El panorama electoral luce mucho más competitivo que un par de meses atrás
La candidatura de Massa tensiona la estrategia electoral de JxC. Mientras la alianza opositora, influenciada por las posiciones ultras de Milei, giraba cada vez más hacia a la derecha, arrastrando en el giro el discurso pretendidamente más moderado de Rodríguez Larreta, el centro iba quedando relativamente desguarnecido. Un electorado compuesto mayoritariamente por clase media urbana que Massa ha cultivado cuidadosamente con sus iniciativas de reducción del impuesto a las ganancias, aunque con éxito dispar.
Reacomodamientos y nuevos escenarios frente a la campaña
Por Arturo Laguado Duca*
Investigador y docente del Área Estado y Políticas Públicas de FLACSO Argentina
La exacerbación de las desavenencias o el voluntarismo político –depende del punto de vista del observador- parecía imponerse en las filas del oficialismo poco antes del 24 de junio. La multiplicación de las candidaturas para las primarias obligatorias –PASO- prometían unas internas feroces entre un inviable albertismo y un kirhchnerismo con escasez de dirigentes con reconocimiento nacional, augurando una debacle para la Unión por la Patria (UxP)1 -nueva denominación del gobernante Frente de Todos (FdT)- cuya intención de voto ya venía castigada por la crisis económica y el mal acuerdo firmado con el FMI.
Dejando de lado las apelaciones románticas a un recambio generacional –la ‘generación diezmada’ ensalzada por CFK- los gobernadores, inmersos en desafíos de la gestión y poco dispuestos a arriesgar sus distritos en aras de la punga interna del FdT, retomaron una consigna que, originalmente, había surgido del kirchnerismo: un candidato de unidad. Una demanda ya expresada por los intendentes del Conurbano2 contra la candidatura de Scioli promovida por el presidente, pero que sólo tomó consistencia cuando los gobernadores decidieron interpelar a Alberto Fernández para exigirle que cesara su apoyo a la candidatura de su embajador en Brasil3.
A pesar del rechazo expresado por los sectores de izquierda del FdT –más cercanos al progresismo que al justicialismo- o del peronismo marginal alineado con Moreno, Sergio Massa era, desde el principio, el elegido para representar a la alianza de gobierno, aunque la viabilidad de su candidatura quedaba atada a los resultados de su gestión en el ministerio de Economía. La presión de los gobernadores no hizo sino ratificar a Massa quien, en dupla con el kirchnerista Rossi, conformó una fórmula bastante competitiva a pesar de la crisis económica.
Más allá de los pruritos de la ‘izquierda’ de la coalición, la conformación de una dupla con potencial electoral es de vital importancia de cara al futuro inmediato del país: la soberanía energética que proporcionará el gasoducto Néstor Kirchner y el petróleo de Vaca Muerte más las inmensas reservas de litio del NOA, abren para la Argentina un horizonte que, posiblemente, permita una gestión exitosa al próximo gobierno, incluso con la espada de Damocles que significa el acuerdo con el FMI. No es descabellado afirmar que en esta elección se juega un período de ocho años de gestión.
Activos y pasivos de Massa
El lugar común que esgrimen los intelectuales de JxC recuerda que el ministro de Economía de un gobierno débil que lidia con alta inflación y datos de pobreza superiores al 35%4, es un candidato inviable. Sin embargo, los analistas5 coinciden en que la llamada lista de unidad -en realidad hay también otra lista que aún compite representando al progresismo- potencia a UxP, especialmente cuando la oposición muestra enfrentamientos cada vez más ríspidos entre Rodríguez Larreta y Bullrich y se consuma la esperable implosión de Milei. Encuestas recientes aseguran que Massa podría ser el precandidato más votado en las PASO lo que, si bien no significa un triunfo en las generales, implicaría un innegable impulso para lo que sigue de la campaña6.
La competitividad electoral de Massa queda entonces fuera de discusión, demostrando que la capacidad de gestión y la decisión política -lo que se suele llamar la voluntad de poder- puede superar un contexto económico adverso. Pero, no por eso, su candidatura deja de estar sometida a tensiones internas y externas.
