2.Las sospechas sobre los proyectos de explotación del litio en Boticas y Montalegre, la producción de energía a través del hidrógeno y el centro de datos en Sines no son del todo nuevas. En realidad, e independientemente de lo que la justicia determine o no sobre la prevaricación, el tráfico de influencias o la corrupción, estos grandes proyectos económicos han sido impugnados, desde hace mucho tiempo, por movilizaciones locales contra los atentados ambientales que provocan y cuestionando negocios dudosos desde el punto de vista del interés público y el bien común. La crítica a estos proyectos y la arrogancia con la que protagonistas políticos como João Galamba los gestionaron no son de hoy y son perfectamente justas. La presencia oficial u oficiosa, en el núcleo duro del Gobierno, de personas conocidas por servir de interfaz entre el poder político y los negocios, como Vitor Escária o Lacerda Machado, expresa una noción del ejercicio del poder y una práctica de gobernanza. No es una práctica de izquierda o que la izquierda pueda validar.
3.Todavía no se conoce realmente la solidez y el contenido concreto de las sospechas que recaen sobre António Costa, además de la vaga referencia, en un comunicado de prensa, a una mención de su nombre por parte de otros implicados, en el sentido de “desbloquear procedimientos”. Si el Gobierno cae por un párrafo de un comunicado de la Fiscalía General de la República, es necesario que haya más información y más transparencia sobre lo que está en cuestión. La Fiscalía tiene no sólo la facultad legal de ofrecer esa aclaración, sino la responsabilidad de hacerlo. Si tarda, corresponde al Presidente de la República, en el ámbito de sus poderes, exigirlo. El Ministerio Público tiene que ser una garantía de la democracia y del Estado de Derecho y no puede ser un agente de fragilización de uno u otro. Si la investigación en curso tuvo como efecto la caída del Gobierno y una crisis política, entonces la justicia debe aclarar rápidamente las sospechas que se han planteado sobre el primer ministro, porque no es democráticamente sostenible que puedan permanecer sospechas de esta naturaleza sobre un jefe de Gobierno dimitido, sin que la Fiscalía rompa el silencio e informe al país.
4.Las mayorías absolutas fueron todas, sin excepción, vulnerables a los negocios dudosos, a la displicencia en el ejercicio del poder, a la tentación autoritaria en la forma de lidiar con las reivindicaciones sociales, a la desconsideración con la fiscalización parlamentaria. En el caso de esta última mayoría, demostró ser inestable, incapaz de negociar soluciones en varias cuestiones estructurales, productora de una permanente desagregación política, lo que de hecho contrasta con el período en que esta mayoría no existía. Mayorías absolutas, nunca más.
5.Si una crisis es una situación de peligro y oportunidad, que la actual pueda servir para que se encuentren soluciones y un nuevo tiempo político, legitimado por el voto popular. Hay izquierda y no es lo que se ha visto en los últimos años. La izquierda debe ser portadora de soluciones y de una alternativa. Si el Presidente convoca elecciones, se deben disputar a partir de ellas. Sobre cómo salvar al NHS del colapso, acordando con enfermeras, médicos y todos los profesionales las condiciones que permitan fijar trabajadores esenciales y reforzar los servicios. Sobre una mayoría que rechace la pérdida salarial, especialmente en los salarios medios, y que no entienda la emigración cualificada como una fatalidad. Sobre el derecho a la vivienda, que es para ayer, y no una retórica proyectada en un futuro lejano. Sobre la escuela y los cuidados que necesitamos. Sobre una política blindada frente a la lógica de los negocios con los bienes públicos y las influencias de los intereses económicos más poderosos. En un momento complejo, cultivemos la madurez y la exigencia democráticas, la claridad de los proyectos y la imaginación para nuevas salidas políticas.
«Hay una izquierda que siempre ha luchado contra la corrupción»
Mariana Mortágua
Mariana Mortágua recordó este viernes las iniciativas del Bloque en los últimos años para denunciar la actuación de los principales actores en la investigación que ha provocado la caída del Gobierno. Y prometió presentar a las próximas elecciones «una alternativa por la dignidad y la democracia, porque nos tomamos el país muy en serio».
Al día siguiente del anuncio presidencial de la convocatoria de elecciones anticipadas, la coordinadora del Bloque defendió que «cualquier otra opción implicaría grandes riesgos de degradación política y parálisis ante los grandes problemas que Portugal tiene que resolver con enorme urgencia». Y anunció que la Mesa Nacional del partido aprobará el día 19 un calendario para las próximas elecciones, en diciembre aprobará los cabezas de lista y en enero presentará el programa electoral.
