMAE del INDEC, que para dicho mes de junio presentó un aumento interanual del 2,3% pero, como comenta en su texto publicado en BAE Negocios el 22 de julio de este año, si al cálculo se le saca el componente del campo, se observa una caída del 5,5%. El componente por segmento de actividad según tamaño revela que en el sexto mes del año el sector PyME de la actividad manufacturera cayó un 20,4% interanual. Un valor realmente impactante producto de la política económica del actual gobierno y que conlleva efectos negativos sobre el empleo y la inversión.

No debe extrañar entonces lo que sucedió con el consumo en el mes que estamos analizando Así, el último informe de la consultora Scentia revela que en junio las ventas en supermercados comercios chicos y medianos de todo el país se desplomaron 12,5% interanual, cerca de 3 puntos por debajo de la caída de mayo. Este dato contrasta con la idea de que se estuviera generando una recuperación económica como afirmara el ministro Caputo días atrás. Este número de la consultora citada marca una evolución por demás contrastante entre lo que sucedió antes del cambio de gobierno y lo que aconteció después de tal evento. Para Scentia el consumo pasó de crecer 7,7% en noviembre del ’23 a solo 1,4% en el mes de diciembre, el de la hiper-devaluación. Ya en enero se puso en negativo con una caída del 3,5% seguida de una baja del 4% en febrero, 7,4% en marzo, 13,7% en abril, y 10% en mayo. Es decir, un panorama de fuerte recesión sin cambios de tendencia a la vista.

Previamente hicimos referencia a estimaciones sobre el desempeño del sector industrial para este año. A medida que pasan los días, los datos que van surgiendo de fuentes empresariales y oficiales no solo confirman las predicciones sino que acentúan la hipótesis cada vez más compartida por los analistas de que no se ve la luz al final del túnel. En coincidencia con lo arriba expuesto, la evolución de la actividad industrial según la Fundación Fiel da cuenta de que en el pasado mes de junio la actividad del sector cayó un 12,1% interanual. A su vez Fiel comenta que la baja del segundo trimestre del 2024 fue de casi el 13%, por lo que la actividad fabril acumula 5 trimestres en retroceso en la comparación interanual. El estudio Orlando Ferreres y asociados a su vez estima la baja en un valor levemente inferior al que acabamos de citar. Según sus estimaciones, la baja interanual habría sido del 11,2%. Tanto Fiel como Ferreres no prevén un incremento de los valores porcentuales citados en el futuro porque, afirman que el actual escenario macroeconómico no revela todavía los factores que dinamizarían la actividad. Hacen referencia a que la misma se iría recomponiendo solo si hay un aumento de la demanda interna a partir de un eventual, pero no predecible, proceso de recomposición de los ingresos de la familia de modo tal que se opere una mejora de la demanda interna. Sin embargo ambos informes no individualizan ni hacen referencia a que tal recomposición esté por el momento prevista.

Ya hicimos referencia al profundo proceso de caída de la inversión, que se verifica de los datos de todo origen sobre el comportamiento respectivo en este primer semestre del año. Si no hay inversión no hay posibilidades de futuro crecimiento industrial. Y a la vez como tal conducta empresarial, por lo visto, es remisa a hacer erogaciones para ampliar el equipamiento existente, la reactivación sectorial, en el futuro, no aparece en el escenario. Tengamos en cuenta que la capacidad instalada de la industria bajó, según el INDEC en el mes de mayo de este año, más de 10 puntos de porcentual con respecto a mayo del año anterior. Una nueva información suministrada por el Ministerio de Economía corrobora la fuerte baja en la dotación de bienes de producción para el capital productivo. Nos referimos al nivel de importaciones de bienes, que según los datos oficiales, alcanzaron los UDS $1.799 millones durante el segundo trimestre, lo que supone una caída interanual trimestre a trimestre del 17,5%. Pero lo que es más grave quizás es que ese nivel de reducción de las nuevas inversiones durante el segundo trimestre es de una dimensión menor a la inversión realizada efectivamente en el primer trimestre del año. La caída entre el primero y el segundo trimestre fue del 6,6%. En otras palabras, en las fechas más cercanas se han verificado decisiones crecientemente negativas con respecto al equipamiento en bienes de capital de origen internacional. Entonces las expectativas empresariales marcan un fenómeno incontrastable: No hay perspectivas de crecimiento económico en ciernes, y el debilitamiento del proyecto inversor desde ya descarta la capacidad del aparato productivo de revertir la tendencia declinante en su actividad.

