-Algunos comentaristas afirman que esta dosis adicional de “disciplina fiscal” está ayudando a reducir el margen de los tipos de interés, lo que debería mejorar las cuentas públicas.
“Es el cuento de hadas de la llamada ‘austeridad expansiva’, que ha sido desmentida varias veces por los hechos. La verdad es que no hay evidencia científica de vínculos entre estas variaciones en el balance y el diferencial de los tipos de interés, que depende de factores mucho más complejos, incluida la orientación general del BCE”.
-En una audiencia parlamentaria y en artículos en el sitio web de Sole 24 Ore escritos con su colega Antonella Palumbo y otros investigadores, usted ha defendido que hay una “grieta” en el actual Reglamento de la UE que permitiría mitigar el giro hacia la austeridad. ¿En qué consiste?
“Las actuales limitaciones presupuestarias europeas se calculan sobre la base de una estimación de la tasa de desempleo de ‘equilibrio’ y del ‘PIB potencial’ relacionado que no tiene una base científica sólida. El nuevo Reglamento de la UE ha reconocido el problema y ha admitido la posibilidad de abrir finalmente un debate en torno al método de cálculo de estas variables. La cuestión es relevante. Una corrección del método de cálculo permitiría ampliar los recursos públicos en más de diez mil millones al año”.
-Refiriéndose a estos estudios suyos, algunos parlamentarios de la oposición han preguntado al gobierno sobre la posibilidad de explotar esta “grieta” del Reglamento europeo. ¿Cuál fue la respuesta del gobierno?
“Que no tiene intención de convertirse en promotor de una iniciativa de reforma del método de cálculo. La consecuencia es bastante desagradable: nuestro país se alinea con las posiciones europeas más conservadoras, de aquellos que están remando contra la apertura de una discusión sobre el tema. Estamos perdiendo una oportunidad para mitigar la orientación nuevamente restrictiva de las políticas europeas”.
-Sin embargo, Meloni y Salvini hace unos años ondeaban la bandera del soberanismo antieuropeo e incluso de la salida del euro. ¿Qué ha pasado?
“Que se han vuelto más papistas que el Papa. El populismo rebelde que encarnaban era una mistificación. Para muchos ya estaba claro entonces. Digamos que ahora las pruebas son evidentes”.
-Más allá de los saldos presupuestarios, también hay una polémica sobre quién paga los recortes y quién se beneficia de ellos. El ministro Giorgetti declara que los bancos contribuirán al mantenimiento de las cuentas públicas. ¿Qué le parece?
“Esa contribución no es real. Los infames 3.800 millones de “sacrificios” que se han impuesto a los bancos y seguros no son más que una especie de anticipo de impuestos sobre lo que ya tenían que tributar. La única diferencia es que pagan hoy y luego no pagarán en los próximos años. En esencia, el gobierno simplemente pidió un préstamo temporal a los bancos”.
-Luego está la polémica sobre el gasto sanitario. El gobierno afirma que aumentarán los fondos mientras la oposición habla de recortes. ¿Qué es verdad?
“Segun las previsiones del gobierno y del Istat, en el cuatrienio 2023-2026 el fondo nacional de salud debería rondar el 6,07% del PIB. Si nos fijamos en la década anterior, incluso “limando” el pico de la pandemia, el fondo de salud tenía un promedio del 6,47%. Es una caída del 0,4% del PIB, que corresponde a un recorte presupuestario sustancial, de más de 6 puntos porcentuales. Sin embargo, yo invitaría a centrarse no solo en la reducción de los recursos, sino también en su destino…”.
-¿Qué quiere decir?
“El sistema de salud está bajo el continuo ataque de quienes aspiran a trasladar los recursos públicos a los sectores privados. Por citar un ejemplo, las escandalosas listas de espera en las consultas públicas no dependen solo de la escasez de fondos. También son el resultado de una estrategia privatizadora precisa, que pretende demostrar que la salud pública ya no funciona y que hoy en día la única forma de curarse es pagar a la sanidad privada. Sabemos bien que los mismos médicos están divididos, entre los que luchan y los que se adhieren a esta estrategia. Los partidos de la oposición deberían hacer estallar la contradicción, denunciando los recursos deficientes pero también llevando a cabo una lucha más general contra esta estrategia de vaciar la sanidad pública”.
-¿También sucede en otros sectores?
“Pensemos en la universidad. El actual recorte de los recursos públicos es apoyado por quienes trabajan desde dentro para hacerla cada vez más dependiente de sujetos privados externos. A su vez, estos sujetos proporcionan financiación sustitutiva, pero a cambio pretenden gobernar también los pocos recursos públicos restantes. Pensándolo bien, es una especie de privatización mejorada: las instituciones públicas ni siquiera ganan con la venta a particulares, sino que les ceden el control de sus presupuestos”.