Pese a la aplicación del programa del FMI se ha profundizado la inflación

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-FORO ECONOMIA Y TRABAJO-

-PARA RECUPERAR INGRESOS REALES
URGE QUEBRAR LA INERCIA INFLACIONARIA-

La inflación es un problema central de la economía argentina. Lo es en forma simultánea con el endeudamiento, que ya hemos analizado extensamente en un documento reciente1. Ambos están estrechamente relacionados.

Sus causas son ampliamente debatidas. Quienes firmamos este documento coincidimos en que la
puja distributiva – en la que los trabajadores los pobres siempre pierden – la falta de reservas, los
vencimientos de la deuda externa pública y privada, el acuerdo con el FMI, así como el alto grado
de concentración de los mercados más importantes, con incidencia determinante de empresas
oligopólicas, en particular de los alimentos, son los motivos más significativos en el alza de los
precios.

Del lado de la ortodoxia económica pro-mercado (neoliberal y sus variantes) se insiste en poner el
foco en el déficit fiscal y la emisión monetaria. En lo que hay coincidencia, es en la incidencia, en
todos los países, del alza de los precios internacionales después de la pandemia y de la guerra
OTAN-Rusia, acentuada en nuestro país por la inercia inflacionaria.

En definitiva, son múltiples las causas que generan la inflación en la Argentina. Por eso,
entendemos, que debe ser abordada en todos los frentes simultáneamente.

Padecemos niveles inflacionarios de más del 100% anual, más de 10 veces superiores a los
promedios regional y mundial, lo que remite a la existencia de elementos endémicos e históricos,
además de los coyunturales, que impactan de manera sumamente negativa en la calidad de vida
de la población.

Es evidente hoy que la alta inflación conlleva una regresiva dinámica económica y social. Son hoy
“ganadores” con el alza de precios sectores minoritarios que cuentan con ingresos en moneda
extranjera y /o el poder de ajustar precios e ingresos en pesos por posición dominante o capacidad
de especulación. Los “perdedores ” son la gran mayoría del país que produce, trabaja y recibe
ingresos en pesos que van por detrás de la inflación, y sufre día a día sus notorios efectos.
Irónicamente, voceros del “establishment” plantean que Argentina debe “superar las anomalías”
para el “aprovechamiento de las oportunidades que ofrece nuestro país en materia agropecuaria,
energética, minera, así como en los sectores manufacturero y de servicios”
2
. Pero se niegan a reconocer que la prioridad de atención debe ser la existencia anómala de una creciente
emergencia social en el país, al crecer la carestía de productos y servicios de la canasta familiar
sin justificación de mayores costos. Exigen mayores ajustes, como la reforma laboral y
previsional junto a la fuerte devaluación de la moneda nacional con la liberalización cambiaria:
cuanto peor en pesos, mejor en dólares.

El impacto distributivo de la inflación puede verificarse al contrastar, por ejemplo, la evolución
diferenciada de los salarios nominales en relación a los precios al consumidor, o sea el salario real,
con la evolución de los precios mayoristas de ramas oligopólicas respecto a los precios al
consumidor. Es decir, cómo les fue a los trabajadores y a las empresas con posición dominante en
sectores clave respecto a la inflación minorista. Mientras que los salarios reales se redujeron

1 Comunicado de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), 8/03/23- ver en https://www.aeanet.net/prensa.html
2 Documento “La Deuda no Puede Mandar”- 3/03/23- ver en https://drive.google.com/file/d/1jxwTf4RTr7Y8HoG6-pZxLv–
hOXd0Iia/view?usp=drivesdk

2
18,5% entre 2016 y 2022, los precios de las ramas concentradas aumentaron 21,3% por encima
del índice de precios al consumidor.

Si consideramos el período que abarca desde el mes de diciembre de 2015 hasta el mismo mes
de 2022, el deterioro salarial para el total de los asalariados asciende a 28.6%, siendo para el
universo de trabajo registrado la caída del 16.4% y para los trabajadores y trabajadoras no
registradas, la caída real se incrementa a 48.3%. En el caso del salario mínimo vital y móvil, el
deterioro hasta febrero de 2023 fue del 30,4%. Cuando se analizan las series de ingresos reales,
es posible observar que estos corren detrás de los incrementos de precios, lo cual explica ese
deterioro de los salarios reales. En este cuadro, es evidente que la recomposición de los salarios
deber ser un objetivo central del momento, tanto de los trabajadores registrados como los no
registrados o temporarios, que son los más golpeados, sin olvidar igual situación de los salarios
diferidos de jubiladas y jubilados.

La tónica inflacionaria, y el riesgo cierto de entrar en un espiral hiperinflacionario, no pueden
explicarse en este marco por el viejo lugar común del “recalentamiento” de la demanda por los
aumentos de salarios, jubilaciones o planes sociales, cuando resulta evidente que estos sufren una
caída sustantiva cuando más se acelera el aumento de precios.

Vale señalar, para poner en evidencia este desquicio que productos básicos de la canasta básica
alimentaria altamente sensibles para los bolsillos populares crecieron a lo largo del año pasado muy
por encima del ya fuerte aumento del índice de precios al consumidor (95%). Entre dichos productos
podemos señalar el azúcar (208%), el aceite (162%), los huevos (158%) y la leche (140%), no
pudiendo alegarse falta de producción nacional.

SALIR DEL CÍRCULO VICIOSO.

Aun reconociendo razones múltiples tanto nacionales como internacionales, como arriba
señalamos, no son hoy responsables del fuerte aumento de la inflación ni los salarios, ni el
gasto público social, ni el “exceso de demanda interna”, como también pretenden en pos de
mayores beneficios, los voceros de las grandes corporaciones locales e internacionales y sus
candidatos políticos, que como alternativa, plantean sin vergüenza alguna, más de lo mismo,
insistiendo en “requerimientos de mayores ajustes” y la necesidad de cumplimiento prioritario de
las “metas acordadas con el FMI”.

Ocultan lo evidente: que pese a la aplicación del programa definido y tutorado por el Fondo
Monetario Internacional centrado “como logro” en el cumplimiento de una sustantiva baja de la
emisión monetaria y del gasto público, por el contrario, se han profundizado la inflación y los
desequilibrios estructurales.

Ocultan que el acuerdo con el Fondo no permite que la economía argentina cuente con las
tradicionales anclas que permiten frenar un descalabro en los precios: tasas de interés, tarifas,
tipos de cambio. En estas condiciones NO hay solución de fondo al problema inflacionario.
Como ya hemos indicado en nuestro documento, “La deuda no puede mandar”, “las imposiciones
del acuerdo con el FMI (eliminación de subsidios a servicios públicos; aceleración de la devaluación del
peso; la prioridad a las exportaciones – llevando a que los precios locales de alimentos aumenten al ritmo de los internacionales- junto a presiones extorsivas de los mercados-) son factores inflacionarios centrales
mientras se empuja hacia abajo el poder de compra de los salarios y las jubilaciones”
3

Su renegociación integral eliminando condiciones a las decisiones soberanas de política económica,
o en su caso su denuncia, es indispensable para llevar a adelante sin solución de continuidad una
estrategia antinflacionaria no recesiva y no regresiva.

3 Op. cit.

3
Hoy, en contraposición a las reiteradas políticas y recetas recesivas y regresivas, presentadas y/o
disfrazadas reiteradamente como anti-inflacionarias, que tanto daño han provocado en forma
recurrente a nuestra sociedad, es necesario, en paralelo al análisis permanente de causas y efectos reales – ya que no se trata de un mero tema técnico indiferente en lo político, social y económico-
proponer y medidas activas, participativas, efectivas, que a continuación señalamos:

ACCIONES
• Declarar de inmediato, la emergencia alimentaria y nutricional (tener en cuenta que la Ley
27519 de Emergencia Alimentaria Nacional cesó su vigencia el 31 de diciembre pasado)
• Incorporar al Programa Precios Justos, acuerdos con las empresas por producto, previos a los
que se hagan por boca de expendio, modificando así la columna vertebral del Programa.
• Extender la cobertura del Programa Precios Justos, a todas las cadenas de comercialización,
incluyendo negocios de cercanía. Garantizando en todos los casos la imprescindible información
transparente y la participación social en el control de precios.
• Controlar el abastecimiento habilitando la denuncia por parte del consumidor de incumplimientos
de precios y cantidades en la aplicación Precios Justos en todas las bocas de expendio.
• Disponer el congelamiento de precios de un conjunto de productos de la canasta básica
producidos por oligopolios por un periodo acotado para que puedan recomponerse los ingresos
reales de la población. Este debe hacerse al mismo tiempo que una imprescindible recomposición
de los salarios, jubilaciones, y otros ingresos alimentarios, para evitar remarciones.
• Puesta en marcha de un programa de acción, concertación y control de Insumos Justos,
relacionándolo específicamente con los insumos difundidos claves, para las cadenas de
producción y valor nacionales (Ej.: petróleo y gas, aluminio, acero, cemento, fertilizantes, cartón, vidrio,
tintas flexográficas y envases), en general con oferta monopólica y/o altamente concentrada.
• Combatir con firmeza en base a la legislación existente (Ley 27442 de Defensa de la Competencia,
Ley24240 de Defensadel Consumidor, Ley26991 de“Lasnuevas relacionesdeproducción y deconsumo”,
antes de abastecimiento) prácticas desleales y/o anti-competitivas de “posición dominante” que
ahondan peligrosamente desequilibrios económicos y sociales.

Al mismo tiempo es necesario avanzar en las siguientes medidas que hacen a una estrategia
integral:

Productos al consumidor

• Definir como prioridad la soberanía y seguridad alimentarias. En razón de ello debe ponderarse
con urgencia el desacoplamiento de los precios locales de productos de exportación de los
internacionales teniendo en cuenta niveles de producción, capacidades y potencialidades del país,
aun en un periodo circunstancial con condiciones climáticas adversas.
• Acumular reservas en el BCRA, modificando la reglamentación vigente, a fin de minimizar el uso
de las escasas divisas existentes en pagos financieros y de servicios privados o en remisión de
utilidades. Las divisas deben utilizarse para adquirir los insumos esenciales que necesita la
producción nacional.
• Promover la producción nacional y la sustitución de importaciones de productos de la canasta
familiar (producción e industrialización). Se requieren políticas públicas activas para cubrir
requerimientos y demandas del mercado interno y no solo para fomentar exportaciones.

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• Crear un Fondo Fiduciario financiado por tributos progresivos de acuerdo a la mayor capacidad
contributiva, para abaratar precios de la canasta familiar, impulsar la sustitución de importaciones
y promover la producción y comercialización de productos de emprendimientos nacionales
/regionales/ sociales.
• Pleno apoyo al sistema nacional de ciencia y tecnología para mejorar productividad, costos, y
calidad de producción y abastecimiento, en especial de las pymes y de economía social en
sectores productivos clave y economías regionales.
Cadenas Valor
• Transparentar y analizar en forma sistemática costos y precios de productos y servicios
centrales para el conjunto de la economía y el bienestar social. Identificando en forma
transparente producciones estratégicas y productos en que pocas empresas u oferentes
concentran posiciones dominantes en sus cadenas de valor.
• Basar el análisis y negociación de tarifas de servicios públicos únicamente en relación a
costos reales, no por ajustes automáticos por tipo de cambio o indexación por precios
internacionales. Determinar tarifas sociales para la energía, el gas y el agua por formar parte:
1) de los derechos humanos y vida de todas las familias, 2) de la producción y servicios de las
pymes y emprendimientos sociales, 3) como componentes significativos que impulsan la inflación.
• Establecer mesas de control y seguimiento público de costos y precios en relación a
productos y cadenas de valor clave con la participación de sus principales actores, beneficiarios
y tributarios: productores, empresa, sindicatos, asociaciones de consumidores, cooperativas,
pymes.
• Identificar empresas y sociedades, con el fin de diferenciar su tratamiento y los
correspondientes requerimientos informativos públicos, para lograr una acción positiva y
efectiva de la sociedad y el Estado en relación a los desafíos de la producción, distribución,
relaciones laborales, inversión, tributarios, comercio exterior e inflación, superando la notable
carencia en nuestra legislación, comparada con otros países, en relación a la figura de “grupo
económico”,
• Avanzar, por lo expuesto, sin demora en la regulación de los grupos económicos para evitar
la distorsión de los precios relativos. Un primer paso es institucionalizar la figura jurídica del grupo
económico en la Ley de Sociedades Comerciales
• Priorizar, ante la manifiesta limitación de divisas, su uso para el pago de importaciones
necesarias para el sostenimiento de la actividad económica nacional y los requerimientos sociales
básicos.
• Superar la enorme confusión y falta de claridad existentes en el funcionamiento del Sistema
de Importaciones de la República Argentina (SIRA). Siendo que las divisas son escasas, se
deben fijar prioridades, combatir arbitrariedades en su otorgamiento y gestión a través de un
mecanismo simple, rápido, previsible, transparente, y apelable.
• Combatir en forma enérgica maniobras ilegales de comercio exterior (Ej. sub facturación de
exportaciones, sobre facturación de importaciones, triangulaciones evasoras) y de fuga de capitales en
acuerdo a leyes Penal Tributaria (Ley 24769) y el Régimen Penal Cambiario (Ley 19359).
• Dimensionar y promover la intervención pública en la administración del comercio exterior
en sectores en los cuales el país cuenta con enormes ventajas comparativas naturales y generan
altas rentas diferenciales por su demanda mundial. Puede hacerlo con inmediatos resultados.
Resultan opciones válidas, aunque no suficientes, en cuanto a alimentos a) la intervención en el

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mercado de la empresa mixta YPF Agro, así como la conversión, a tales efectos, en empresa
mixta de participación estatal y de las cooperativas de productores afectados por la estafa de la
gestión privada, de Vicentin. b) en relación a la exportación de gas y petróleo (ENARSA e YPF);
c) en relación al producto minero estrella, el litio (YPF Litio)
• Ante las limitaciones de divisas y el ahondamiento de las asimetríaas entre países grandes y los
periéricos, se requiere una acción común de integración y complementación productiva
regional . En lo inmediato, se necesita avanzar en intercambios compensatorios en monedas
locales en el Mercosur (mecanismo existente) para lograr satisfacer requerimientos básicos
energéticos, alimenticios, y productos e insumos para la atención sanitaria, hacia una perspectiva
de cooperación productiva más amplia.
• Por último, resulta esencial quebrar la “inercia inflacionaria”. Con planificación ordenadora en
general de la economía y los precios, incluso una contundente línea estratégica de atención
prioritaria, no de castigo y/o defección, a los intereses mayoritarios de la sociedad. Requiere un
“shock antinflacionario”, antagónico a la “terapia de choque” engañosamente propuesta por los
economistas y políticos que suman reiterados desastres de “ajustes” contra el pueblo y los
intereses nacionales. Éste debe incluir simultáneamente la señalada reformulación del programa
de precios justos y su inmovilización por un período acotado, entre otros aspectos:
a) la inmediata recuperación real del poder de compra de los salarios, jubilaciones y otros
ingresos alimentarios de las trabajadoras y trabajadores, incluso los de la economía popular.
b) medidas cambiarias que complementen relaciones con el exterior con el fortalecimiento del
mercado interno y la moneda nacional; equilibrio fiscal apoyado por impuestos relacionados
con la capacidad contributiva; el impulso al ahorro nacional con un sistema financiero no
especulativo;
c) en fin, un firme acuerdo y compromiso nacional con participación plena del Movimiento
Sindical, con efectiva representación de las y los trabajadores del sector formal y de la
economía popular, multisectorial, con representación de la Pequeña y Mediana Empresa y
del Cooperativismo, es decir realmente inclusivo y participativo, realmente democrático.

FORO ECONOMÍA Y TRABAJO

Ricardo Aronskind, Juan P. Costa, Raúl Dellatorre, Marcelo Di Ciano, Marisa Duarte, Roberto Feletti,
Cecilia Garriga, Agustina Haimovich, Julián Maggio, Pablo Manzanelli, Jorge Marchini, Felisa Miceli, Santiago Mancinelli ,Horacio Rovelli, José Sbatella, Guillermo Wierzba.

Redacción previa a la edición: Jorge Marchini
Coordinación Foreyt y editores: Vicente Álvarez, Eduardo Berrozpe

FORO ECONOMÍA Y TRABAJO. Está integrado por economistas y otros especialistas a propuesta
de las organizaciones sindicales de nuestro país, abierto a todas las instituciones que integran el
Movimiento Sindical Argentino, así como a los aportes de organizaciones que agremian a las Pyme,
cooperativas y de la economía popular. Sus documentos y definiciones corresponden a sus autores,
que tienen nuestro agradecimiento, que se extiende a quienes consideran la propuesta de participar
en la articulación de un programa económico con eje en el trabajo, la producción, la justicia social,
la defensa de los recursos y la soberanía nacionales.
foroeyt@gmail.com 11-49367981

3 comentarios

  1. Hay que detener la inercia inflacionaria, sin dudas. La inflación se ha profundizado por la aplicación del programa del FMI, no a su pesar.

  2. Es casi un plan de gobierno, la propuesta, y está bien.
    Solo faltaría agregar un aumento salarial d suma fija.
    Y todo eso como para empezar.

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