La superioridad estética

Sobre la derrota macrista se instaló un nuevo modelo más agresivo y dispuesto a responder con argumentos al modelo kirchnerista y plantear una batalla cultural en favor del mercado como nuevo ordenador de la sociedad, reivindicando las políticas económicas de la dictadura y del menemismo, revisando la historia argentina (con fuentes de origen dudosas) generar una perspectiva negativa de la misma y hasta una superiodida estética, buscando la perdida de autoafirmación esencial para todo proyecto de dominación, utilizando datos falsos y eficientizando la militancia en las redes, lo virtual la sociedad despolitizada y anárquica.

Javier Milei: el ideario político de un ultraderechista pop

La lucha contra el ethos neocomunitario: el libertarismo de Milei

Por Daniel García Delgado*
Director del Área Estado y Políticas Públicas de la FLACSO Argentina.

Los libertarios de Milei, tienen una posición de máxima, el cambiar el ethos de la sociedad argentina en sus dimensiones de comportamientos, creencias profundas, valores, sentido comunitario, pertenencia, y proyecto común, por otro, de índole individualista, que solo se conecta a través del mercado y las transacciones. Un individualismo posesivo que tiene fuerte referencia en sociedades anglosajonas desde Adam Smith hasta Ayn Rand, pero que se diferencia de las culturas más humanistas, solidarias, que tienen referencias neocomunitarias, desde Aristóteles, Rousseau, los luchadores de los derechos sociales y humanos, la doctrina social de la Iglesia y diversas iglesias, hasta Rawls y Michael Sandler, entre otros.

Al respecto, en este artículo queremos poner el foco en la existencia de dos ethos contrapuestos y en tensión. Uno neocomunitario, sobre el que se construyó una sociedad integrada, más o menos cohesiva y con movilidad social ascendente, que creía en los valores de la libertad y en la igualdad junto a la solidaridad como expresión de una democracia integral -la democracia como forma de vida- a diferencia de la puramente procedimental. Frente a aquel, emerge otro ethos libertario e individualista que mercantiliza relaciones e imagina la vida en sociedad como meros vínculos contractuales, donde todo es comprable o vendible, y a la convivencia reducida a la interacción entre individuos esencialmente aislados, no asistidos ni protegidos por el Estado.

1. El valor de la libertad, de la igualdad y de la solidaridad para un ethos comunitario
El valor de la libertad, es clave en la coalición de Milei, si bien también para una comunidad nacional que cree en la República en el Federalismo y cuyo valor junto con la igualdad, y cierta idea de solidaridad y justicia social expresada en el artículo 14 Bis están inscriptos en nuestra Constitución. Pero por vez primera asistimos al surgimiento de una coalición plebeya de derecha con chances electorales, que exige libertad sin igualdad, ni derechos garantizados por el Estado, ni distribución del ingreso. Una que se alía con el Pro la coalición de derecha clasista y antiperonismo. Ambos coinciden en una libertad sin Estado, sin referencias comunitarias ni estatales, ni republicanas, una libertad individualista competitiva en el sentido que señala McPherson (2005), el individualismo competitivo, o Ayn Rand en su ya célebre libro Atlas, o el mismo Hayek, donde señala que la dictadura es virtuosa si permite configurar el mercado[1]. La subjetivad que está interpelando a Milei es una libertad de ‘yo hago lo que quiero’, que nadie interfiera en mi camino, que desaparezca las instituciones como el Banco Central o la moneda, porque son un lastre individual, y si es necesario, instituir una especie de autocracia para que esto sea bienvenido.

La experiencia individual es clave en esta interlocución, sobre todo en una subjetividad, generacional muy diferente a las previas, la de una sociedad posmoderna, del conocimiento, la de una sociedad digital donde la experiencia democrática de los últimos ocho años no ha sido satisfactoria para la mayoría de la población. Su vivencia de bajos ingresos, el “de no alcanza para fin de mes” frente a la inflación; clase precaria, falta de futuro, han generado desconfianza en la democracia y en la dirigencia política que condiciona sus preferencias electorales. En realidad Milei promete una suerte de salida explosiva de esa situación en una suerte de holograma de la libertad, ya que ésta, sin igualdad de condiciones y sin Estado que convalide derechos y salarios indirectos es una libertad falsa, que llevada a su extremo, solo puede ser autodestructiva, sujeto de explotación máxima o ‘descarte’, para una población a la que el capitalismo financiero no necesita o, sí en todo caso, utiliza en una fase extractiva, el de las economías informales, de economías plataformas sin derechos de trabajadores, gestionados por algoritmos, las economías ilegales – narcotráfico, desarmaderos, trata de personas, venta de órganos o chicos- y la especulación financiera y las corridas cambiarias que terminan siendo canalizados y blanqueados por los bancos y las ‘cuevas’ financieras [2].

