Alfileres y martillos

@CFKArgentina lleva 46 días presa y proscripta.
Naturalizar este episodio antidemocrático por parte de un amplio sector de la oposición al actual gobierno nacional (no solo la política), forma parte de la ausencia de alternativas reales que aún sostiene a @JMilei. La deriva más evidente (no única) es la apatía electoral de un sector creciente de la ciudadanía, en especial segmentos medios bajos y bajos, que llevan ya más de una década sometidos a un maltrato constante e impiadoso, y aún se referencian en la expresidenta.
En esta perspectiva "Cristina libre" no es una consigna electoral, es la condición de posibilidad para restaurar la democracia y el sistema de representación electoral que supone que hoy ha sido desvirtuado de manera inocultable. Lo inevitable de las acciones (u omisiones) son las consecuencias, y eliminar las proscripciones es evitar que la democracia colapse definitiva e irreversiblemente. Hubo ejemplos en la historia que sirven a modo de guía para la acción, tan solo una muestra de que no se puede pegar con alfileres lo que hay que romper a martillazos.

Héctor Cámpora: Un ejemplo de lealtad

-¿Cómo se resolvió la proscripción de Perón en el año 1973?-

Artemio López*

En tiempos de proscripciones a los liderazgos populares, recordemos una que resulta emblemática y su resolución: La proscripción de Juan Perón.

La misma se instauró desde el minuto uno del golpe reaccionario del año 1955, duró 18 años y se resolvió transitando un camino difícil al que muchos juzgaban “imposible”. Una vez que todos los intentos de restaurar la democracia y su sistema electoral fracasaran (incluso aquellos que acordaba Perón) quebrara la proscripción requirió de una estrategia y desplegada sin prisa ni pausa en el tiempo (que tampoco se originó siempre en el mismo Perón, que finalmente la condujo y acompañó), que supuso al menos:

1-la presión popular,

2-la movilización peronista,

3-la aparición de las organizaciones especiales,

4-las negociaciones políticas y

5-la incapacidad del régimen militar de mantener el control sin integrar al peronismo.

El proceso culminó con el retorno de Perón y su elección como presidente en 1973. La proscripción de Juan Domingo Perón en Argentina, que había sido impuesta tras el golpe de Estado de 1955, se resolvió en 1973 mediante una combinación de factores políticos, sociales y negociaciones que permitieron su regreso al país y su participación en las elecciones.

A continuación, describamos brevemente cómo se logró:

Contexto político y presión popular:

Durante los años 60 y principios de los 70, el peronismo, aunque proscripto, mantuvo una fuerte base social y política. Movimientos sindicales, juveniles y guerrilleros (como Montoneros) presionaron por el retorno de Perón y la legalización del peronismo. La movilización popular, junto con la incapacidad de los gobiernos militares y civiles de resolver la crisis económica y social, debilitó la legitimidad de los sectores antiperonistas.

Estrategia de la dictadura de Lanusse:

En 1971, el general Alejandro Lanusse, líder de la dictadura autodenominada «Revolución Argentina» (1966-1973), impulsó el «Gran Acuerdo Nacional» (GAN) para intentar una transición controlada hacia la democracia. Lanusse buscaba integrar al peronismo al sistema político, pero bajo condiciones que limitaran su poder. Sin embargo, la proscripción de Perón como candidato persistía inicialmente, lo que generó tensiones.

 Negociaciones y retorno de Perón:

Perón, exiliado en Madrid, mantuvo un rol activo en la política argentina a través de emisarios y su movimiento. En 1972, regresó brevemente a Argentina (noviembre) tras 17 años de exilio, lo que galvanizó al peronismo. Aunque inicialmente se mantuvo la proscripción para candidatearse, las negociaciones entre el peronismo y el gobierno de Lanusse, junto con la presión de las bases peronistas, llevaron a un acuerdo para levantar las restricciones.

Elecciones de 1973 y victoria peronista:

En marzo de 1973, se realizaron elecciones generales, pero Perón no pudo ser candidato debido a una cláusula que exigía residencia en el país antes de un plazo determinado. El peronismo presentó a Héctor Cámpora, un aliado leal de Perón, como candidato del Frente Justicialista de Liberación (FREJULI). Cámpora ganó las elecciones con el 49,5% de los votos, lo que marcó el fin efectivo de la proscripción, ya que el peronismo volvió al poder.

 Regreso definitivo y presidencia:

Tras la victoria de Cámpora, Perón regresó a La Argentina en junio de 1973. Cámpora, no sin presiones inevitable, renunció en julio a los 49 días de gobierno para permitir nuevas elecciones sin restricciones, en las que Perón pudo participar.

En septiembre de 1973, Perón fue elegido presidente con el 61,9% de los votos, asumiendo el cargo el 12 de octubre de 1973.

*director Consultora Equis

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *