Morrissey se sumó a la lista de artistas y celebridades del mundo que despidieron a la cantante irlandesa Sinead O’Connor con emotivos mensaje,s tras conocerse la noticia de su muerte, ayer a los 56 años. En una extensa carta publicada en su web, el ex líder de The Smiths apuntó contra la industria de la música por «abandonar» a la artista y activista en sus momentos de mayor vulnerabilidad emocional y psicológica.
«Su sello la abandonó después de vender 7 millones de álbumes para ellos. Se volvió loca, sí, pero poco interesante, nunca. Nunca hizo nada malo. Tenía una orgullosa vulnerabilidad, y hay cierto odio en la industria de la música hacia los cantantes que no ‘encajan’ -esto lo sé muy bien-, y nunca son elogiados hasta la muerte, cuando, finalmente, no pueden responder», empieza el texto del artista británico.
Luego apuntó contra «el cruel corralito de la fama», que tras conocerse la noticia de la muerte de Sinead «rebosa de elogios para Sinead» y la llama «ícono» y «leyenda». «Pero la alaban ahora sólo porque es demasiado tarde. No tuvieron las agallas para apoyarla cuando estaba viva y los estaba buscando«, sostuvo.
Repudió las declaraciones en los medios y las redes sociales de directores ejecutivos de música, celebridades y sellos discográficos que antes la rechazaron y ahora «están haciendo fila ahora para llamarla un «ícono feminista»»: «Fueron ustedes quien convencieron a Sinéad para que se rindiera, porque ella se negó a ser etiquetada, y fue degradada, como siempre son degradados los pocos que mueven el mundo«.
O’Connor, una de las principales voces de la música de los años 90, falleció este miércoles a los 56 años. Fue encontrada por la policía en un estado «inconsciente» en un domicilio de Londres. Hace un año y medio, la artista había sufrido la muerte de su hijo Shane, de 17 años.
Saltó a la fama con el hit «Nothing Compares 2 U», de su disco I Do Not Want What I Haven’t Got, que vendió 7 millones de copias. y le valió ser aclamada como una de las grandes revelaciones musicales del fin de siglo.
Lanzó un total de 10 álbumes de estudio, pero nunca dejó de lado su activisimo , bordando diferentes problemáticas como el abuso infantil, que dijo haber sufrido, los derechos de las mujeres o el racismo.
En 1992 rompió una foto del papa Juan Pablo II en el programa Saturday Night Live, episodio que le significó el odio de sectores religiosos. Luego se ordenó sacerdotisa de una orden católica disidente en 1999, y en 2018 rechazó el cristianismo para convertirse al Islam.
Ella solo tenía tanto ‘yo’ para dar. Su sello la abandonó después de vender 7 millones de álbumes para ellos. Se volvió loca, sí, pero poco interesante, nunca. Nunca hizo nada malo. Tenía una orgullosa vulnerabilidad, y hay cierto odio en la industria de la música hacia los cantantes que no ‘encajan’ -esto lo sé muy bien-, y nunca son elogiados hasta la muerte, cuando, finalmente, no pueden responder.
El cruel corralito de la fama rebosa de elogios para Sinead hoy con las habituales etiquetas tontas de «icono» y «leyenda». Pero la alabás ahora sólo porque es demasiado tarde. No tuviste las agallas para apoyarla cuando estaba viva y te estaba buscando. La prensa etiquetará a los artistas como plagas por lo que ocultan, y llamarán a Sinead triste, gorda, chocante, loca… ¡Pero hoy no!
Los directores ejecutivos de la música, que pusieron su sonrisa más encantadora cuando la rechazaron para su lista, están haciendo fila ahora para llamarla un «ícono feminista», y celebridades de 15 minutos y duendes del infierno y sellos discográficos de diversidad excitada artificialmente están presionando en Twitter para su jibber-jabber (un discurso rápido e intendentible), cuando fueron ustedes quienes convencieron a Sinéad para que se rindiera. Porque ella se negó a ser etiquetada, y fue degradada, como siempre son degradados los pocos que mueven el mundo.
¿Por qué alguien se sorprende de que Sinead O’Connor esté muerta? ¿A quién le importó lo suficiente como para salvar a Judy Garland, Whitney Houston, Amy Winehouse, Marilyn Monroe, Billie Holiday? ¿A dónde vas cuando la muerte puede ser el mejor resultado? ¿Esta locura musical valió la vida de Sinead? No, no lo fue. Ella era un desafío, y no podía ser encerrada, y tuvo el coraje de hablar cuando todos los demás permanecieron en silencio. Fue acosada simplemente por ser ella misma. Sus ojos finalmente se cerraron en busca de un alma que pudiera llamar propia.
Como siempre, los tristes streamers pierden el punto principal, y con las mandíbulas trabadas regresan a los términos «icono» y «leyenda», insultantemente estúpidos, cuando la semana pasada palabras mucho más crueles y despectivas lo habrían hecho.
Mañana, los petimetres aduladores volverán a sus publicaciones de mierda en línea, y a su acogedora cultura del cáncer y a su superioridad moral y a sus obituarios de vómitos repetidos como loros… Todas estas mentiras te atraparán en días como hoy, cuando Sinead no necesita de su basura estéril.