No se intenta buscar ninguna mímesis con procesos acontecidos en otras coyunturas, diversos países y procesos históricos muy diferentes. Sin embargo, la Argentina ha perdido especificidad desde el año 1976 a la fecha y ya no es una formación económico-social tan original como el “mito urbano” supone.
Así las cosas, es posible afirmar, aun con todos los reparos que implica una afirmación general, que sostener la unidad, no romper la coalición progresista sin entregarla al neoliberalismo económico y social, parece ser la acción política adecuada según la evidencia que disponemos hasta hoy.
El «cambio verde»
Artemio López advierte, con ejemplos históricos de Europa y América Latina, que cuando las alianzas de sectores progresistas se quiebran los únicos que se benefician son los sectores más reaccionarios, que imponen políticas neoliberales de ajuste y austeridad. Una llamada de atención para las contradicciones internas que vive hoy el gobierno argentino.