Hay demasiados expertos, como el interminablemente tonto Piers Morgan , que poco a poco se están dando cuenta de que Israel podría estar cometiendo un genocidio en Gaza. Pero, por supuesto, siguen tachando de «antisemitas» a quienes desde el principio señalamos que fue un genocidio.

Esperan salir airosos de esta estratagema para salvar las apariencias sólo porque los medios del establishment siguen ignorando lo que ocurrió antes del 7 de octubre de 2023, acontecimientos que durante muchos años habían dejado claro que Israel se estaba preparando para cometer genocidio y que aprovecharía un pretexto cuando llegara.

A continuación se presenta un breve resumen de algunos de los factores más pertinentes:

1. A principios de 2008, es decir, hace 17 años, el viceministro de Defensa, Matan Vilnai, un ex general israelí de alto rango, amenazó con que Gaza se enfrentaría a una «Shoah», un término hasta entonces reservado estrictamente para el Holocausto.

2. Lo hizo poco después de que Israel implementara lo que se convertiría en un asedio de casi dos décadas a Gaza. Israel ya había rodeado el enclave con una valla fuertemente militarizada, había prohibido el acceso a sus aguas territoriales y había bombardeado su único aeropuerto. A partir de entonces, los alimentos fueron estrictamente racionados, o lo que los líderes israelíes llamaron « poner a Gaza a dieta », mientras que franjas del enclave fueron destruidas intermitentemente por los bombardeos israelíes, o lo que los líderes israelíes llamaron «cortar el césped». Gaza se convirtió, en la práctica, en un campo de concentración .

3. El asedio se complementó con la destrucción gradual por parte de Israel de los medios de autosuficiencia de Gaza : se suspendió toda actividad pesquera en sus costas; Israel roció regularmente con herbicidas las tierras agrícolas del enclave; erradicó el sector industrial de Gaza haciendo casi imposibles las exportaciones; e Israel bombardeó regularmente las plantas de electricidad y desalinización de Gaza, limitando los suministros esenciales de agua y energía.

4. El objetivo era claro: hacer que Gaza dependiera completamente de la buena voluntad de Israel, casi inexistente, y al mismo tiempo, completamente de la ayuda. Paralelamente, Israel comenzó a lanzar una campaña engañosa alegando que las organizaciones de ayuda de la ONU estaban vinculadas al terrorismo de Hamás, con la esperanza de utilizar esto como justificación para impedir la ayuda, como lo ha hecho con gran ferocidad desde el 7 de octubre de 2023, y, en última instancia, para asumir el control de toda la provisión de ayuda, como también ha logrado hacer en los últimos meses con la creación de un grupo fachada israelí-estadounidense, la «Fundación Humanitaria de Gaza».

Notamos también que el control casi completo y malévolo de Israel sobre Gaza –y el hecho de que el mundo había perdido interés en la desesperada situación del enclave– fue un factor importante para que Hamás y otros grupos lanzaran su escape letal el 7 de octubre de 2023.

6. Paralelamente a todo esto, y a partir de 2007, Israel persuadió a Estados Unidos para que se uniera a su campaña de presión contra Egipto: abrir su única y corta frontera con Gaza para que la población del enclave inundara el Sinaí, un acto de limpieza étnica y una flagrante violación del derecho internacional. Egipto se negó a someterse antes del 7 de octubre de 2023 y ha continuado haciéndolo desde entonces.

Correva l’anno 1982.

Hamas non esisteva. Hezbollah nemmeno. E Israele vantava già trent’anni di crimini documentati.

Dedicato ai politici dalla memoria corta, ai giornalisti al libro paga della politica di cui sopra, ai connazionali dall’etica intermittente. pic.twitter.com/3zmCIYI8y8

— Francesca Albanese, UN Special Rapporteur oPt (@FranceskAlbs) July 25, 2025

Expulsar por la fuerza a un grupo de sus hogares mediante la violencia y haciéndoles la vida imposible en el lugar donde viven cumple con la definición legal de genocidio –más obviamente aún si quienes llevan a cabo el expulsor forzoso dicen que eso es lo que están haciendo, como los líderes israelíes han estado afirmando desde el comienzo de su campaña genocida de matanza y hambruna en Gaza.

Israel está cometiendo un genocidio para obligar a Egipto y al mundo árabe a acoger a la población de Gaza como refugiada. Si se niegan, Israel continuará con el genocidio asesinando a más gazatíes. Si ceden, Israel continuará el genocidio dispersando a lo que queda de la población de Gaza a los confines del mundo. Sea como sea, es genocidio. Sea como sea, debe detenerse ya.

Es un triste consuelo que, en las últimas etapas del genocidio israelí, comentaristas de medios como Piers Morgan estén dispuestos a admitir que un genocidio podría estar a punto de ocurrir. Nada de eso debería ocultar ni excusar sus 21 meses de complicidad en el genocidio que se desarrolló ante nuestros ojos. No lo sabían porque no querían saberlo.

La responsabilidad por cada niño muerto en Gaza, cada niño mutilado en Gaza, cada niño huérfano en Gaza, cada niño hambriento en Gaza, irreversiblemente dañado por la desnutrición, recae firmemente sobre sus hombros.