En el primer caso, tiene que ver con la capacidad de Massa de retener el voto progresista que tanto pesa -más simbólica que cuantitativamente- dentro del kirchnerismo; voto que se sentía muy cómodamente representado por Wado de Pedro. El afán de retener a esos electores -siempre dispuestos a migrar hacia candidatos testimoniales- explica que UxP haya otorgado los avales y la posibilidad de compartir listas a Juan Grabois. Gesto que el precandidato retribuyó al citar el famoso apotegma: “el que gana conduce y el que pierde acompaña”7.
En menor medida, otro factor interno disruptivo puede ser el ruido que introduzcan los heridos del albertismo8 o de la confección de listas a última hora. En ese sentido Massa, otra vez, ha mostrado la inmensa ductilidad de la voluntad de poder que guía su carrera política; en las pocas horas que lleva como precandidato se reunió con los dos principales damnificados de la “lista única” para sellar la unidad9: Daniel Scioli y Juan Manzur.
Más complicada es la relación con la economía. Si bien el empleo muestra guarismos muy positivos -especialmente el empleo registrado que lleva 32 meses en alza10– su crecimiento no se replica en una mejora significativa de los ingresos. Se configura así una matriz distributiva típica del macrismo y nueva en el país: la existencia de pobres con trabajo estable, un fenómeno que está en la base de la derrota electoral del año 2021. Según la EPH, “el porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza (LP) alcanzó el 29,6%; en ellos reside el 39,2% de las personas. Dentro de este conjunto se distingue un 6,2% de hogares por debajo de la línea de indigencia (LI), que incluyen al 8,1% de las personas”11.
Directamente relacionado con el punto anterior es la inflación. Fracasada la promesa de reducirla de manera notoria en 2023 -se esperaba que estuviera en el orden del 3% según las metas que se fijaran cuando asumió el ministerio- pero superadas varias corridas cambiarias, el ministro candidato parece que, al fin, logra entrar en una desaceleración sostenida si se confirma que en junio el guarismo será cercano al 6.5% que pronostican las consultoras; una cifra alta pero que ratificaría una tendencia a la baja12.
El otro punto crucial para el futuro político de Massa es el acuerdo con el FMI. A pesar de los vaivenes de su carrera política, el ministro siempre fue muy crítico del acuerdo que cerrara Macri con el FMI y de las negociaciones adelantadas en secreto por Guzmán que significaron, en última instancia, un quiebre en la coalición de gobierno. De ahí que, en un sentido similar al del presidente Kirchner, declarara que “una obsesión que tiene que tener el próximo presidente es pagarle al FMI, sacarlo de la Argentina para no volver”13. Entendiendo que la intervención del Fondo es uno de los principales frenos para detener la inflación y recuperar los ingresos, ha mantenido una negociación dura forzando los acuerdos que prohibían la toma de deuda al negociar un swap con China. Swap que, por otra parte, le permitió pagar la cuota adeudada al organismo en yenes y DEGS para no debilitar las reservas en dólares del BCRA14, mientras se mantiene la negociación. El objetivo de máxima pasaría por lograr un nuevo acuerdo que recoja la idea seminal de Néstor Kirchner de pagar con los saldos exportables y no con ajuste15. Esta propuesta, si es aceptada por el FMI, implicaría un gran triunfo para el ministro, tanto en lo que al desarrollo del país se refiere, como hacia la disputa en el interior de la UxP.
En las provincias
Sin duda la designación de Massa como candidato principal de UxP y la de Grabois como ‘colectora’, reconstruye la competitividad del oficialismo – Massa lidera la intención de voto individual en las PASO16– según encuestas recientes. Aunque dado el tiempo que falta para la realización del acto eleccionario y la sistemática tendencia de las encuestadoras a equivocarse, esta dato no es muy significativo, sí es innegable que existe un cambio en la escena política y la certeza que ostentaba la oposición de llegar al gobierno, pasa a estar en discusión.
Las elecciones recientes de gobernadores trajeron sinsabores y alegrías para JxC. Con excepción de sus fortines de Jujuy y Corrientes -y la sorpresiva victoria del candidato opositor, anteriormente peronista, en San Luis que se explica por las disputas entre los hermanos Rodríguez Saá- los resultados lucían decepcionantes. El peor de ellos, sin dudas, fue el de Córdoba, donde la derecha esperaba recuperar el gobierno provincial. Sin embargo, el reciente triunfo en San Juan le dio un envión a Rodríguez Larreta.