La libertad es formante de los principios que hacen a toda democracia. En el caso de estos libertarios juntan la libertad con la crítica a la “casta” que, curiosamente, el primero en formularla como concepto fue un dirigente de izquierda de Podemos de España, Iglesias, que en ese contexto hacía referencia al papel del sistema político que se desprendía de su representación del pueblo para representar intereses corporativos y obedecer condicionamientos del supra-poder de la Comunidad Europea que significaba entre otros, el Banco Europeo que les cortaba el chorro y quedaban agarrados del pincel macroeconómico si no se adecuaban a la austeridad y las orientaciones de la OTAN en su avance hacia el este y en la guerra proxy en Ucrania contra Rusia. Es un sistema de extorsión a las democracias, similar al que el FMI utiliza con países endeudados como es el caso de Argentina. Bueno aquí es más drástico y destructivo y se expresa en, “Que todo explote, para acabar con la basura de la casta política.”

Asimismo, los libertarios declararon su determinación de romper relaciones políticas y comerciales con China y Brasil, ya que sus líderes fueron infectados por “el virus del populismo-comunista”. Como señala Juan Carlos Junio, a mucha gente, este inesperado y oscuro proyecto, le resulta inconcebible. Sin embargo, allí está. Diría Mateo 13:19: “el que quiera oír, que oiga… Y al que tiene, se le dará más y tendrá en abundancia, al que no tiene, hasta lo que tiene se le quitará”. Es notable la vigencia del pasaje bíblico. El viejo Mateo, hace dos mil años, ya advertía sobre mercaderes, quienes, en su afán de acumular riquezas, no trepidaban en avasallar al prójimo. Ahora ya modernizados, incorporaron el odio clasista, contra las minorías y el feminismo, y a los que denuncian y luchan ante el desastre ecológico originado por las grandes corporaciones que envenenan al planeta. Su rasgo odiador incluye al Papa Francisco, al que llama “el imbécil ese que está en Roma”, agrediendo de esta forma a cientos de millones de personas que tienen una legítima creencia religiosa. Pero seamos objetivos, (…) “su perorata valora positivamente a “los argentinos de bien”, aunque no se aclara quiénes son, si bien resulta inevitable inferir que en esa elite no entran docentes, profesores, médicos, científicos, obreros, cooperativistas, pymes ni beneficiarios de AUH. Claro que las reservas democráticas de nuestro pueblo son vastas y profundas, fruto de una historia y cultura nacional, cuyas raíces se nutren de luchas por la verdadera libertad desde los inicios de la Patria”.[3]

Esto es características no solo del grupo de Milei, Villarruel y Macri sino también de nuestra clase empresarial más concentrada, la elite, “el círculo rojo”, y asociada a la dominación hemisférica por EEUU en prosecución de bienes naturales estratégicos y que ningún país de la región pueda vincularse con China. Esto permitió a Milei articular una rebeldía juvenil metalera, que genera empatía con una subjetividad juvenil y una clase precaria sin derechos[4]. Esta defección de la política más gente que solo se informa, escucha ve por redes, TikTok, X o Twitter, Instagram, Facebook, donde le llegan los mensajes negacionistas y libertarios más que otros.

No obstante, también dentro de las nuevas tribus juveniles hay una parte que se opone a la propuesta de los libertarios. Swifties, rolingas, fans de Star Trek y Star Wars, del K-Pop, otakus, las “nenas” de Sandro, seguidores de “La Mona” Jiménez, etc. La campaña fue impulsada en redes por sectores de la cultura muy heterogéneos entre sí pero con un mismo mensaje para sentar una postura política: la de rechazar al candidato a presidente Javier Milei. Para estas, el traje de la promesa liberal esconde el peligro de la motosierra se cierne sobre las subjetividades diversas que componen la sociedad, y eso las une. Son testimonios del miedo y a la vez de coraje a días de un balotaje trascendental. Lo cierto es que Taylor Swift con su presencia en el país, al hacer una equivalencia entre los republicanos neofascistas de su país con los libertarios locales dio una clave de interpretación de una fuerte oposición de sus seguidores a La libertad avanza.

2. Subjetividad y cambios políticos y culturales: el pasaje de un ethos comunitario a otro individualista
Los procesos de individuación en sociedades posmodernas, la incapacidad del Estado para garantizar condiciones de vida digna a amplios sectores, en particular a los trabajadores informales y a los jóvenes, y la existencia de nuevas fuentes de comunicaciones a través de las redes sociales ha generado cambios profundos en el plano subjetivo, político y cultural termina debilitando un ethos comunitario, proyectos colectivos, credibilidad en la política y fortalece un ethos individualista [5].

