Hoy Bolivia elige. Se inscribieron diez partidos políticos, pero solo ocho llegan hoy, entre ellos el del presidente del Senado, el oficialista Andrónico Rodríguez, que ocupa el quinto lugar en las últimas encuestas, y el exministro de Gobierno Eduardo del Castillo, quien, con el MAS, no ha logrado superar el 2,1 % de intención de voto, lo que podría suponer la pérdida de la personería jurídica del partido gobernante. Hoy los bolivianos están llamados a las urnas para elegir al presidente, al vicepresidente y al Parlamento para el periodo 2025-2030, en medio de una fuerte crisis económica marcada por la falta de dólares, la escasez de combustible, el alza de la inflación que ha encarecido los productos de primera necesidad y las duras críticas al presidente Luis Arce y a la administración del MAS por el "fracaso del modelo económico". Una vez más, la transición hacia nuevos liderazgos parece haber fallado.
Emir Sader
De hecho, Bolivia era uno de los países menos conocidos de Latinoamérica. Pocos saben que Bolivia perdió su acceso al mar a manos de Chile en la Guerra del Pacífico de 1879. Un desastre para un país exportador de materias primas.
Recuerdo que un taxista de Cochabamba me preguntó una vez cómo era el mar. Ni siquiera sabía cómo explicárselo, estaba tan triste.
Evo Morales, el líder cocalero, eligió a Álvaro García Linera, el principal intelectual de Bolivia, como su compañero de fórmula. Y llevaron a cabo excelentes gobiernos, incluyendo una Asamblea Constituyente que refundó el Estado boliviano como un Estado plurinacional, con la autonomía de los pueblos indígenas. Se presentó y aprobó una nueva Constitución mediante referéndum nacional.
Álvaro García Linera propuso a Evo permitir que Arce ejerciera un segundo mandato, como ya lo había hecho, para que luego pudiera regresar a la presidencia. Evo rechazó la propuesta y, a partir de ese momento, se desató un brutal enfrentamiento entre ambos.
Evo no puede regresar a la presidencia, tras haber cumplido dos mandatos. Pero se niega a aceptar esta decisión judicial y utiliza su capacidad para movilizar a los campesinos, especialmente en la región de Cochabamba, para paralizar el país o, al menos, generar una crisis nacional.
Este enfrentamiento permitió a la derecha, derrotada durante estos 20 años, explotar la división dentro de la izquierda para resurgir. Además, se aprovecha de la recesión económica desatada por la crisis generada por el gobierno de Arce.
Ante esta crisis, Morales retiró su candidatura. Evo Morales, a su vez, propone un voto nulo, lo que revela el resentimiento con el que reacciona ante la imposibilidad de su candidatura.
El candidato de izquierda, Andrónico Rodríguez, un joven líder campesino que fue presidente del Congreso, tiene muchas dificultades para competir contra los candidatos de derecha. La gran cantidad de votantes indecisos podría finalmente decantarse a favor de Andrónico, pero su posición actual en las encuestas lo sitúa en quinto lugar.
Así, lamentablemente, Bolivia se encamina, por primera vez, una segunda vuelta entre dos candidatos de la vieja derecha.