El caso de San Juan, como todas las elecciones provinciales, se explica por factores propios. Indiscutiblemente influyó la intervención de la CSJN -terciando en el proceso electoral para prohibir los comicios cuatro días antes de su realización- y la respuesta del candidato Uñac17 quien, bajo protesta, acató el fallo judicial. En otras palabras: llamó a elecciones a cargos legislativos e intendencias para el 14 de mayo, tal estaba previsto -donde obtuvo un claro triunfo con excepción de la capital- y aplazó la general para el 2 de julio, donde reemplazó su nombre por el de su hermano en la boleta. Es decir, un testaferro que fue visiblemente mal recibido por el electorado.
Aunque la derrota de Uñac en San Juan es mérito propio, ejemplifica cierta falta de liderazgo en el oficialismo y el poco ‘rédito político’ de la ambigüedad. La decisión de Uñac de desdoblar las elecciones provinciales y, sobre todo, de forzar la constitución provincial para un cuarto período, fue desaconsejada por su propio partido y criticada por el otro candidato -José Luis Gioja- quien, a la postre, ganaría la interna, pero no la gobernación. Igualmente, la posición vacilante de Uñac en su apoyo al FdT -manifestada, por ejemplo, en su negativa a firmar el pedido de juicio político a la CSJN- no le sirvió para evitar la intervención del máximo tribunal en la política provincial. El triunfo de JxC en San Juan implica algunas lecciones: el riesgo que implica la creencia de que existen votantes cautivos; la demostración, nuevamente, del apotegma de que no hay lugar para los tibios y, sobre todo, los riesgos de la falta de conducción nacional. Además, San Juan expone, otra vez, la poca penetración de Milei en el interior.
Ciertamente el padrón electoral de San Juan es pequeño (1,6%). Sin embargo, su importancia económica no es menor; tampoco su efecto simbólico. Después de un flojo desempeño en las elecciones provinciales, la oposición se recompone con dos batacazos seguidos en la región de Cuyo: San Luis y San Juan. Un impulso nada menor si se tiene en cuenta que la próxima elección provincial será Santa Fe donde la oposición tiene muchas probabilidades de alzarse con el triunfo.
El caso cordobés, aunque con dinámicas muy distintas, tiene un valor simbólico equivalente, pero con signo opuesto. El triunfo de Martín Llaryora, ex intendente de la capital y candidato del peronismo cordobecista a la gobernación, es disruptivo no sólo por haber derrotado a un agresivo polemista de la derecha -Luis Juez- sino porque éste fue explícitamente apoyado por el ala dura del PRO -Bullrich y Macri- que se perfila ganadora en las primarias de JxC, mientras que Rodríguez Larreta propugnaba por incorporar a líder del cordobesismo -Juan Schiaretti- a la alianza opositora.
Así las cosas, Schiaretti participará de la elección nacional como candidato a presidente, lo que implicará una importante pérdida de votos para JxC en Córdoba. Un distanciamiento que podría ser más significativo en caso de que Patricia Bullrich -enfrentada con el cordobés- fuera la candidata en un hipotético ballotage. Paralelamente, Rodríguez Larreta sumó una nueva fricción interna que no le reporta nada en su carrera a la candidatura. En definitiva, la dinámica provincial es un ejemplo de la inestabilidad de las tendencias políticas actuales.
La dinámica nacional
Por otro lado, la candidatura de Massa tensiona la estrategia electoral de JxC. Mientras la alianza opositora, influenciada por las posiciones ultras de Milei, giraba cada vez más hacia a la derecha, arrastrando en el giro el discurso pretendidamente más moderado de Rodríguez Larreta, el centro iba quedando relativamente desguarnecido. Un electorado compuesto mayoritariamente por clase media urbana que Massa ha cultivado cuidadosamente con sus iniciativas de reducción del impuesto a las ganancias, aunque con éxito dispar.