Este panorama desalentador se puede también analizar si observamos el nivel de actividad productiva del conjunto de las pequeñas y medianas empresas industriales. En efecto. Tal observación realizada por la Cámara Argentina de la Pequeña y Mediana Empresa (CAME) a partir de un relevamiento recientemente efectuado indica una caída de la industria menos concentrada en un 20,4% interanual para el mes de junio del 2024 en cotejo con junio del 2023. Un verdadero derrumbe de consecuencias para nada promisorias. En mayo la caída había sido menor, lo que revela que la tendencia negativa se acentuó.

Los datos negativos consignados por CAME fueron confirmados por la Unión Industrial Argentina (UIA) que tampoco registraron en junio mejoras para el sector. La central fabril reveló que los datos que posee del mes de junio reflejan que la caída interanual persiste y en la intermensual también es factible observar una nueva disminución.

La realidad apuntada previamente da lugar s un correlato de agudo debilitamiento de la trama social que pasamos a detallar seguidamente.

EL GRAVE DETERIORO SOCIAL DEL AÑO 2024

Transcurridos más de 7 meses del año 2024. Los datos conocidos sobre los niveles de pobreza e indigencia correspondientes a lo que va del año 2024 son altamente negativos. No podía ser de otra manera a la vista del desastre económico en curso
Para comentar el fuerte deterioro de la calidad de vida de segmentos crecientes de la población de resultas de la aplicación de la política económica instaurada por el gobierno del lic. Milei acudimos a información inobjetable. La misma procede de tres fuentes diferentes de generación de evidencias estadísticas que marcan un agudo retroceso social en la población de nuestro país a partir de diciembre del año 2023,con números que llegan hasta fines de junio de este año,
La primera información a citar se refiere al panorama social de la ciudad de Buenos Aires según lo relevado por la Dirección de Estadísticas del Gobierno de la ciudad. El comunicado oficial nos dice lo siguiente

 

Cuadro 1- Pobreza e indigencia en la ciudad de Buenos Aires (en % s/total de habitantes)
1er trim. 2015           1er trim. 2020         1er.trim.2023         1er trim.2024
17,2                              22,9                             17.0                          35,1
6,6                                7,8                               8,4                           15,3
Fuente: Dirección General de Estadísticas y Censos Gobierno de la ciudad de Buenos Aires

 

Las cifras son realmente definitorias. Durante el lapso 2015-2024 se observó un nivel de población bajo la línea de la pobreza en la ciudad más rica del país en torno al 17 por ciento Ese dato en el ciclo citado solo fue superado en el peor año de la pandemia con las actividades altamente afectadas por la misma Ya transcurrida la pandemia en el 2023 se volvió al porcentaje del 17 % de pobreza por ingresos Pero en el primer trimestre de este año, dicho porcentaje se duplicó. Un aumento muy significativo en muy poco lapso

El índice de indigencia, que marca a aquellos residentes en la CABA que no lograron ingresos suficientes para consumir una imprescindible canasta de bienes alimenticios, trepó nada menos que al doble luego del vendaval económico de la política económica del presidente Milei Paso de algo más del 8 por ciento en el primer trimestre del 2023 a superar el 15 por ciento de la población de la ciudad un año después. Un verdadero desastre. Como en el caso de la pobreza el salto experimentado por la tasa de indigencia en el primer trimestre de este año con relación al mismo lapso del anterior se eleva casi un 100 por ciento

Una segundo nivel informativo proviene de los documentos preparados por el Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina, cuyos resultados se publican al final de cada trimestre. Consignamos los datos.

