Aunque el plan de paz para Gaza presentado por el presidente Trump y el primer ministro israelí Netanyahu deja muchas preguntas clave sin respuesta, sí aclara algunas cuestiones pendientes desde hace tiempo, principalmente qué hacer con Tony Blair. Bonus El el mensaje que el primer ministro Benjamín Netanyahu que emitió este martes con motivo del segundo aniversario del ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023.
El plan establecería un comité de líderes internacionales, presidido por Trump, que gobernaría efectivamente la Gaza de posguerra. («Efectivamente», en la frase anterior, significa «en la práctica», no «de manera competente»). Aunque no estipula formalmente que el gobierno efectivo de Gaza vaya a confiarse a Blair, se cree en general que ese comité le entregaría las riendas a Blair, cuya última gran iniciativa en Oriente Medio, cuando era primer ministro del Reino Unido, fue enviar tropas británicas para sumarse a las norteamericanas en la guerra de George W. Bush en Irak.
El plan de Trump cumple prácticamente todos los requisitos de Bibi. Le da carta blanca al primer ministro israelí para continuar la guerra a menos que Hamás acepte sus condiciones, que exigen la rendición incondicional del grupo. Sus miembros tendrían que renunciar a la violencia, y los que no lo hicieran serían trasladados rápidamente a otros países. En este momento, es lógico suponer que la mayoría de los residentes de Gaza estarían muy bien sin Hamás, gracias; pero no está nada claro que Hamás quiera abonar su propia desaparición.
El plan también permitiría a Israel mantener un perímetro de seguridad alrededor de Gaza, y es deliberadamente vago sobre cualquier forma de control palestino sobre, bueno, cualquier cosa. Los países árabes han apoyado provisionalmente el plan, pero quieren más garantías de que Israel aceptaría lo que se pueda salvar de una solución de dos Estados, lo cual resulta muy dudoso.
La suma de las dudas supera, entonces, con creces la suma de las posibilidades de que el plan se lleve a cabo, que es sin duda lo que Bibi esperaba. Eso significa que los Estados Unidos nada harán por impedir que Israel derribe los edificios que aún quedan en pie en Gaza o que continúe la guerra mientras quede en pie un solo soldado de Hamás.
Eso, a su vez, le garantiza a Bibi el apoyo continuo de los partidos de extrema derecha exterministas de los palestinos que lo mantienen en el poder y fuera de la cárcel; le permite a Trump afirmar que hizo lo que pudo sin que a los republicanos les costara ni un centavo de la AIPAC [principal grupo de presión proisraelí en los EE.UU.]; y le da a Tony Blair, aunque sea brevemente, un destello de atención pública.
Por si acaso pensábamos que el «acuerdo» no significaba gran cosa…
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Fuente: The American Prospect
El siguiente es el mensaje que el primer ministro Benjamín Netanyahu emitió este martes con motivo del segundo aniversario del ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023.