Aquella tarde, la CTA, el Movimiento de Trabajadores Argentinos (MTA), con Moyano a la cabeza, y la Corriente Clasista Combativa ,CCC, de Carlos “Perro” Santillán, realizaron un acto que sirvió como señal de partida para todas las acciones masivas que se desarrollarían con posterioridad. Fue el primer movimiento multisectorial contra el menemismo.
Las diferentes columnas que llegaron a la Capital Federal ese miércoles partieron el domingo desde el norte y el sur -con el correr de los kilómetros se sumarían del oeste y el noreste-. El contexto era complejo. La Convertibilidad con la que se puso fin a la hiperinflación era una bomba que ya no tenía más tiempo. Mientras más tiempo duraba la paridad entre el dólar y el peso mayores eran los efectos en la gente. Pizza con champagne y retiros voluntarios para los estatales. Había hambre en la calle. Y así lo hizo saber el “Perro” Santillán cuando en su discurso aseguró que sólo había llegado hasta ahí “para dar testimonio de la miseria y el hambre que sufren en el norte miles y miles de compatriotas”.
Para el Gobierno no fue tanto. Según palabras de Carlos Ruckauf, por entonces ministro del Interior, la marcha “no convocó la cantidad de personas que el propio Gobierno creyó que iba a manifestarse contra la política económica”.
Lo cierto es que la Marcha Federal, un colectivo de diferentes patas con un mismo reclamo, expresó un amplio marco de fuerzas opositoras a la política menemista y abrió paso a la resistencia en varias luchas que se ya se venían desarrollando en distintos puntos del país.
Todo el año 95 estuvo signado por luchas de trabajadores estatales. Se dieron las primeras peleas de comerciantes de localidades del interior por la presión impositiva. Hubo todo tipo de puebladas en San Juan y en Río Negro hasta que, a mediados de 1996, tuvo su máximo punto con el levantamiento de los pobladores de Cutral Có y Plaza Huincul, dos ciudades neuquinas, en donde 20 mil personas cortaron la ruta y dieron vida a los famosos piquetes como forma de autodefensa. Algo que continuó en 1997 con un segundo “Cutralcazo” y otras grandes puebladas en Tartagal, General Mosconi y Libertador General San Martín. Incluso, la Marcha Federal también sirvió como germen de lo que dos años más tarde sería la Alianza.
A 29 años de su realización, la Marcha Federal sigue siendo recordada como caldo de cultivo de la lucha callejera, recuerdo que se reactualiza en medio del alzamiento popular en Jujuy. Cuando todo parece bajo control de la casta, hay que estar atentos a los síntomas del quiebre de la “pax romana”. El tiempo dirá.
Marcelo Falak: “A fines de los años 1990, cuando el conflicto social empezó a escalar, la resistencia llegó, acaso no casualmente, en buena medida de Jujuy, con “El Perro” Santillán y las “marchas federales”.
— Artemio López (@Lupo55) June 21, 2023
El peronismo jujeño declina electoralmente al tiempo que crece, con lógica, la izquierda tradicional. El declive electoral muestra qué supone replicar el camino de tranformar al PJ en furgón de cola del neoliberalismo, camino que Néstor y Cristina interrumpieron en 2003. Triste. pic.twitter.com/7LZJVZlSVE
— Artemio López (@Lupo55) June 21, 2023
Fue una marcha muy importante, porque fue la primera contra el gobierno neoliberal de Carlitos. Pero la viveza del Riojano hizo que NO hubiera represión, y eso actuó a su favor. Los que fuimos empezamos a dividirnos porque sentimos que teníamos poder y el resultado terminó por sepultarnos. Menem ganó con comodidad en el 95 y tuvo 4 años de gracia para seguir rematando al País. La lucha debe ser cotidiana y no creer nunca, que ganar una batalla, es ganar la guerra. El FdeT, es un ejemplo de ello. Puro aparato, nada de calle, burocracias lucrativas que se alejan de la gente hasta ser nada. La CTA, sigue dividida y débil(ambas), la CGT de los gordos, obitó, del MTA SOLO QUEDAN RECUERDOS Y EL MOV. fEDERAL, ES UN TÍMIDO GRUPO DE ACOMODATICIOS. Así nos va.