El gobierno modificó por decreto la fórmula previsional sin pasar por el Congreso.
Adelantamos una síntesis: la propuesta jubilatoria de Milei consolida la brutal pérdida del poder adquisitivo de las jubilaciones, que no pueden aspirar a recuperarse hacia adelante.
En efecto, la inflación creciente del segundo semestre de 2023 y de principios de 2024 llevaron las jubilaciones a casi la mitad de su valor respecto del inicio de 2023. La actualización en base a inflación de febrero, sumados a los 12,5% aplicados en abril, sólo permite recuperar una pequeña porción de lo perdido.
Una actualización por inflación en t-2 (dos meses de rezago) a partir de julio, aplicando la inflación de mayo. Es decir, a partir de esa fecha las jubilaciones subirán por inflación.
Importante:
En abril, hay dos aumentos: uno de 12,5% que pretende “recomponer” el monto jubilatorio por el mes de enero (cuya inflación fue superior, de 20,6%) y se suma 13,2% de la inflación de febrero (recordando los meses de rezago de la fórmula t-2).
En mayo, se aumenta por inflación de marzo.
En junio, se aumenta por inflación de abril. Pero, además en este mes, se compara la fórmula de movilidad anterior (recaudación y salarios) que arrojaría en torno a 40%, pero no se aplicará ese aumento de manera plena, ya que se descontarán las variaciones de IPC de abril, mayo y junio y el incremento de 12,5%, teniendo en cuenta que, si esto último resulta superior, los jubilados no deberán devolver el diferencial. Es decir, en junio, se aplicará la diferencia entre lo que arroje la fórmula de movilidad (CEPA estima 40%) y se descontará la inflación de los tres meses mencionados (que podría alcanzar 63,6%).
Los datos de la evolución de jubilaciones muestran que:
El decreto 268/2024 de hace cuatro días, establece la implementación de una “ayuda económica previsional por un monto máximo de $70 mil que se abonará en abril”. Pero, en el artículo 4 indica que la suma del bono será el diferencial hasta 204.445,3. Entonces, ¿en abril el bono será $70.000 o $33.223? Si se tomase esta segunda opción, en mayo el bono se reduciría a $8.700 y en junio dejaría de existir.
Dada esta contradicción, el gobierno anunció que el bono se sostendrá en $70 mil y corregirá el decreto.
Entonces ¿qué pasaría hacia adelante con la evolución del bono?
En principio, el bono se mantendrá en el mismo nivel en abril y podría suceder lo mismo para adelante. Así entonces, los incrementos para los jubilados con bono serían menores al del resto de las jubilaciones porque la pérdida del valor del bono compensaría parte del incremento otorgado.
La norma no hace referencia específicamente a estas prestaciones. Nuestra interpretación es que se aplicaría la nueva fórmula atada a inflación desde julio (con inflación de mayo), pero sin tomar los adelantos de abril, mayo ni junio que sólo alcanzarían a las jubilaciones. Es decir, estas prestaciones se actualizarían en junio por la movilidad anterior y recién en julio por la nueva fórmula.
Si efectivamente se aplicara de esta forma, la PUAM y PNC tendrían un peor derrotero que las jubilaciones (en el caso de la AUH habría que considerar el incremento de ciento por ciento determinado por el PE en enero 2024).
Algunas consultoras indican que esta propuesta de actualización del Gobierno podría quedar por debajo de la fórmula de movilidad (recaudación y salarios) en 2025. En realidad, esa comparación dependerá del devenir de la recaudación y los salarios.
Estas menciones contienen una hipótesis subyacente de carácter optimista respecto del futuro económico con Milei, ya que implica recaudación y salarios al alza e inflación a la baja.
En efecto, y tal como CEPA mencionó en distintas oportunidades, la fórmula vigente hasta hoy tiene un comportamiento procíclico.
Los datos de la evolución de jubilaciones muestran que:
Informe CEPA N° 352, ISSN 2796-7166.
Para descargar el informe haga clic en este enlace.