Entre tanto, el “fenómeno” Milei se desinfla. Como suele suceder con los outsiders, a medida que pasa la novedad, se conoce un poco más del discurso y del mismo candidato, y cede la protección de los medios de comunicación, el candidato libertario pierde intención de voto. Quizás la sociedad no es tan de derecha como creyó Patricia Bullrich por lo que el discurso que le permitiría ganar las internas no le alcanzaría para llegar a la presidencia. En esa lógica, Bullrich es la opositora ideal para Massa ya que presenta una propuesta claramente diferente para el gran electorado. Sólo tiene que lograr que la abstención que se presentó en tantas provincias -Córdoba, entre otras- reviertan parcialmente hacia el oficialismo y los votos de Milei no migren masivamente hacia Bullrich. No es fácil pero tampoco imposible.
En ese contexto, es arriesgada la promesa de todas las tendencias de JxC de replicar a nivel nacional el modelo autoritario de Jujuy -y con menos repercusión mediática, en Mendoza18– que modificó la Carta Magna provincial en dos sesiones y elevó a rango constitucional la represión al movimiento popular. Hasta ahora la pueblada jujeña ha implicado el rechazo del movimiento sindical19 -incluyendo a la muy silente CGT- e, incluso, las detenciones indiscriminadas han sido cuestionadas por diarios afines a la derecha20.
Pero Massa también es un problema para Rodríguez Larreta. Su estrategia partió por dar por asegurado el centro y de ahí morder los votos más cercanos a la extrema derecha representada por Bullrich y Milei. De ahí su alianza con Morales o su discurso zigzagueante que oscila desde lo más represivo hasta lo tibiamente socialdemócrata; por ejemplo, negar que es partidario del arancelamiento de la Universidad Pública o de la privatización indiscriminada. Ahora, ese centro es disputado por Massa, sobre todo si Rodríguez Larreta continúa con sus posiciones radicales de derecha, obligándolo a abandonar esa indefinición donde tan cómodo se mueve.
Consciente de las dificultades que implica para sus aspiraciones un giro total a la derecha -agravado por el conflicto que enfrenta en Jujuy su candidato a vicepresidente- Rodríguez Larreta se ha distanciado, hasta llegar al enfrentamiento de Bullrich y Macri, asegurando que su propuesta se basa en el diálogo para “llegar a acuerdos”, dejando afuera sólo al kirchnerismo. La respuesta furiosa de Bullrich y sus aliados tensó aún más la interna de JxC, hasta un punto que condicionará la reunificación después de las PASO21, planteándose el problema de la retención del voto del precandidato derrotado en el mismo espacio. Después de las diatribas de Bullrich contra Rodríguez Larreta, ¿podrá transferir sus votantes si es derrotada en las internas?
Pero tampoco Patricia Bullrich la tiene tan fácil frente a Sergio Massa, pues, si es ella quien gana la interna, se enfrentaría a los límites que ella misma ha trazado en relación con Rodríguez Larreta. Como señala el periodista de La Nación, Pagni: “¿Cómo haría para girar de las posiciones muy ortodoxas que tiene hoy en favor del orden, del ajuste, de no bajar un cambio, frente a un candidato de centro que le dice al electorado que ella es una señora que viene a quitar el trabajo?22”
Hacia las generales
Ya definidas las listas que competirán en las PASO el panorama electoral luce mucho más competitivo que un par de meses atrás. Ambas coaliciones enfrentan desafíos mientras que el escenario, nuevamente, tiende a polarizarse entre ellas sin que se aviste un claro ganador.
La agenda de extrema derecha que asumió JxC siguiendo a Milei es un arma de doble filo. Si en un primer momento, el discurso del líder libertario llevó el debate público hacia posiciones maximalistas antipopulares, cuando las propuestas de Milei se fueron desinflando -o, como dijimos en otra parte, cuando la gente fue más allá de la gestualidad y empezó a oír el discurso23– descolocó también a JxC que, ahora, se ve obligada a redefinir parte de su discurso. La ferocidad que alcanzó la interna debido a estos reacomodamientos discursivos, la falta de liderazgo y las legítimas ambiciones personales, enturbian el panorama de la oposición, anteriormente luminoso.
