Una familia tipo de cuatro personas necesita más de $ 177.063 para no ser considerada pobre, indicó esta tarde el INDEC. A su vez, se precisó que para no ser considerado indigente se precisan $ 80.483.
Mientras un salario formal público y privado promedio ya se ubica por debajo de ese valor de la canasta de pobreza, como se observa en el gráfico de apertura generado en el tablero interactivo del Ministerio de Desarrollo Productivo. https://www.argentina.gob.ar/produccion/cep/tableros-interactivos
Para agregar mayor complejidad, los salarios pierden contra la inflación en el ciclo 2019 -2022 de manera rotunda, al tiempo que hay más empleo pero cae el número de trabajadores registrados. Es lo que hay.
En tanto, la Canasta Básica Alimentaria (CBA), indicador del nivel de indigencia, cifró un crecimiento de 11,7%.
Las variaciones de la CBA y de la CBT resultaron del 115,1% y 111,3%, en términos interanuales, y acumulan incrementos del 19,8% y 16,1% desde diciembre de 2022, respectivamente.
El IPC de febrero publicado el martes reveló cifras inferiores: 102,5% en los últimos doce meses y 13,1% en lo que va del año.
En términos nominales, la medición utilizada para una familia tipo, de cuatro integrantes, compuesto por una pareja y dos hijos, aumentó $ 8000 para la CBA y $ 13.500 para la CBT. Por su parte, un adulto necesitó $ 23.315 para no ser considerado indigente y $ 52.925 para no caer en la pobreza.
Ambos datos muy relevantes para determinar la magnitud de la crisis económica en los indicadores sociales.
Mientras que la Canasta Básica Total (CBT), además de alimentos, incluye otros ítems del gasto como indumentaria, salud, transporte o educación, lo que determina la «línea de pobreza».
Por el otro lado, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) se limita a relevar bienes de primera necesidad y configura la «línea de la indigencia»: aquellas familias que no lleguen a cubrir los ingresos necesarios para adquirirla son indigentes.