CRONICÓN.NET /

“Estamos en un momento de cambio profundo. En el que nuestra región latinoamericana y caribeña, una vez más, enfrenta el gran dilema de dos proyectos políticos”. Así inició la socióloga y politóloga peruana residente en Brasil, Mónica Bruckmann, el panel que dio apertura el pasado sábado 2 de septiembre, a la Conferencia Regional sobre los Dilemas de la Humanidad, “la de la soberanía, de la posibilidad de pensar el futuro a partir de nuestras propias visiones y proyectos de desarrollo. Y la amenaza de movimientos de extrema derecha, profundamente violentos, retrógrados y reaccionarios”, introdujo Bruckmann.

A este encuentro continental de carácter antiimperialista que se lleva a cabo entre el 2 y 4 el de septiembre en la comuna de Recoleta, región metropolitana de Santiago de Chile, asisten activistas de 23 países latinoamericanos para debatir alternativas al capitalismo.

En opinión de esta reconocida politóloga, catedrática de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), donde coordina además el Núcleo de Geopolítica, Integración Regional y Sistema Mundial, el planeta está atravesando la mayor reorganización económica desde la Segunda Guerra Mundial. “Nunca ha habido una presencia tan fuerte de los países del Sur en la economía mundial. Y ahora están en condiciones de no someterse a la dinámica de acumulación de capital organizada por el Norte”, dijo Bruckmann, al mencionar el aumento en el número de países que pasarán a formar parte de los BRICS.

“Hace 50 años se destruyeron en este país los sueños, las utopías, la gran posibilidad de construir el Socialismo por la vía pacífica”, agregó la politóloga, puntualizando que los dilemas enfrentados hace 50 años en Chile y toda América Latina continúan en este momento de nuestra historia.

Dilemas de la humanidad

Organizada por Alba Movimientos y la Asamblea Internacional de los Pueblos (AIP), esta es la etapa latinoamericana y caribeña que, junto con otras conferencias en África, Asia, Europa y América del Norte, forma parte del proceso preparatorio de la III Conferencia Internacional Dilemas de la humanidad. El evento mundial será en octubre en Johannesburgo, Sudáfrica.

La conferencia regional de Santiago continúa hasta el próximo lunes (4) y reúne a unas 230 personas de movimientos populares, sindicatos y partidos políticos de 23 países. Entre ellos, Brasil, Argentina, Colombia, Trinidad y Tobago, San Vicente y las Granadinas, Jamaica, Chile, Costa Rica, México, Panamá, Perú, Bolivia, El Salvador, Guatemala, Honduras, Cuba y Venezuela.

A través de actividades como debates, grupos de discusión y presentaciones de libros, el evento tiene como objetivo discutir los desafíos actuales para la organización y las luchas emancipadoras de los pueblos e intercambiar experiencias socialistas concretas.

Continuidad de los golpes de Estado en Latinoamérica

Otro de los participantes en este espacio internacional de reflexión anticapitalista, el escritor, abogado y excanciller peruano Héctor Béjar Rivera recordó los terribles momentos vividos en Chile a partir del 11 de septiembre de 1973 cuando ocurrió el bombardeo al Palacio de La Moneda durante el cuartelazo contra el Gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende.

“Muchos años después, en 2019, hemos visto cómo durante el estallido social en Chile personas quedaron cegadas por los carabineros, y en Perú en los últimos meses muchos fueron asesinados y torturados”, denunció Béjar.

“Recordemos Allende, recordemos el estadio”, añadió el cientista social peruano (refiriéndose al Estadio Nacional de Chile), donde la dictadura del genocida dictador Augusto Pinochet arrestó a unas 40.000 personas y ejecutó a unas 400.

“Hacia los años 1970, el gobierno estadounidense y las oligarquías latinoamericanas intentaron exterminarnos. Y estamos aquí. Aquí están los hijos, los nietos. Las nuevas generaciones. Y esto demuestra que la política de exterminio ha fracasado. El 11 de septiembre celebraremos el fracaso de la política de exterminio”, afirmó Béjar.

“Pero eso no significa que se acabó. Todavía tenemos algunas tareas por hacer”, añadió. Y sostuvo que no sólo se debe denunciar la violencia y tortura practicada sistemáticamente por las fuerzas de seguridad del Estado en todos los países de la región, sino también investigar los protocolos y quienes ordenaron esta técnica. “Nuestra tarea es descubrir y desarmar este mundo”, argumentó.

Citando principalmente a los gobiernos progresistas y revolucionarios del continente, Béjar enumeró las que considera agendas pendientes: enfrentar el racismo, las reformas agrarias y urbanas y la soberanía alimentaria.

“Tenemos que tener en cuenta los grandes cambios sociales. La gran clase trabajadora del siglo XIX ha sido reemplazada. Ahora el proletariado mundial está compuesto por migrantes, exiliados, refugiados, desalojados y precarios”, evaluó, citando a los mensajeros que trabajan con reparto doce horas al día encima de una motocicleta. “Tenemos que hablar y articularnos con este gigantesco precariado. Es uno de nuestros grandes desafíos”, acotó.

Política imperial que no se ha modificado

La víspera, en el lanzamiento del evento, el alcalde de la municipalidad de Recoleta, Daniel Jadue, recordó que lo ocurrido en Chile contra el Gobierno de la Unidad Popular hace medio siglo forma parte de una política imperial que no cambió nada y a lo largo de los últimos 30 años ha destruido gobiernos latinoamericanos.

Como ejemplos, mencionó los golpes de Estado en Argentina, Uruguay, Paraguay, Brasil y en fechas más recientes en Venezuela, Honduras y Bolivia.

«Tenemos que convencernos todos los latinoamericanos que la frase no tiene que ser nunca más en Chile, sino nunca más en ninguna parte del mundo», dijo.

El neofascismo se radicaliza

Entre tanto, Laura Capote, de la Secretaría de Alba Movimientos y de Marcha Patriótica de Colombia aseveró que “quizás hemos dado demasiado espacio a discursos conciliadores, de centro y que no tensionen, creyendo que eso puede permitir una acumulación de fuerzas. Pero la historia muestra lo contrario”.

“Vivimos en una época en la que el neofascismo y las nuevas derechas se están radicalizando. Y nosotros, entonces, tenemos que estar disponibles para la radicalización de nuestro proyecto, un proyecto humanista, transformador, que supere la crisis civilizatoria en la que estamos”, afirmó Capote.