Sin embargo, cuando las internas definieron los candidatos y se anunciaron los equipos técnicos, el establishment vislumbró ciertas certezas hasta entonces ausentes. La decisión de Bullrich de convocar a Carlos Melconian como su futuro ministro de Economía llevó tranquilidad y previsibilidad a los grupos de poder económico. Melconian era número puesto para el mismo cargo si Carlos Menem hubiera ganado la elección de 2003, fue titular del Banco Nación bajo el gobierno de Macri entre 2015 y 2017 y es uno de los economistas más cercanos al PRO (Propuesta Republicana) desde su fundación, en 2003, aun antes de la alianza de ese partido con la histórica Unión Cívica Radical.
Entre marzo y abril se iniciaron las rondas de exposiciones de los precandidatos presidenciales ante la Sociedad Rural Argentina (SRA), la Unión Industrial Argentina (UIA), la Asociación de Bancos Argentinos (ADEBA) y la Asociación Empresaria Argentina, que nuclea a las principales patronales del país. En una primera instancia, se escucharon voces moderadamente favorables al candidato ultraliberal: Milei «ve al campo como un aliado al cual hay que potenciar», dijo con aprobación el presidente de la SRA, Nicolás Pino. Luego de las PASO, el tono cambió: «Contundente mensaje empresario a Milei: de la UIA a la Rural defienden la obra pública», tituló Clarín, diario que había prodigado guiños al economista. En el evento de las cámaras empresariales al que refería la nota, celebrado cuatro días después de las PASO, el vice de la SRA, Marcos Pereda, señaló que «una sociedad se estructura sobre acuerdos y consensos» y que «el desarrollo lo da la infraestructura y el Estado tiene un rol clave». Los titulares de la UIA, la ADEBA y la Cámara de Comercio repitieron conceptos similares de alabanza al rol de la inversión pública en la economía.
Apenas conocidos los resultados de las PASO, la cotización de los bonos soberanos de Argentina caía un 10 por ciento en los mercados globales y las acciones de grandes compañías privadas del país acumulaban hasta un 12 por ciento de pérdidas en Wall Street. En sendas notas aparecidas en los días siguientes, medios como Perfil y La Nación reprodujeron declaraciones de «fuentes de la cúpula empresarial» en las que se acusa a Milei de «mesiánico», «autoritario», «antidemócrata» y se habla de preocupación por la «estabilidad» de la economía en caso de que el ultraliberal llegara a la presidencia.
El cambio fue especialmente notorio en el conservador diario La Nación. Invitado como columnista en los programas de la señal televisiva La Nación+, Milei tuvo a su disposición, durante un largo tiempo previo a las primarias, todo el aparato del histórico grupo multimediático de la familia Mitre. A comienzos de setiembre, sin embargo, La Nación ya se pregunta desembozadamente a través de una columna de Joaquín Morales Solá: «¿Está Milei en condiciones de ser presidente?». La respuesta es de una cerrada negativa. Otro columnista del matutino, Martín Rodríguez Yebra, decidió enumerar «las contradicciones de Milei», a quien emparenta con los odiados Néstor y Cristina Kirchner por fomentar la «división social». Esta semana, el canal TN (Todo Noticias), del grupo Clarín y otro de los ayer entusiastas replicadores del candidato, entrevistó a Domingo Cavallo acerca de los «errores de Milei»: «Milei no me hace caso» sobre la dolarización, alertó el exministro de Economía de Menem y De la Rúa. Detrás del Grupo Clarín, La Nación y el campeón del liberalismo económico globalThe Economist (que la semana pasada calificó a Milei como «un peligro para la democracia») se encolumnan ahora múltiples medios digitales favorables a la oposición de derecha, ya dedicados a coleccionar y exponer los exabruptos del candidato liberal.
El propio Milei denunció el viraje. Una semana después de las PASO, durante el programa televisivo La cornisa, que conduce Luis Majul en La Nación+, el economista sorprendió al conductor, que acababa de entrevistar a Bullrich, acusándolo a él y a sus jefes de hacer campaña a favor de la candidata de Juntos por el Cambio, a quien sindicó a su vez como mentirosa.
Esa misma semana, la Cámara de Diputados votó una cuestionada ley de alquileres con la participación de Milei en su rol de diputado nacional. Desde el diario La Nación y desde TN chicanearon. «Ley de alquileres: Javier Milei tuvo un paso raudo por el Congreso y votó en tándem con el kirchnerismo», tituló el matutino de los Mitre. «Ley de alquileres: Javier Milei, la izquierda y el kirchnerismo votaron en contra», anunció en pantalla la señal del grupo Clarín.
El bulldog y el mercado interno
Brecha consultó la opinión de dos académicos del Conicet dedicados a investigar los medios de comunicación. Martín Becerra, docente universitario, especialista en medios e industrias culturales, explicó así el surgimiento y el actual ostracismo mediático de Milei: «Durante la última década, los grandes medios lo tuvieron como animador de tertulias y le dieron vía libre para hablar de economía». «Hace ya tres o cuatro meses, los medios dejaron de invitarlo, pero llegó a las PASO con horas y horas de programación en canales de televisión en cuyos programas se festejaban sus excentricidades, exabruptos e improperios», agrega.
Para Guillermo Mastrini, docente de la Universidad de Buenos Aires e investigador especializado en derecho a la información, la evolución de Milei tiene un punto de ascenso y otro de descenso. «A Milei lo levantaron todos, no solo los medios de comunicación: el peronismo lo levantó porque creyó que le mordía votos a Juntos por el Cambio, y estos a su vez creyeron que coqueteando con Milei le restaban votos a Unión por la Patria.»
Becerra se adentra más en la historia de Milei y las redes sociales. «Milei tiene un desempeño en redes sociodigitales que viene desde hace varios años. Y en él confluyen comunidades libertarias, antiderechos y neofascistas. Toda esa galaxia configura varios cientos de miles de votantes. Hoy mismo, a pocas semanas de las elecciones, incluso la aparición de críticas a Milei lo favorece», señala.
En los últimos meses, medios como Clarín, La Nación, Página 12 y el portal de noticias Infobae se hicieron eco de las denuncias de venta de candidaturas en el espacio de Milei. Según las denuncias de excandidatos y excandidatas del espacio La Libertad Avanza, el entorno de Milei pretendía cobrar entre 5 mil y 20 mil dólares para otorgar una candidatura en un determinado distrito. A medida que se desarrollaban los comicios provinciales, desdoblados entre febrero y agosto, los candidatos que con diversos sellos locales se referenciaron en el espacio de Milei oscilaron entre el 2 y el 4 por ciento de los votos y varios de ellos acusaron al líder de no colaborar en sus campañas. Los medios nacionales se hicieron eco de esas disputas y sumaron las acusaciones de Mila Zurbriggen, referente de los jóvenes liberales, que denunció «candidaturas por favores sexuales y dinero» dentro del partido y terminó alejándose de la formación con nuevas denuncias, esta vez por amenazas y hostigamiento.
Sin embargo, esas denuncias no alcanzaron para mellar el volumen de votos de Milei. «La Nación intentó bajarlo ya antes de las PASO, pero evidentemente no alcanzó», señala Mastrini a Brecha. «Las empresas periodísticas se identifican con la propuesta política de Juntos por el Cambio porque presenta un programa homologado con esos medios y coloca como candidato a ministro de Economía a un hombre como Melconian […]. Milei, en cambio, es imprevisible», señala Becerra. «Los periodistas de estos medios, quizá sin darse cuenta, incluso hablan a veces en primera persona cuando entrevistan a esos candidatos de Juntos por el Cambio. La compenetración es tan fuerte que es imposible en la Argentina de hoy pensar cualquier idea periodística de equidistancia, imparcialidad. Yo diría que en televisión no hay periodistas, sino comentaristas», agrega el investigador.
Para Becerra, hay un punto central en esta historia. «Milei ofrecía la posibilidad de confrontar ideológicamente con el kirchnerismo, con el peronismo en general, con la izquierda, en temas que le son simpáticos al establishment, pero ahora se les fue de las manos», señala. «Una cosa es tener a un bulldog ladrando todo el tiempo y otra muy distinta es que ese bulldog se convierta en el jefe, en el presidente.»
Mastrini, en tanto, señala lo vital que resulta el mercado interno para los mismos empresarios que fogonearon el surgimiento de Milei: «Básicamente se trata de empresas y grupos mediáticos que viven del mercado interno, que está muy ligado, además, a las políticas públicas generadas desde el Estado. Y ahora Milei resulta disruptivo y peligroso en ese marco».
«El sistema de medios tradicionales no se lleva bien con Milei. Pero incluso no se lleva bien con personajes similares en otros países del mundo. La cadena O Globo se llevó pésimo con Jair Bolsonaro y está haciendo todo lo posible para que no vuelva. En Estados Unidos, los grandes medios, como el Washington Post y el New York Times, nunca empatizaron con Donald Trump», señala Mastrini. «Los medios argentinos saben que Milei es un riesgo para su propia supervivencia como conglomerados empresarios», remata.
«Si Milei llegara a cumplir su programa de gobierno tal como lo viene enunciando, incluso en las últimas semanas cuando empezó a relativizar algunas de sus consignas, sería nefasto para los empresarios de los medios. Especialmente porque en un país como Argentina desde hace décadas vienen tejiendo acuerdos y viviendo del Estado nacional, provincial y hasta municipal», confirma Becerra.
Tanto Becerra como Mastrini coinciden en su apreciación del enojo final de Milei con los periodistas de esos medios: «Resultó un acierto de Milei en las últimas semanas denunciar a los periodistas ensobrados [que cobran coimas], porque en definitiva esos periodistas ahora son parte de la casta planteada por Milei. En Argentina, los políticos y los medios de comunicación forman parte del mismo statu quo».
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También Zelensky fue un producto de la tv.
Fuente : RED VOLTAIRE | 10 DE SEPTIEMBRE DE 2023
Zelensky junto al “fuhrer blanco”
https:// http://www.voltairenet.org /article219658.html
Según Biletsky, Ucrania tiene como misión «guiar las razas blancas del mundo en una cruzada final… contra los Untermenschen [subhumanos] dirigidos por los semitas».
Milei hablo de superioridad moral y hasta estética en relación a los «zurdos» . Larreta y Bullrich prometen terminar con el kirchnerismo para siempre.
Cualquier similitud …