Otra vez, otra vez.
De noche puedo sentir tu piel.
Otra vez, otra vez.
Me agarrás la mano antes de caer.
Otra vez.
Cuántas canciones que canté.
Y cuantas que lloré.
Pero sigo cantando porque es mi vida.
El resultado puso de manifiesto la polarización que se vive en Brasil, algo a lo que se refirió Lula en su primer discurso como Presidente electo: «Esta elección puso frente a frente a dos proyectos diferentes de país, pero hubo un solo ganador, el pueblo brasileño. Esta es la victoria de un inmenso movimiento democrático que se formó dejando de lado intereses políticos y personales para que la democracia salga victoriosa».
La reconstrucción fue el eje central del discurso de Lula, tanto de la democracia como “del alma y los valores de Brasil”. En ese sentido, dijo: “La mayoría del pueblo dejó bien claro que desea más y no menos democracia, más y no menos inclusión social, más y no menos respeto y entendimiento entre los brasileños».
Finalmente, Lula también puso especial énfasis en el pueblo brasilero en su conjunto, hablando de que “Voy a gobernar para todos los 215 millones de brasileños, incluso para quienes no me votaron. No existen dos Brasil». En ese sentido, remarcó: “Los principales problemas pueden resolverse con diálogo y no con fuerza bruta”. “Es hora de bajar las armas que jamás deberían haber sido empuñadas, las armas matan y defendemos la vida”, concluyó.