Elecciones en México

Se trata de unas elecciones que pueden confirmar además la nueva hegemonía de Morena, la fuerza progresista que lidera el saliente Manuel López Obrador en la segunda economía de América Latina y principal aliado regional de Estados Unidos.

Casi 99 millones de mexicanos están llamados a protagonizar este 2 de junio unas elecciones presidenciales históricas de las que resulte elegida por primera vez una mujer -la oficialista Claudia Sheinbaum o la opositora Xóchitl Gálvez, según las encuestas- que gobierne la segunda economía latinoamericana,

 

 

Casi 99 millones de mexicanos están llamados a protagonizar este 2 de junio unas elecciones presidenciales históricas de las que resulte elegida por primera vez una mujer -la oficialista Claudia Sheinbaum o la opositora Xóchitl Gálvez, según las encuestas- que gobierne la segunda economía latinoamericana,

Casi 99 millones de mexicanos están llamados a protagonizar este 2 de junio unas elecciones presidenciales históricas de las que resulte elegida por primera vez una mujer -la oficialista Claudia Sheinbaum o la opositora Xóchitl Gálvez, según las encuestas- que gobierne la segunda economía latinoamericana, en recuperación tras la pandemia pero lastrada por problemas sociales y de violencia estructurales.

Las candidaturas de Sheinbaum (61) y Gálvez (61) son, en parte fruto de una reforma constitucional de 2019 que ordenó que los cargos electos y designados en todos los niveles de gobierno debían estar equilibrados entre hombres y mujeres, lo que obligo a las fuerzas políticas a ceder puestos también en el más alto nivel.

La buena imagen final de la presidencia de Manuel López Obrador (2018-2024) favorece las chances de la física y ex alcaldesa capitalina Sheinbaum, del progresista Morena, frente a la empresaria y ex senadora Gálvez (2018-23), del conservador Partido Alianza Nacional (PAN) -aliado con los opositores PRI y PRD-. Tercero, distanciado, aparece Jorge Álvarez Máynez (Movimiento Ciudadano).

Con la presidencia, los mexicanos elegirán además 500 diputados y 128 senadores nacionales, los gobiernos de nueve estados (Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz, Yucatán y Ciudad de México) y otros 20 mil cargos a nivel regional y local, en los comicios más grandes en la historia del país.

La economía de México se recupera tras el golpe recesivo de la pandemia y la gestión de López Obrador ha puesto énfasis para aliviarlo en programas sociales social que su candidata Sheinbaum ha prometido continuar, al igual que la mayoría de políticas del actual gobierno, si bien proyecta cambios de forma y fondo.

Pero la violencia criminal, extendida al sistema político, enraizada en la creciente y multimillonaria actividad de organizaciones de traficantes de drogas ilegales -más recientemente el opioide fentanilo hacia Estados Unidos- sigue siendo un problema grave que causa cientos de muertos al año y condiciona el desarrollo del país.

Más de 259.000 elementos de la Guardia Nacional, Ejército y Marina vigilarán los distritos “más conflictivos” de la elección. En línea con la crisis de seguridad, se mantiene como preocupación los niveles de corrupción pública y privada, donde el crimen organizado socava la autoridad principalmente local.

Geopolíticamente, la elección tendrá importancia para toda América Latina, incluso para el G20 que integra el país, pero en especial para Estados Unidos, por varios motivos. El primero, la fuerza que adquirió durante los últimos años una corriente migratoria centroamericana que atraviesa México hacia el norte y es centro del debate frente a las propias elecciones presidenciales de noviembre.

El segundo, el papel que asumió México -confirmado en 2023 como principal socio comercial de Estados Unidos- como beneficiario de la relocalización que acerca al país (nearshoring) hubs productivos críticos estadounidenses, para reducirle a Washington el riesgo de dependencia por razones de seguridad en casos de crisis de suministros como el de la pandemia, en particular en relación con Asia y China.

¿Claudia o Xóchitl?

La oficialista Claudia Sheinbaum, con más de 20 puntos de ventaja en las encuestas, hizo campaña con un mensaje de continuidad de las políticas de López Obrador.

La oficialista Sheinbaum (foto), con más de 20 puntos de ventaja en las encuestas, hizo campaña con un mensaje de continuidad de las políticas de López Obrador, una combinación de medidas fiscales de austeridad, subsidios a la energía y programas de bienestar social, sin abandonar proyectos de infraestructura.

