"¿Qué pasa cuando ideas antagónicas sobre el mundo chocan? ¿Dónde termina eso?
Una de las cosas que aprendimos en 2020 es que puede terminar en un candidato que no reconozca una elección. Eso es peligroso y no tenía precedente en Estados Unidos. Y ante esa situación, ¿cree que los partidos han perdido su capacidad de responder a los problemas de la gente?
Me gustaría tener la respuesta a eso y no la tengo, pero puedo dar algunas hipótesis.
Las cosas en las que los partidos solían estar en desacuerdo eran cosas que a la gente no le apasionaban, como cuánto vamos a gastar en autopistas o en seguridad social. Pero ahora no nos ponemos de acuerdo en cuestiones del orden moral, por ejemplo, en lo que pensamos sobre las creencias religiosas o la identidad sexual.
Ese tipo de diferencias hace que nos miremos con nuestros oponentes y digamos: "No solo no coincido contigo, sino que creo que eres una mala persona".
En ese contexto, los partidos han entendido que nada contribuye más a sus campañas que el odio por el que está enfrente. El enojo es una acción-emoción muy potente". Marc Hetherington profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Carolina del Norte