El coeficiente de Gini del ingreso per cápita familiar aumentó de 0,417 a 0,436 entre los 2° trimestres de 2023 y 2024. Cuanto más se acerca a 1, la equidistribución empeora.
La distribución funcional muestra una caída notable en la participación del factor trabajo, que pierde casi 10 puntos respecto a diciembre de 2015 .
Como es lógico la pobreza aumentó casi 13 puntos en un año, y la indigencia se duplicó. Eso no es todo, hay más pobres y son cada cada día más pobres: La brecha de pobreza creció casi 5 puntos, por lo que para dejar de ser pobre, una familia tipo requiere un ingreso extra equivalente al 42,6% del valor de la Canasta ampliada, $450.000 a valores de agosto.
Una suma equivalente al 50% del salario formal promedio, inalcanzable. Complementa este panorama desolador la pérdida de, al menos, 650.000 puestos de trabajo formales e informales en el último año. En fin, un desastre social sin antecedentes y que recién comienza.
Ojo somos conscientes que la inequidad , pobreza etc. producen efectos de cambio de percepción ciudadana más allá de que se los nombre, Ahora bien, la “narrativa” sobre inequidad, pobreza etc. no parece producir efectos de cambios de percepción. Igual seguiremos nombrándolos, eh! https://t.co/3BKMhiOPNK
— Artemio López (@Lupo55) October 3, 2024