Sus críticos le reprochan que, como científica y aun gestionando otra cosa como alcaldesa de Ciudad de México, mantuvo silencio cuando López Obrador minimizó la pandemia y el gobierno federal evitó un confinamiento en la capital, un gesto de lealtad que en cambio ha sido valorado por el oficialismo.

Por el contrario, Sheinbaum ya adelantó sus diferencias en términos de la gestión de la potencialidad energética del país, en el que el petróleo suponía ingresos por el equivalente al 5,2% del PIB a comienzos de 2023. “Creo que debemos empezar a crecer más en energía renovable y avanzar en la electrificación de autos”, dijo.

Sheinbaum, quien se convertiría en la primera persona judía en gobernar el México de mayoría católica, estudió física e ingeniería energética e hizo su investigación de doctorado en el Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley (California).

Fue la principal funcionaria de medio ambiente capitalina cuando López Obrador -entonces del izquierdista Partido Revolucionario Democrático (PRD), escisión del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que gobernó el país 71 años consecutivos hasta 2000- gobernó Ciudad de México (2000-2008).

En 2018, ya como parte del Morena fundado por el ahora presidente en 2011, llegó ella misma a la alcaldía, con un programa que dio prioridad al transporte público y medioambiente (26 muertos en un accidente del metro dañó su imagen).

Claudia Sheinbaum y López Obrador

“Tiene la cabeza muy distinta a la de López Obrador. Es una científica. Tarde o temprano tiene que quitarse esa máscara de ser la repetidora de López Obrador”, opinó Jesús Silva-Herzog Márquez, politólogo del Tecnológico de Monterrey.

Sobre el futuro posible de una presidencia de Sheinbaum, se recorta la figura de su mentor. López Obrador ha insistido que no tendrá influencia cuando concluya su mandato. “Me voy a retirar por completo”, dijo en marzo. “No soy cacique, mucho menos me siento insustituible; no soy caudillo, no soy mesías”, dijo, una promesa difícil considerando que el Morena que fundó ya gobierna 23 de los 32 distritos.

Según datos oficiales, el PIB de México cierra su mandato con 96,7 billones en 2018 y de 100 billones (en pesos constantes) en 2023, un crecimiento medio anual, excluida la inflación, de apenas 1,02 % (contra 5,2% del sexenio anterior), pero en ello hay que contabilizar el periodo recesivo de la pandemia (-8,6% en 2020), que llevó la deuda pública del 35% del PIB al 45,5% actual.

Además, mientras el sexenio anterior cerró con 41,9 % de personas en la pobreza; en la medición de 2022 cayó a 36,3 %, pandemia mediante, con un incremento del ingreso promedio y menos brecha salarial entre hombres y mujeres.

En contraste, el déficit al inicio del mandato de López Obrador era de en torno del 2 % del PIB y, según la Secretaría de Hacienda, va a dejar un déficit de alrededor de 5,96 %”, tan grande como no se observaba desde los años 80.

Xóchitl Gálvez, candidata a presidente de México

Su rival, la senadora Gálvez (foto), es hija de madre mestiza y padre indígena. Creció en un pueblo sin servicios básicos a dos horas de la capital y habla la lengua hñähñu de su padre otomí. Estudió ingeniería en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y fundó una empresa que diseña redes de comunicación y energía para edificios de oficinas. Suele recorrer la ciudad en bicicleta eléctrica.

Después de que el conservador Vicente Fox ganó la presidencia en 2000 fue nombrada como encargada de la comisión presidencial de asuntos indígenas. En 2018 fue electa senadora por el conservador Partido Acción Nacional (PAN) y ahora aboga por un gobierno de coalición.

Aún contra las encuestas, Gálvez funda sus esperanzas de llegar al Palacio Nacional en el descontento social -“hay 50 millones de personas sin seguridad social”- y en la insuficiente respuesta al avance del narcotráfico -“no les importa que maten candidatos”- de parte del gobierno de Morena.

Ambas candidatas presidenciales coinciden, sin embargo, en apoyar la despenalización del aborto garantizada por un reciente fallo de la Corte Suprema. También coinciden en reducir la influencia que adquirieron las Fuerzas Armadas en la vida del país, en particular en el combate al crimen organizado, y volver a darle preeminencia a la policía civil en ese campo con nuevos cuerpos especializados.

México cerró 2023 con más de 30 mil víctimas de asesinato (4.000 menos que en 2021) por sexto año consecutivo y haciendo del mandato de López Obrador el más violento de la historia del pais, aunque la baja lograda desde el inicio hasta el año pasado fue de 20%, un logro que destaca el oficialismo.