 

Cuadro 2-Pobreza por ingresos en la Argentina ( en % s/ total de habitantes)
Setiembre del 2023          Diciembre de 2023         Enero del 2024
44,7                                      49,5                                      57,4
Fuente: Observatorio Social Universidad Católica Argentina

 

Los datos son impactantes. En setiembre del 2023, cuando todavía gobernaba Alberto Fernandez, la pobreza abarcaba a casi el 45 % de la población del total del país,segun la UCA.En diciembre de ese año ya había asumido el gobierno el lic. Milei y se había dispuesto la fuerte devaluación del peso del 118 % que en forma inmediata empujó hacia arriba de modo significativo el precio de los bienes y servicios que necesita cada habitante para alcanzar un nivel de vida compatible con la satisfacción de sus necesidades básicas. Casi 5 puntos de aumento de la pobreza. Si avanzamos hasta enero el salto de la población cuyas condiciones de vida fueron insatisfactorias porque sus ingresos no le alcanzaron a cubrir el consumo de bienes y servicios propios de una vida digna represento nada menos que 13 puntos porcentuales en solo 4 meses y una incremento de casi 8 puntos en solo un mes, entre enero de este año con relación a diciembre del año anterior Plena confirmación del desastre social resultante

Finalmente disponemos de la información proporcionada por la cátedra de Econometria de la carrera de Licenciatura en Economia de la Universidad Torcuato di Tella, una institución altamente prestigiosa. Veámosla.

 

Cuadro 3 Pobreza en la Argentina ( en % s/ el total de habitantes)
Setiembre 2023            Diciembre 2023            Enero 2024            Ene-Mzo 2024          Abril –Jun 24
38,3                                  46,4                             50,4                              52,6                          48,5

Fuente: Cátedra de Econometria-Univ Torcuato di Tella

En este caso, si bien hay diferencias en los valores absolutos con los de la UCA porque en el estudio de la universidad di Tella se toma en cuenta solamente los datos de la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC y en el de la Universidad Católica , a estos datos, se les agregan encuestas propias las tendencias entre las informaciones de la las dos universidades privadas son similares. Hay un fuerte aumento del daño social desde la instalación del nuevo gobierno en diciembre del 2023.

El aumento de la pobreza entre el antes y el después de la asunción del lic. Milei por la gran devaluación de diciembre del 2023 en el estudio de la Univ. di Tella resulta ser de 12 puntos porcentuales , sólo uno menos que en el estudio de la UCA En cuanto a la indigencia también crece de modo acelerado a partir de la vigencia de la nueva política económica pues se incrementa casi el 60 % en enero del 2024 con relación a setiembre del 2023

No cabe duda que estamos en presencia de un muy grave deterioro social. Punta a punta , la investigación de la universidad di Tella muestra que desde setiembre del 23 hasta fines del segundo trimestre del 2024 hay un aumento de la, pobreza en torno a 10 puntos de porcentual ,o sea más de 4.700.000 habitantes ven derrumbadas su situación social convirtiéndose en nuevos pobres.

¿Qué futuro nos espera si persiste el actual modelo de acumulación? La visión uiltraliberal del gobierno, que afirma que el neto predominio del mercado es el más eficiente asignador de recursos y se debe eliminar la intervención estatal, no augura promisorio. Veremos si persiste la política económica actual según el cual toda intervención estatal destinada a enfrentar desigualdades sociales debe excluirse dado que el Estado es una “organización criminal”, por lo que debe destruirse Lo que se viene, entonces, puede ser más de lo mismo o un proyecto fundado en la necesidad de una urgente reparación social y un cambio frontal del modelo excluyente actual.

Es lo que remarca la Fundación Capital en su informe sobre el primer semestre del año y las perspectivas a futuro. Dicha fundación afirma en su informe que por la baja del empleo y la reducción del poder adquisitivo en el primer semestre de este año se produjo una contracción del 11,7% interanual compuesta por una caída del 10,7% en el sector privado y del 18,4% en el público, que incluye básicamente el pago de jubilaciones y pensiones. Para dicha fundación, en el segundo semestre solo se prevee una moderación en el ritmo de caída de la masa salarial del sector registrado. O sea que se produciría una caída del 7,6% interanual de la masa salarial en los seis meses que arrancaron el primero de julio por lo que cerraría el 2024 con una disminución de casi el 10% de dicha masa.

Desde esta voz muy vinculada al gran empresariado no se anticipa, con la política económica actual, una reversión significativa de la declinación de los ingresos de los sectores de menor poder adquisitivo.

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