Un amor no correspondido o «si bwana»

"La Unión Europea se formó para fastidiar a Estados Unidos". Con esa categórica sentencia el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha agitado aún más las tensas relaciones con el Viejo Continente. Primero fueron las críticas a la OTAN, luego el acercamiento a Rusia y, finalmente, una sacudida a los mercados.

Trump ataca a Europa con aranceles del 25% inventando que la UE se creó para «joder a Estados Unidos»

El mandatario ha asegurado que impondrá aranceles de hasta el 25% a Europa. Pero fiel a su costumbre, no ha concretado ni cuando, ni cómo, ni dónde. Bruselas ya ha prometido medidas recíprocas.

«Hemos tomado una decisión y la anunciaremos muy pronto. Serán del 25%», avanzó Trump en la tarde del miércoles durante una reunión con su Gabinete en la que, durante unos minutos, dio rienda suelta y profirió todo tipo de ataques a los socios europeos.

Según Trump, la Unión Europea no solo se formó para «fastidiar a EEUU», sino para «aprovecharse» de los estadounidenses.

«No aceptan nuestros coches. No aceptan, esencialmente, nuestros productos agrícolas. Y nosotros aceptamos todo de ellos», justificó el mandatario, quien apuntó como los principales bienes afectados por sus medidas proteccionistas a los automóviles y los productos farmacéuticos.

De las tarifas, que supuestamente llegarán al 25% y afectarán a todos los miembros comunitarios, la Casa Blanca no ha aportado más detalles. Tampoco se habló sobre este asunto el día anterior, cuando Trump dio una rueda de prensa junto al presidente francés, Emmanuel Macron.

«No puedes tener una guerra comercial con China y Europa al mismo tiempo. Espero haberlo convencido», dijo Macron a Fox News ayer mismo, después de la reunión en la que, a pesar de la diplomacia impostada, hubo enormes diferencias y el mandatario galo le llevó la contraria públicamente respecto al apoyo económico que la Unión Europea ha brindado a Kiev estos tres años.

Respuesta de la UE

Los mercados han reaccionado con cautela. La Comisión Europea con más firmeza.

«La UE reaccionará de forma firme e inmediata contra las barreras injustificadas al comercio libre y justo, incluso cuando se utilicen aranceles para desafiar políticas legales y no discriminatorias», dijo un portavoz de la Comisión a la agencia Reuters.

Ningún cargo ejecutivo de Bruselas ha respondido aún públicamente a Trump, pero la fuente comunitaria rechazó de pleno la afirmación del estadounidense en un tono muy severo: «La Unión Europea es el mercado libre más grande del mundo. Y ha sido una bendición para los Estados Unidos. La UE ha facilitado el comercio, reducido los costes para los exportadores estadounidenses y armonizado normas y reglamentos en 27 países.»

Confusión con México y Canadá

Al tiempo que Trump redobló su retórica de ataque a Europa, rebajó la amenaza contra sus vecinos fronterizos y aliados comerciales, Canadá y México, al aplazar hasta abril la imposición de los aranceles que había prometido. También dijo que, de momento, no serán todos los anunciados.

«Tengo que decir que será el 2 de abril, lo iba a hacer el 1 de abril (Día de los Inocentes en EEUU). Pero soy un poco supersticioso, será 2 de abril, los aranceles siguen en pie. No todos, pero muchos de ellos», respondió el mandatario al ser preguntado por los mismos.

Horas después, sin embargo, un funcionario de la propia Casa Blanca contradijo al presidente al asegurar que la fecha prevista anteriormente para activar las tarifas, el 4 de marzo, seguía en efecto «por el momento».

Sin concreción

Así, Trump sigue jugando al despiste con los históricos aliados del EEUU.

El 25% es el eterno porcentaje con el que lleva amenazando a sus socios comerciales desde que se confirmó su victoria en las elecciones de noviembre. Antes de navidades, ya afirmó que impondría los aranceles a México y Canadá en su primer día de gobierno, pero ahora no se sabe si llegarán en marzo, abril, o se detendrán tras una negociación in extremis como ocurrió con Colombia hace unas semanas tras el rifirrafe público entre Trump y Gustavo Petro.

El único compromiso materializado de su retórica proteccionista ha sido la subida del 10% a los aranceles que EEUU ya imponía a China.

De manera paralela, Trump ya había firmado anteriormente dos órdenes: una de imponer tarifas a todas las importaciones de acero y aluminio; y otras de estudiar aranceles recíprocos a todos sus socios comerciales, incluida la también poderosa India, cuyo primer ministro, Narendra Modi, no consiguió frenar la amenaza durante su reciente vista a Washington.

Al mismo tiempo, el Departamento de Comercio está realizando un estudio sobre las importaciones de EEUU y su efecto en la economía doméstica. Se espera que esté listo el 1 de abril, fecha en la que Europa podría conocer mejor el alcance de las medidas, que según fuentes internas podrían llegar en forma de medidas regulatorias y no sólo en modo de aranceles directos.

Cuando se le preguntó sobre posibles represalias por parte de la UE y un repunte aún mayor en la inflación a causa de una guerra comercial entre las dos potencias, Trump respondió escuetamente: «Pueden intentarlo, pero no podrán».

Según Bloomberglos aranceles de Trump podrían alcanzar hasta 29.300 millones de dólares (28.0000 de euros) de las exportaciones del bloque. Medios conservadores y aliados del Partido Republicano, como el Wall Street Journal, han advertido que los planes de Trump corren el «riesgo de dañar la economía estadounidense», que ya está sufriendo ligeros repuntes en los datos de inflación.

Trump, sin embargo, respondió con grandilocuencia al último editorial de la publicación: «Los aranceles llevarán a tener cantidades masivas de fabricación de automóviles en Michigan, un estado que gané fácilmente en las elecciones presidenciales»

Starmer de mediador

En este escenario de incertidumbre aterrizará este jueves el primer ministro británico, el laborista Keir Starmer. Se espera que ejerza de mediador para tratar de perseverar los lazos entre EEUU y Europa con la promesa de aumentar su presupuesto en defensa.

«Acepto que los aliados europeos, incluido Reino Unido, deben hacer más y eso significa capacidad, coordinación y gasto», dijo el británico a los periodistas al despegar de Londres en destino a Washington.

Reino Unido, que durante el primer mandato de Trump estaba gestionando su salida de la Unión Europea y ahora acude como voz propia, se ha acercado a Bruselas en los últimos meses.

Starmer participó en la reunión informal que Macron organizó, al tiempo que EEUU y Rusia organizaban su primera negociación sobre Ucrania sin contar con ningún otro país. De hecho, el domingo recibirá a los líderes de Italia, Alemania, Polonia y otros aliados (posiblemente el presidente ucraniano Volodímir Zelenski), para discutir una respuesta conjunta en relación a Ucrania, avanza Reuters.

Zelenski, por su parte, viajará el viernes a Washington para encontrarse con Trump, quien hace unos días le calificó «dictador sin elecciones».

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