Mariana Mortágua señaló que la contribución del Bloque en el momento político actual será la de «pasar la página de esta crisis que ha degradado al país, recuperar la confianza y la responsabilidad que este Gobierno ha enterrado en casos que han destruido su credibilidad, y evitar que la derecha convierta el lodo en un pantano». Y recuerda que mientras se desarrolla la crisis política, el país sigue sin tener soluciones para sus carencias: «un NHS (sanidad pública) que necesita tener profesionales que atiendan a todos los enfermos, una escuela que tiene que tener profesores para todos los alumnos y una solución a la crisis de la vivienda y de los salarios que no pagan las casas».
«Los últimos años han demostrado que la estabilidad del país depende de la estabilidad política y de la determinación de las soluciones que cada fuerza política aporta al país. Por eso el Bloque quiere ser una alternativa para traer esa estabilidad. Una alternativa por la dignidad y la democracia, porque nos tomamos el país muy en serio», continuó la coordinadora bloquista.
¿Los negocios bajo sospecha? «Nunca os dejamos en paz»
En la conferencia de prensa celebrada en la sede nacional del Bloque este viernes, Mariana Mortágua volvió a insistir en que la investigación en curso «debe ser objeto de aclaración pública por parte del poder judicial», pero que el Bloque «no ignora ni devalúa los hechos conocidos» a través de los medios de comunicación.
«La izquierda no es esto. Hay en Portugal una izquierda de confianza que siempre ha luchado contra la corrupción, contra la corrupción y la promiscuidad entre la política y los negocios. Y los portugueses conocen la determinación del Bloque de Izquierda», dijo Mariana Mortágua, enumerando algunos ejemplos de cómo en los últimos años, el Bloque «fiscalizó y denunció la actuación de estos actores en diferentes ocasiones».
Fue el caso de los proyectos de litio e hidrógeno «impuestos como hechos consumados a partir de negociaciones entre grupos económicos y el Gobierno, con protagonistas con mal currículum en la protección del interés público». De hecho, subrayó Mariana Mortágua, «el último acto legislativo del Bloque en la anterior legislatura fue incluso para restringir estas explotaciones».
Retrocediendo a 2016, poco después de la formación de la «geringonça», recuerda que «criticamos la contratación por parte del Gobierno del consultor Lacerda Machado. En 2018 pedimos la dimisión del presidente [Nuno Lacasta] de la Agencia Portuguesa del Medio Ambiente (APA) por su complacencia con intereses privados. En 2021, expusimos su actuación favorable a EDP en la venta de las presas. En 2022, denunciamos el papel de la APA que permitió a EDP no pagar IMI por esas presas».
«La misma EDP tenía a Lacerda Machado en sus órganos al mismo tiempo que Manuel Pinho era ministro y Vítor Escária era asesor del primer ministro José Sócrates. Todo esto fue objeto de investigación parlamentaria que el Bloque promovió en 2019. Nunca los dejamos en paz», concluyó.
A un país «vergonzado por lo que está viendo», la coordinadora bloquista dejó una «palabra de esperanza» y la garantía de que el Bloque está dispuesto a presentar una alternativa y defender «soluciones urgentes para lo que realmente importa».
Y lo que realmente importa en el día a día de las personas “es un salario y una pensión que ya no pagan lo básico, es el tormento de la vivienda, una sanidad y una educación que no pueden atender a todos los usuarios, ni ofrecer una escuela de calidad a todos, y una transición climática y energética que suponga una diferencia y no los negocios de litio que dañan el medio ambiente y las poblaciones”.
Mariana Mortágua defendió además que «lo que es público tiene que ser gestionado con seriedad y no puede ser nunca un negocio, y mucho menos un chanchullo». Y advirtió que «sólo nuestra fuerza puede detener el tráfico de favores, desde TAP hasta Efacec, desde el sector inmobiliario hasta el abuso de los beneficios en la banca y los supermercados» y evitar que Portugal se convierta definitivamente en un «país falso, basado en el turismo y las redes clientelares».
Notas:
(1) Tras la dimisión del primer ministro socialista Antonio Costa, el Presidente de la República Rebelo de Sousa, llevó a cabo una ronda de consultas con los partidos políticos parlamentarios y anunció el 9 de noviembre la convocatoria de elecciones generales el próximo 10 de marzo. Antonio Costa ha anunciado que no se presentará a ellas, pero seguira en funciones al frente del gobierno hasta que se celebren las elecciones.
Fuente:
Interesantízzzzzzzzzzzzima la opinión de lo que acá sería una Miryam Bregman y con más o menos los mismos votos.
Pero son los guardianes de la verdadera democracia, con menos del 5% de los votos.