Con todo, las tasas de homicidio se mantienen altísimas, de 23 a 25 cada 100.000 habitantes, relacionadas directamente con la violencia del crimen organizado, y a eso hay que agregarle la estadística de personas desaparecidas en el país, más de 113 mil, la gran mayoría desde 2006.

La violencia ha tenido impacto directo en el ejercicio de la política (desde junio de 2023 se documentaron al menos 67 ataques, amenazas, secuestros y asesinatos relacionados con las elecciones, y 39 personas fueron asesinadas, 19 de ellas candidatos a cargos locales) y el periodismo (563 ataques y siete muertos).

“Instalar o cooptar candidatos a nivel municipal ha otorgado a los grupos criminales influencia directa sobre las acciones de la policía local y estatal. El acceso a información de inteligencia sobre arrestos pendientes u otras operaciones también ha demostrado ser beneficioso para las organizaciones criminales”, según el Wilson Center.

la violencia criminal, extendida al sistema político, enraizada en la creciente y multimillonaria actividad de organizaciones de traficantes de drogas ilegales -más recientemente el opioide fentanilo hacia Estados Unidos- sigue siendo un problema grave que causa cientos de muertos al año y condiciona el desarrollo de México

Los vecinos del Norte

En 2023, con un intercambio de 475 mil millones de dólares, México se convirtió en principal socio comercial de Estados Unidos, por cierto uno de los objetivos del nuevo tratado comercial trilateral norteamericano con Canadá (TMEC). Eso sólo da una idea de la relevancia que adquieren las elecciones mexicanas para Washington.

Pero si, como todo indica, Sheinbaum se convierte en presidenta entonces Estados Unidos, gobernado por segunda vez por Biden o por Trump, deberá afrontar lo que la candidata considera una necesaria revisión del TMEC (antiguo NAFTA O TLC), prevista al firmarse en 2020.

“Tenemos un equipo que ya está trabajando”, advirtió en campaña, mientras se reunía con empresarios para saber del gran acuerdo comercial norteamericano“qué falta, qué problemas ha habido y, hacia adelante, cómo fortalecerlo”, aunque dejó en claro que “es factible ponerse de acuerdo y seguir potenciando la relación”.

En la reunión, Carlos García, presidente de la American Chamber of Commerce (AmCham) México, le dijo que el país debe ser “extremadamente competitivo” y por ello debe llegar preparado a la revisión del TMEC.

Los planes de Sheinbaum pueden cambiar depende, a su vez, del resultado de la elección del otro lado de la frontera, el 5 de noviembre. Si es reelecto Biden, puede vislumbrarse una continuidad tranquila, pero Trump hace campaña anunciando que impondrá un arancel único de 10% a todas las importaciones si vuelve a la Casa Blanca, sin precisar si excluiría a sus socios y vecinos México y Canadá.

“Presentaría al próximo presidente de México, quienquiera que sea, un reto que AMLO y sus predecesores no enfrentaron”, dijo Andrew Rudman, director del Instituto México del Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson.

La inmigración mexicana hacia Estados Unidos, un tema central en la relación bilateral.

La inmigración mexicana hacia Estados Unidos, un tema central en la relación bilateral.

Otro asunto central en la relación bilateral es, obviamente, la inmigración: cientos de miles de centroamericanos y también sudamericanos atraviesan el istmo de Panamá, incluyendo la peligrosa selva del Darién, para alcanzar México -desde Guatemala- y marcha hacia Estados Unidos. Sólo este año, más de 700 mil inmigrantes ilegales ingresaron a Estados Unidos y ya tramitan su pedido de asilo.

En diciembre, Biden acordó con López Obrador que México endurezca los controles en su propia frontera sur con Centroamérica y el flujo migratorio cayó abruptamente, pero los ingresos ilegales siguen rompiendo récord pre pandemia en la frontera.

México es escenario de estancias temporales de los migrantes que proceden del sur camino al norte, otras 700.000 personas en situación de movilidad irregular que entraron a México en 2023, según cifras oficiales.

Según la Universidad Iberoamericana Puebla, el endurecimiento de la política migratoria mexicana, con la militarización de la frontera sur, está asociado con presiones de política internacional al menos desde 2018 y vigente con Biden, y suponen violaciones de derechos humanos.

Para Sheinbaum, lo que resuelve a largo plazo el problema es invertir en los lugares de donde proceden las personas que migran. “Esa va a ser y va a seguir siendo nuestra posición, que es cooperación para el desarrollo. Que haya un apoyo a México, pero principalmente a Centroamérica y a otros países en donde hay migración para llegar a Estados Unidos”, dijo.

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