Ventanas de humo

Suma fija: un debate con impacto electoral. Crecen las demandan para otorgar una suma fija desde el oficialismo, los sindicatos y movimientos sociales, pero por ahora el Ejecutivo no dio señales de apoyar la idea. ¿Quiere ganar?

¿Cuál es el efecto de una suma fija sobre el promedio y la mediana de salarios formales?

Como se ve en el gráfico, una suma fija de $40.000 (hoy debiera ajustarse por inflación) los llevaba en diciembre de 2023 apenas a superar los niveles paupérrimos en que los dejó el macriato (aún hoy permanecen por debajo), tanto para el promedio, como para la mediana (medida que divide en dos el universo salarial).

 

¿Por qué no se otorga? Pienso cosas, una en particular: ¿El gobierno nacional quiere ganar las elecciones?

En un escenario electoral nacional abierto, de tercios imperfectos y donde el electorado aún no define supremacías, tras analizar además los resultados de las elecciones del año 2021, donde las carencias socioeconómicas en particular la estrechez de ingresos familiares, partieron la base de representación del FDT que perdió 4,1 millones de votos que mayoritariamente no concurrieron a votar, rechazar la asignación de una suma fija para trabajadores formales es insólito, muy raro.

Un sector de la CGT que, como señalara Cristina Kirchner en 2015, no se sabía si estaba con el entonces FPV o con Juntos por el Cambio hoy argumenta que la suma fija “achata paritarias”, discurso insostenible para los salarios más altos, en los que apenas oficia de plus desde donde pactar nuevas paritarias e insolidario para los trabajadores que menos ganan en los que la suma fija levanta el exiguo piso paritario.

Advierten también que la suma fija “no llega a los trabajadores informales”, pues bien, este argumento no lejos de impugnar la suma fija, impulsa a complementar con transferencias de ingresos que sí lleguen a este sector de la economía. Lo que sí se sabe es que no hacer nada supone reducir fuertemente las chances electorales del oficialismo.

Por otra parte, la evidencia medida por la evolución de los salarios también muestra la necesidad de otorgar una suma fija, pues como se observa en el cuadro y gráfico que siguen, todas las categorías salariales han caído en la comparación ya no con el año 2016, cuando se fue Cristina Kirchner, sino con el año 2019, como los dejó Mauricio Macri, con una breve recuperación en el año 2023, que sin embargo no alcanza a revertir la pérdida.

 

Finalmente, y para ser concretos, este es el salario promedio bruto -sujeto a descuentos- para trabajadores privados registrados en mayo de 2023, según datos del Ministerio de Desarrollo Productivo: $242.412.

 

 

Y esta es la valorización de las canastas de pobreza e indigencia para abril del año 2023, último dato del INDEC publicado.

 

El salario formal privado promedio queda $ 40.000 por sobre la canasta de pobreza de un hogar tipo 2, de 4 miembros, mientras que la mediana, la medida que divide en dos el universo salarial privado registrado, se ubica $ 40.000 por debajo.

Las consecuencias distributivas son inexorables y se muestran en este gráfico elaborado por FLACSO en el Documento de Trabajo Nro.29.

 

Tal como se advierte en el Gráfico, la reducción en la participación de los asalariados en el ingreso durante la gestión de Cambiemos (del 51,8% en 2016 al 46,2% en 2019) se profundizó en el gobierno del Frente de Todos (43,9% en los tres primeros trimestres de 2022).

 

Finalmente, la crisis de ingreso tiene consecuencias sobre el crecimiento económico. Mientras la inflación vuela y seguirá haciéndolo, la falta de dólares impone más cepo ,  la actividad dio en marzo indicios claros de un amesetamiento que podría devenir en recesión –creció 1,3% interanual, pero apenas 0,1% contra febrero–.

A buen entendedor… Insistimos, ¿quiere ganar el gobierno?

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