Sobre la derrota macrista se instaló un nuevo modelo más agresivo y dispuesto a responder con argumentos al modelo kirchnerista y plantear una batalla cultural en favor del mercado como nuevo ordenador de la sociedad, reivindicando las políticas económicas de la dictadura y del menemismo, revisando la historia argentina (con fuentes de origen dudosas) generar una perspectiva negativa de la misma, buscando la perdida de autoafirmación esencial para todo proyecto de dominación, utilizando datos falsos y eficientizando la militancia en las redes, lo virtual la sociedad despolitizada y anárquica.

Las críticas al kirchnerismo son ahora más profundas de las que realizaba entonces el macrismo, ya que se lleva puesto los elementos de relativo consenso que existía, como la salud y la educación pública, incluso algunas propuestas extravagantes relacionadas al derecho de los trabajadores, la democracia (la famosa paradoja de Arrow), el medio ambiente, el género, la ESI, la paternidad y en general la familia y la religión con consignas que podrían indignar al más fiel militante trotskista, y proclive a criticar las estructuras familiares y la religión acatólica como y su representante como “el opio del Pueblo”. [6] En términos sociales, lo que hicieron los libertarios es poner en dudas todo el modelo social y político argentino, que incluía el proyecto kirchnerista, pero también el ideario de otros partidos, como la UCR.

Estamos en una configuración Estado-sociedad distinta, a la que comienza a quebrarse a fines de los ‘70 con el golpe militar, con la desindustrialización y el terrorismo de Estado, y que se profundiza en los ‘90 con el Consenso de Washington, y con Menem, e intenta dar su batalla cultural definitiva con el neoliberalismo tardío y mafioso de Macri. Lo que sucede con estas nuevas derechas no es fortuito, vinimos de un asedio a la democracia, donde las derechas de hoy son estructuralmente más violentas y se presentan en procesos democráticos que surgen en la transición del capitalismo industrial en proceso de desindustrialización hacia el capitalismo de financierización y de plataformas y digital. En este nuevo orden mundial la derecha construye su adhesión también a partir de los discursos del odio, a la izquierda a los movimientos sociales, al kirchnerismo, o a ecologistas, feministas o antinmigrantes, en todo caso, se está en contra es con lo es comunitario, público, afirmativo de una comunidad, significación del Estado en el bien común, y a toda posible interferencia a la libertad individual en los negocios o en lo tributario.

Ana Fernández, nieta de Esther Ballestrino de Careaga- desaparecida por la última dictadura cívico militar-, hace una intervención militante en un subte de la Ciudad.

El liberalismo es una doctrina política, económica y social, nacida a finales del siglo XVIII, que defiende la libertad del individuo y una intervención ínfima del Estado en la vida social y económica. Su principal exponente es Adam Smith, cuya principal aportación teórica es el análisis del mecanismo mediante el cual el libre juego de mercado, “la mano invisible” tanto escala interna como en las relaciones comerciales con otros países entre los diversos sectores de la economía genera el máximo beneficio económico del conjunto. Es el ídolo de Milei, además de Margaret Thatcher a quien reinvindica en Malvinas. Milei es anarco-capitalista, una corriente sectaria dentro del liberalismo que propone el final del Estado. El hermano de Karina piensa al ser humano como un mero productor y consumidor, exento de deseos, placeres, dolores o emociones. La mecanicidad de su pensamiento deshumaniza a las personas, lo cual explica la incurrencia en, por ejemplo, pedir la libre venta de órganos. Todo tiene precio, hasta la vida en sí misma.

Desde esta perspectiva, la farsa liberal propone terminar con las subjetividades que se alejen de su paradigma. En nombre de la libertad, apelan al neo-fascismo que recuerda a la última dictadura cívica-militar como defiende Victoria Villarruel. Sobre este punto otros grupos sociales, culturales, artísticos, consideran que “La cultura es parte de vivir en comunidad, de los lazos, de la amistad… y este tipo viene a poner en riesgo todo lo que tenemos, a decir que todo es individualismo, que cada uno se tiene que salvar y ya. Nosotros no pensamos eso”.

En esta nueva manipulación de la subjetividad argentina Milei fue potenciado por entrevistas en los medios, donde resalta la importancia del poder fáctico en su capacidad de tener periodistas rentados, y recurrir a las fake news, lawfare, pero también a operaciones de inteligencia, hasta corridas cambiarias, desabastecimiento de combustibles, amenazas de bombas, y cosas peores. Todo por tomar el poder para sus negocios con el sistema financiero, los grupos de inversión y una elite dispuesta a todo aún de llevar el país al caos. No les importa, ya en todo caso, la represión del ejército será suficiente y si no la comandancia del Ejército sur se ocupará de lograr “un país ordenado” si es necesario.

