Pensar Brasil, la emergencia de Jair Bolsonaro y el nuevo modo de representación que ensaya Luiz Inácio Lula da Silva, en apariencia de "mayor moderación" que la que algunos analistas progresistas esperaban, debe interpretarse a la luz de los cambios estructurales de Brasil y en esta nota explicamos algunas claves.
Las principales -sin pretensión de ser las únicas-, el impacto de la desindustrialización y la defraudación del Partido de los Trabajadores (PT) como alternativa de gobierno, especialmente durante la gestión de Dilma Rouseff, fenómenos impresos sobre la persistencia de discursos de ultra derecha y racistas potentes e históricos.
Comparaciones siempre discretas, la aparición de Javier Milei también debe ser interpretada a la luz de las transformaciones estructurales de la Argentina y la defraudación del actual gobierno del Frente de Todos (FdT) presidido por Alberto Fernández, clivados sobre retazos de discursos de ultraderecha y racistas potentes y pre existentes.
En este sentido, la candidatura de Sergio Massa apoyada por Cristina Kirchner, debe leerse básicamente como resultado de esas transformaciones estructurales. La primarización de la economía argentina (la vuelta del FMI, tutela incluida), la defraudación del gobierno del FdT clivada sobre retazos de una cultura de derecha racista previa y no como el simple "deseo" de “correrse al centro" u "moderarse" de Cristina Fernández.