Este nuevo escenario no significa que UxP tenga un futuro despejado o que JxC ya no sea competitivo. Sólo que el resultado de la contienda es más abierto. La gran advertencia de las elecciones provinciales recientes es el crecimiento del voto en blanco. Como destacan analistas de distintas vertientes políticas, la pérdida de votos del oficialismo no implica una migración hacia la oposición, sino al voto en blanco o la abstención24.
Pero también UxP -es difícil llamarla oficialismo dado el distanciamiento de sus referentes con el presidente Fernández- enfrenta problemas. Uno de ellos es su propia interna. Si bien, al concederle a Grabois la posibilidad de presentar su precandidatura con las mismas listas que Massa, evita la fuga ‘por izquierda’ de votantes, no deja de haber riesgo en que la necesidad de acortar la distancia, lleve al candidato progresista de la UxP a radicalizar el ataque discursivo contra su rival y, de esa forma, limar la elegibilidad del ganador. Por el momento es de destacar su afirmación de que, en caso de ser derrotado, apoyará a Massa.
Otra dificultad que enfrentará UxP es despegarse del fallido gobierno de Alberto Fernández. Dado que Massa es el ministro de Economía, y aunque no es responsable de la crisis generada por el gobierno de Macri con su correlato de inflación y pobreza, no le será fácil diferenciarse de la gestión actual que se caracterizó por su inoperancia en temas económicos y una pésima renegociación con el FMI.
De esta forma la competitividad de UxP está asociada a una mejora en los niveles de ingresos de los sectores populares y las clase media-baja, base electoral mayoritaria de Unión por la Patria. Señala Artemio López que
Seguimos teniendo un índice de pobreza que no se condice con los niveles de desempleo. Se generó mucho laburo pero con un ingreso insatisfactorio. Tenemos un patrón distributivo, que Macri lo destrozó, una catástrofe en cuatro años, pero lamentablemente sigue cayendo la participación de los trabajadores. No pudimos detener la caída. Hay que darle empuje a eso y yo creo que la elección se gana25.
En otras palabras, complementar la exitosa política de generación de empleo con la redistribución. Para ello, además de la propuesta de una suma fija para los sectores de menores ingresos, es fundamental una buena renegociación con el FMI. De lograrse, sería un importante impulso para el ministro-candidato acallando los rechazos que encuentra en parte de su propio partido pues, un riesgo no menor, es repetir la falta de compromiso de la militancia que derivó en la derrota de Daniel Scioli en 2015.
1 Una exposición de las dificultades que traería una multiplicación de fórmulas para el oficialismo –agresiones entre candidatos, dispersión del voto dando sensación de debilidad, recrudecimiento de los ataques especulativos contra el peso- han sido tratados extensamente en Laguado Duca, A. “Tensiones preelectorales” en http://politicaspublicas.
2 https://www.lapoliticaonline.
3 Hay numerosos relatos periodísticos de los trámites de los gobernadores para conseguir la fórmula de unidad. Uno que no puede ser acusado de kirchenrista es el de Pagni. https://suscripciones.
4 Cfr, Pagni https://www.lanacion.com.ar/
5 https://www.pagina12.com.ar/
6 https://www.iprofesional.com/
7 https://www.youtube.com/
8 Por ejemplo, las declaraciones recientes de los exministros del área económica -Matías Kulfas y Martín Guzmán- que salieron a criticar al ministro Massa. https://www.perfil.com/
9 https://www.ambito.com/
10 https://www.lapoliticaonline.
11 https://www.indec.gob.ar/
12 https://www.lapoliticaonline.
13 https://www.eldestapeweb.com/
14 https://www.pagina12.com.ar/
15 Algunas fuentes afirman que Amado Boudou está trabajando al lado de Massa en la elaboración de la propuesta al FMI. https://twitter.com/
16 https://www.lapoliticaonline.
17 En San Juan no hay PASO, sino “ley de lemas”.
18 https://www.minutouno.com/
19 https://www.minutouno.com/
20 https://www.perfil.com/
21 https://www.lanacion.com.ar/
22 https://www.lanacion.com.ar/
23 Cfr. Laguado Duca, http://
24 https://www.
25 https://agenciapacourondo.