Romper un ethos es considerar que todo es comercio, y negocios para los fondos de inversión y negocios de Macri, ya que los valores organizativos, asociativos, de propósitos comunes, de justicia, de disfrute de los vínculos son negativos, desechables dignos de ser tirados a los containers de la esquina. Afortunadamente, la sociedad las organizaciones intermedias, desde clubes de futbol, iglesias, instituciones académicas y aún individuos sueltos se organizaron para rechazar esta propuesta.

Cierre

La opción en que nos enfrentamos en el ballotage es clara. No se construye destruyendo elementos valiosos de lo que somos, de nuestra historia y potencialidades. De todo lo que nos constituyen como pueblo, como argentinos y argentinas, la educación y salud públicos, los derechos laborales y humanos el reconocimiento de una trayectoria de luchas por avanzar y alcanzar una democracia plena y mayor calidad de vida para todos y todas, y una libertad colectiva frente a los intentos de dominación económicos e imperiales que pululan por el mundo.

El proyecto cultural que encarna Milei viene a arrasar ese ethos comunitario que nos constituyó como una sociedad y propone en reemplazo una libertad que es un holograma inasible e incumplible. Es un momento en que hay que cuidarse de la ingenuidad, de los falsos profetas que solo pueden llevar a una sociedad invivible, donde lo que prime los poderosos sean los que posean dólares, vivan apartados en lo exclusivo, privado y sean custodiados por una represión implacable hacia todos aquellos que pensaban que la libertad era otra cosa.

No están solos Milei y Villarruel, algunos reputados “dirigentes de empresa”, como Marcos Galperín, Paolo Roca se jugaron abiertamente por Milei, privilegiando la continuidad de sus negocios. Otros se definen por un silencio vergonzante, aunque desconfían de la inestabilidad emocional de Milei. La UIA es un claro ejemplo: demuestra con su mutismo que no es ni Unión, ni Industrial, ni Argentina. En suma, gran parte de la ciudadanía de forma espontánea en estos días en una suerte de micropolítica testimonial, personal también de uso su libertad personal y testimonial para expresar su temor frente a este experimento autoritario, lo mismo que organizaciones diversas y militancia que valoran la conformación de una coalición amplia y diversa que no se resigna ni subordina a la maniobra de impulsar a un aventurero que busca impone el temor. Por eso la fórmula Massa-Rossi expresa a esa Unión por la Patria con plena legitimidad y perspectiva para gobernar nuestro país con esperanza y justicia.

Bibliografía

Macpherson, C. (2005). La Teoría Política Del Individualismo Posesivo. Editorial Trotta: Madrid.

Morresi, Sergio (2023). La cartografía política argentina se transforma. A la derecha, la pared. Revista Anfibia. 31/10/23. https://www.revistaanfibia.com/a-la-derecha-la-pared/

Vommaro, Pablo (2023). Muy hablados, poco escuchados. El voto de los jóvenes. Revista Anfibia. 31/10/23. https://www.revistaanfibia.com/muy-hablados-poco-escuchados/

[1] Steve Bannon, el asesor de Trump y uno de los exponentes de las derechas fascistas reveló en el programa de televisión que conduce Jaime Bayly, uno de los operadores mediáticos de la derecha latinoamericana, que conocía que se iba a realizar el atentado con drones contra el presidente venezolano Nicolás Maduro y que les manifestó su apoyo a los atacantes, a quienes llamó “hombres de honor”. Por otra parte, “Massa es Venezuela, ¿no?“, sugirió Bayly en la entrevista que tuvo con Milei hace unos días. “Massa es Venezuela”, coincidió Milei. Bayly apoyó un atentado contra Maduro; Milei no repudió el intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner lo mismo que Bullrich.

[2] En una encuesta reciente de la CELAG, el 55, 2 por ciento sostiene que “el objetivo de una sociedad debe ser la justicia social para todos sus miembros” en tanto un 40,33, por ciento cree que el “objetivo de una sociedad debe ser la libertad individual de todos sus miembros. Podemos decir que a esta coalición libertaria plebeya anticasta, se le articula pacto de Acasusso mediante, la derecha clasista, la del Pro, claramente antiperonista, antikirchnerista, a todo lo que suene a regulación publica, a no impunidad, y a no hay piedad para los débiles.

[3] Juan Carlos Junio, “Ahora, a triunfar”. En Página 12. 16-11-23.

[4] Vommaro, Pablo (2023). Muy hablados, poco escuchados. El voto de los jóvenes. Revista Anfibia. 31/10/23. https://www.revistaanfibia.com/muy-hablados-poco-escuchados/

[5] Morresi, Sergio (2023). La cartografía política argentina se transforma. A la derecha, la pared. Revista Anfibia. 31/10/23. https://www.revistaanfibia.com/a-la-derecha-la-pared/

[6] Martín Burgos. “Javier Milei: el mulo. E.: Página 12. 12-11-23.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *