La alianza entre sectores dominantes locales y extranjeros que –hasta ahora–, sostiene estructuralmente la política socioeconómica oficial, no registra antecedentes en la historia democrática donde nunca se logró este nivel de síntesis intraburguesa. Han aprendido de la historia reciente.
La reunión anual de la Asamblea Popular Nacional (APN) de China está en marcha ahora mismo. La APN es oficialmente el máximo órgano deliberante de China y aparentemente decide las políticas económicas y sociales cada año. En realidad, esas políticas han sido elaboradas de antemano por los líderes del Partido Comunista Chino y luego presentadas a la APN para su votación (por unanimidad). Sin embargo, la reunión del APN ofrece a los líderes del PC una oportunidad de exponer sus respuestas políticas para hacer frente a los actuales problemas económicos y sociales del país.
A partir de un Twitter reposteado por el presidente, donde se afirma que las carreras de humanidades no sólo deberían ser aranceladas, sino que, agrega, son inútiles, el sociólogo Sebastián Russo pone en vigencia una antigua pregunta: la educación para qué y para quiénes.
“Despolarizar solo conduce a la irrelevancia o al panelismo televisivo. Más que de calma y vida familiar, los argentinos tenemos un deseo fundacional a toda prueba. Queremos la vida intensa y facciosa de los santos calvinistas. Lo que se juega a futuro es Cristina o Milei”.
Desde su asunción, el gobierno de Milei desjerarquizó las políticas de género (cuya expresión máxima fue reducir el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad en una Subsecretaría), prohibió el lenguaje inclusivo, se propuso cerrar el INADI y emprendió un ataque sistemático contra el movimiento feminista. Buscan avanzar contra el derecho al aborto, pero mientras tanto avanzan contra los ingresos y la calidad de vida a través de un plan económico que tiene como objetivo una transferencia brutal de ingresos desde los sectores de menores ingresos, en los que como dijimos están sobrerrepresentadas las mujeres, hacia los sectores más concentrados, en los que prevalecen los varones.
La reducción del gasto que lleva adelante el gobierno nacional se sostiene en el deterioro acelerado de las condiciones materiales de existencia del 80% de la población. La alianza entre sectores dominantes locales y extranjeros que -hasta ahora- sostiene estructuralmente la política socioeconómica oficial, no registra antecedentes en la historia democrática dónde nunca se logró este nivel de síntesis intra burguesa. Han aprendido de la historia reciente.. Para una aproximación a la dinámica del ajuste que encarna el Psycho Killer mediante un indicador duro como es el recorte en previsión social , leemos al Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF). "En enero se concretó el mayor recorte real interanual de gasto público de los últimos 30 años. Con ingresos iguales que en 2023, la mejora del resultado fiscal fue explicada por la reducción del gasto: los sectores que aportaron. Con una reducción interanual del 36% en febrero, el gasto real devengado de la Administración Nacional habría descendido un 33% en el primer bimestre del año
Los jubilados soportaron el 43% de la reducción total del gasto del bimestre, como consecuencia de la licuación de las jubilaciones."
En el espacio de dos meses, el nivel de pobreza en Argentina habría alcanzado un nivel desconocido desde hace veinte años. La contrarrevolución libertaria del Presidente Javier Milei ha agravado la recesión en la que ya estaba sumido el país desde el verano pasado.
En una nueva demanda legal en Estados Unidos contra Meta, 41 estados y el Distrito de Columbia sostienen que dos redes sociales de la empresa (Instagram y Facebook) no sólo son adictivas, sino también perjudiciales para el bienestar de los menores. Se acusa a Meta de poner en práctica un «esquema para explotar a jóvenes usuarios con fines de lucro», que incluye mostrarles contenido nocivo que los mantiene pegados a sus pantallas.
Javier Milei es un síntoma: el presidente argentino expresa de manera concentrada tendencias intrínsecas al capitalismo de nuestros días. No es una anomalía, sino su producto mejor logrado.
En 82 días el Psycho Killer devaluó un 118%, duplicó la inflación y el desempleo, agregó 17 puntos de pobreza, hizo caer 20% el poder adquisitivo real de los salarios. Sin embargo, persiste en una parte de la sociedad una retórica que ya merece el Pultizer “hay que darle tiempo”.
Las políticas posdistributivas harán poco para cambiar la desigualdad subyacente de ingresos y riqueza. Eso requeriría un cambio radical en la propiedad y el control de esa riqueza, es decir, la propiedad pública de los bancos y las grandes empresas y la inversión pública dirigida a las necesidades sociales, no a las ganancias. Pero tales políticas son anatema para aquellos que buscan el "La tercera vía".
En el 2018, el filósofo José Pablo Feinmann, en un artículo titulado «La miseria planificada«, comentó que releer hoy la Carta de Walsh a la Junta Militar estremece. Lo mismo podría decirse en la actualidad argentina, solo después de 81 días de gobierno libertario. La simetría con el gobierno actual es alarmante. Según una conocida consigna para el entonces presidente Mauricio Macri, «Macri es la dictadura», canto que puede extenderse a un actual «Milei es la dictadura».
La problemática de alquilar una vivienda enfrenta hoy su momento de mayor dificultad. A las prácticas desreguladoras del gobierno nacional se agrega el aislamiento y la desorganización de la mayoría de inquilinos e inquilinas. En la nota se muestran los fundamentos , práctica y resultados de los sindicatos de inquilinas e inquilinos en España. Se trata de una referencia a considerar para enfrentar en el terreno específico del acceso a la vivienda, la coyuntura de ofensiva neoliberal general que encarna el gobierno nacional.
En las últimas décadas hemos sido testigos de grandes transformaciones en el mundo del trabajo. Desde el advenimiento de Thatcher en Gran Bretaña y de Reagan en Estados Unidos (símbolos elocuentes de su acción son la feroz lucha de la primera contra los mineros y la del segundo contra los controladores aéreos), el ataque frontal al mundo del trabajo ha cobrado un nuevo vigor, arrastrando incluso a importantes fuerzas políticas antaño de izquierdas a un activo papel antilaboral y dejando atrás progresivamente muchas de las conquistas de posguerra. En Occidente, este ataque, aún en curso, ha sido posible no sólo por las malas decisiones tomadas por los políticos, sino también por el desarrollo de los procesos de globalización e innovación tecnológica.
El modelo económico boliviano, impulsado desde 2006, muestra signos de agotamiento, en el contexto de la guerra interna entre «evistas» y «arcistas». Casi dos décadas de hegemonía del MAS podrían estar llegando a su fin, aunque nada está escrito en piedra.
Hablamos con Masha Gessen, figura de renombre en el ámbito periodístico e intelectual de origen ruso-estadounidense, cuyo último artículo para la revista The New Yorker analiza la políticas de conmemoración del Holocausto en Europa. Este 15 de diciembre Gessen iba a recibir el prestigioso Premio Hannah Arendt en Alemania. Sin embargo, la ceremonia se pospuso ante la decisión de algunos patrocinadores del premio de retirar su apoyo a la premiación, por la comparación realizada por Gessen en su artículo entre la situación de Gaza y lo experimentado en el gueto de Varsovia. La ceremonia de entrega de premios finalmente se reprogramó para el sábado 16 de diciembre y será un evento más pequeño. Gessen sostiene que la cultura alemana de aprender y reparar los pecados del régimen nazi se ha transformado en un apoyo irrestricto al Estado de Israel sean cual sean sus actos, que censura cualquier expresión de solidaridad con Palestina en un esfuerzo viciado por combatir el antisemitismo. La piedra angular de esta forma de “política de la memoria” es que “nada es comparable con el Holocausto”, dice Gessen. “Mi argumento es que para aprender de la historia, es necesario establecer comparaciones”.
En un contexto de alta concentración de la riqueza y de aumento sostenido de las desigualdades, el gobierno de Javier Miliei impulsa un ajuste brutal de la economía y la deslegitimación constante de cualquier forma de organización popular, ya sea de los movimientos sociales, las organizaciones gremiales, hasta las acciones colectivas de los vecinos y vecinas autoconvocadas, con el objetivo de desarticular un entramado social que, por supuesto, no comulga con su proyecto económico, político y social que excluye a las mayorías populares y de clases medias.
El nuevo gobierno de Argentina busca transformar la estructura económica y social a través de una fenomenal redistribución regresiva del ingreso. De fondo, sin embargo, su objetivo es instalar una nueva visión del mundo, en la que los explotadores son benefactores sociales y los vínculos de solidaridad, un negocio aberrante.
La globalización de la economía capitalista se empalma con el método fascista para privatizar la estatalidad. Una prótesis de expansión de esa amalgama está en nuestros bolsillos: el celular, que propaga ese poder oscuro. No nos compramos un celu; nos abrimos a él, le permitimos entrar a nuestras vidas y le regalamos nuestro ser a un aparato propagador de un poder fascista.
"¿Qué extraña inversión se produjo en las entrañas de ese pueblo humillado, perseguido, asesinado, como para humillar, perseguir y asesinar a quienes reclaman lo mismo que los judíos antes habían reclamado para sí mismos? ¿Qué extraña victoria póstuma del nazismo, qué extraña destrucción inseminó la barbarie nazi en el espíritu judío? ¡Qué extraña capacidad vuelve a despertar en este apoderamiento de los territorios ajenos, donde la seguridad que se reclama lo es sobre el fondo de la destrucción y dominación del otro por la fuerza y el terror? Se ve entonces que cuando el estado de Israel enviaba sus armas a los regímenes de América Latina y de África, ya allí era visible la nueva y estúpida coherencia de los que se identifican con sus propios perseguidores". León Rozitchner