La ventaja en términos relativos sobre este mecanismo de solapamiento y fagocitación efectivamente la tiene Milei porque ha terminado primero en la PASO con 30 puntos de votos pero al mismo tiempo no olvidemos que Bullrich ha reunido apenas 16 puntos en la interna de Juntos por el Cambio y el electorado que acompañaba a Horacio Rodríguez Larreta no necesariamente – esto vale para todos, pero en particular para la interna de Juntos por el Cambio -, no necesariamente el electorado de Larreta va a acompañar a Bullrich.
Las proporciones del desacople no las conocemos, pero hay que observar que efectivamente la suma matemática no corresponde.
En suma, por un camino, haber salido primero en la PASO y con esto precipitar el efecto “voto útil” sobre la figura de Milei y como segunda determinación, que el electorado de Rodríguez Larreta no necesariamente va a acompañar a Bullrich que fue la ganadora de la interna de Juntos por el Cambio, parece sensato conjeturar que va a ser Milei el que termine en ese espacio de proyectos solapados, imponiendo su candidatura de cara a la segunda vuelta.
Vamos a hacer un comentario con respecto a la posibilidad de que haya resolución en primera vuelta. El balotaje muy poco estricto a nivel nacional dado que con 40 puntos y más de 10 puntos respecto al segundo, se resuelve la elección en primera vuelta, esto es así hasta los 45 puntos, ya llegado al 45%, no importa la diferencia al segundo, la elección se resuelve en primera vuelta, pero entre 40 y 44 puntos si el primero le saca 10 puntos al segundo, también resuelve la elección en primera vuelta.
Es difícil este escenario de primera ronda, Milei debiera crecer 10 puntos con respecto a su registro en las PASO para que se habilite el mecanismo de triunfo en primera ronda, pero al mismo tiempo ningún otro candidato, en particular Sergio Massa, debiera crecer menos de tres puntos para que se diera el escenario de 40 más 10.
Massa debe lograr en este tramo de campaña dar señales concretas de mejoras en los ingresos -el candidato de Unión por la Patria ha prometido mejoras de ingresos para trabajadores formales, informales, jubilados y pensionados, como medidas paliativas-. Lenin sostenía que “la política es la expresión más concentrada de la economía” y si esto es así, el momento electoral es el summun de esa concentración.
Por supuesto hay otras determinaciones no económicas a la hora de desarrollarse una práctica electoral.
Por caso, el oficialismo y su candidato deberán analizar también en cada uno de los territorios qué sucedió con el corte de boleta y sobre todo en los territorios afines, observar qué motivó el notable ausentismo electoral ya que la PASO tuvo una baja concurrencia, que no llegó al 70% de los electores habilitados.
Esa doble combinación de mejoras de ingresos e ingeniería electoral, podría hacer que Sergio Massa accediera a tener 34 puntos de intención de voto en primera ronda lo cual inhabilitaría la posibilidad de pensar esta elección sin segunda vuelta.
La segunda vuelta en noviembre ya plantea otra elección totalmente distinta por varios motivos. El fundamental es porque ya las medidas que tome el gobierno van a estar plenamente instaladas en la población, las mejoras de ingresos, y por otro lado ya el electorado de Javier Milei, su núcleo más tendrá ya una arquitectura definitiva para proyectarse a la segunda vuelta.
En suma, no hay certeza de qué va a ocurrir en el caso de que se plantee un balotaje porque no sabemos bien cómo va a resolver su decisión de voto el electorado menos alineado a los candidatos, los electores blandos que quedan por afuera de las opciones de Milei y Massa, que son los dos candidatos que hoy tienen más chance de ingresar a segunda vuelta.
Siempre insistimos el análisis se realiza en términos conjeturales pues hay variables que se escapan. Por caso es bastante improbable pronosticar el nivel de presentismo que exista en primera ronda y en el caso de haber balotaje.
Seguro habrá una tendencia a aumentar la participación en qué proporción no lo sabemos, pero yo estoy seguro que va a haber por lo menos 10 puntos más de participación que la última observada en la PASO.
Con lo cual dada la estrechez de las diferencias entre candidatos que se planteó en la PASO y la que probablemente surja de la primera vuelta, pronosticar un eventual balotaje es imposible sino mediante groseras aproximaciones.
En líneas generales esto es lo que se observa: