Musk, que aportó 277 millones de dólares a la campaña de Trump, prácticamente ha acampado en Mar-a-Lago (la residencia privada de Trump en Florida), donde el presidente electo pidió al multimillonario de la tecnología que escuchara sus conversaciones telefónicas con líderes extranjeros como Volodymyr Zelensky.
Acompañando a Trump, Musk también tuvo acceso a Emmanuel Macron durante la reapertura solemne de Notre-Dame y a la primera ministra italiana Giorgia Meloni en una reunión oficial en Nueva York. En este momento, Musk parece estar presente en cada conversación y comentar cada decisión.
Musk en el centro del juego
Musk se enriqueció primero con PayPal, luego con el coche Tesla y los cohetes Space X. En su día fue más o menos un liberal que veía un futuro ambiental utópico basado en los vehículos eléctricos. Pero cuando en 2021, el presidente Biden convocó una reunión de fabricantes de automóviles, incluidos General Motors, Ford y Stellantis, así como United Auto Workers, para discutir el futuro de los vehículos eléctricos, Musk no fue invitado porque era ferozmente antisindical. Desairado, Musk comenzó a girar completamente hacia la derecha. Compró Twitter, lo abrió a los extremistas de derecha y lo utilizó para influir en sus 208,5 millones de seguidores personales.
La semana pasada, Musk hizo dos cosas que lo convirtieron en el centro de atención. En primer lugar, cuando el Congreso estaba a punto de aprobar un proyecto de ley presupuestario de compromiso bipartidista (apoyado por los dos grandes partidos estadounidenses, el Partido Republicano y el Partido Demócrata) para evitar un cese de las actividades gubernamentales, Musk intervino antes que Trump, pidiendo a los republicanos que bloquearan este proyecto. Donald Trump también se opuso porque el techo de la deuda pública podría atar sus manos cuando asumiera el cargo, ya que quiere reducir los impuestos e implementar programas costosos como la expulsión de 11 millones de inmigrantes. Por lo tanto, los republicanos acabaron matando el proyecto de ley.
Una victoria para Musk
La motivación de Musk no estaba relacionada principalmente con el techo de la deuda, sino con el hecho de que el proyecto de ley contenía disposiciones que habrían dificultado su inversión en China, donde la Tesla Gigafactory, ubicada en Shanghai, produce un automóvil cada 30 segundos. En menos de cuatro años, Tesla ha exportado un millón de coches desde China. Hoy, Musk está construyendo una segunda fábrica, una fábrica de baterías, también en Shanghai.
Los republicanos y demócratas de la Cámara de Representantes finalmente acordaron un nuevo proyecto de ley presupuestaria, dejando el techo de la deuda, pero sin la restricción de la inversión en China. Una derrota para Trump, pero una victoria para Musk. Todo esto sugiere que Trump tendrá que enfrentarse a nuevos desafíos en el nuevo Congreso, porque no puede controlar a los halcones presupuestarios republicanos que se oponen a cualquier aumento presupuestario.
Apoyo explícito de Musk a la extrema derecha europea
Segundo ejemplo de las actividades de Musk: cuando Alemania atraviesa una crisis política debido al colapso del gobierno de Olaf Scholz, un socialdemócrata al frente de una coalición centrista de tres partidos, Musk tuiteó su apoyo a la Alternativa para Alemania (AfD), un partido de extrema derecha neonazi. Entrevistado por CNN, el senador Chris Murphy, demócrata de Connecticut, dijo: “Lo que piensa Elon Musk tiende a convertirse en lo que piensa el presidente de los Estados Unidos. Y si Estados Unidos toma una posición oficial a favor de los neonazis en Alemania, creo que es absolutamente catastrófico”.
El apoyo de Musk a la extrema derecha alemana no es único. También apoya al viceprimer ministro italiano Matteo Salvini, líder del partido antiinmigración de la Lega, y al partido Reform UK de Nigel Farage, también antiinmigración, y planea hacerle una donación importante. Musk podría influir en Trump, pero puede que no sea necesario.
Desde el día de las elecciones, Trump había recibido a sus «amigos alemanes», entre los que se encontraba Phillipp-Anders Rau, candidato de la AfD. El asesor de Trump, Steve Bannon, recientemente salido de prisión después de cumplir cuatro meses por desacato al Congreso por no responder a una citación, ha estado trabajando durante años en la construcción de una internacional parda. Todo esto sugiere que el fascismo será un factor e incluso podría tener un futuro en América.
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Dan La Botz es sindicalista, periodista y miembro de Solidarity y DSA.
Traducción: Faustino Eguberri para viento sur.
Musk es manifestación del clivaje dentro de las élites entre el sector globalista del partido de la guerra mundial y el sector mercado internista, reindustrialista y proteccionista contra la guerra mundial.
Es prácticamente un operador político de esa facción, debiendo asumir un papel público y exponerse ante la opinión pública, mientras que sus contrincantes (los controladores de Black Rock, Vanguard, etc., etc.) permanecen en las sombras como siempre.