El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo este martes que respeta que el pueblo de Argentina eligiera al ultraderechista Javier Milei como su próximo mandatario, sin embargo, lo criticó al comparar su pensamiento con el de dictadores como Francisco Franco, Augusto Pinochet y el argentino Jorge Rafael Videla.
“No estamos de acuerdo con los gobiernos que favorecen a las minorías y le dan la espalda a la mayoría del pueblo, entonces eso está muy claro, es como si estuviésemos a favor de Franco, o de Pinochet, o para ser más preciso de Videla“.
“No (lo comparo) tiene ese pensamiento, así lo ha expresado, y somos respetuosos del pueblo, de la decisión que tomaron, pero pintamos nuestra raya, no estamos de acuerdo con esa política que es al mismo tiempo la política que hundió a Argentina”, señaló durante su conferencia matutina.
El mandatario federal consideró que el triunfo del ultraderechista significa acabar con la educación y la salud pública, quitar prestaciones a trabajadores y privatizar a la petrolera estatal de Argentina, lo que equiparó a las administraciones de Felipe Calderón y Vicente Fox.
En tanto, López Obrador, opinó este martes que los argentinos se metieron un “autogol” con el triunfo del libertario de ultraderecha Javier Milei en las elecciones presidenciales del domingo pasado.
“Para decirlo en una palabra, con todo respeto, fue un autogol, y yo no estoy de acuerdo, aunque respeto la decisión de los pueblos, con los gobiernos de derecha, no estoy de acuerdo con los gobiernos clasistas, racistas, no estoy de acuerdo con la hipocresía, que es lo que caracteriza a la derecha”, declaró.
“Nosotros respetamos la decisión que tomó un grupo mayoritario en Argentina, respetamos esa decisión, aunque es algo que, consideramos, no les va a ayudar”.
Milei, a quien López Obrador ha llamado “facho conservador”, arrasó el domingo pasado con casi 14.5 millones de votos, más del 55% del total, mientras que Sergio Massa, ministro de Economía y aspirante de Unión por la Patria (peronismo), se quedó con 11.5 millones de sufragios.
El presidente de México, apuntó que el pueblo es soberano, pero advirtió de los “elementos antidemocráticos que utiliza la mafia del poder económico y del poder político en todos los lados”.
“Por ejemplo, el control de los medios de información, el control mediático, impresionante en Argentina, en Chile, en todos lados, en México, pero allá está peor, es muchísima la manipulación”, sostuvo.
Cuestionado sobre las futuras relaciones de su gobierno con la próxima administración de Milei respondió que va “poco a poco, despacito, no llevamos prisa”.
La elección de Milei ocurre mientras Argentina afronta una inflación interanual del 142.7%, un 40.1% de pobreza y una brecha cambiaria del 200%.
Hay expectativa por el comportamiento de los mercados en Argentina este martes, primera sesión hábil desde la victoria de Milei, un economista libertario que ha defendido la dolarización de la economía y el cierre del Banco Central.
En este contexto, López Obrador descartó que en México, donde habrá elecciones presidenciales en 2024, exista riesgo de elegir a alguien como Milei.
“Aquí no tenemos ese riesgo, no hay nada que temer, el pueblo de México está muy consciente, es de los pueblos más politizados del mundo y sabe muy bien que los gobiernos de derecha solo favorecen a las minorías, son defensores del conservadurismo, son los gobiernos de derecha empleados de las oligarquías”.
“no, las masas no fueron engañadas,ellas desearon el fascismo en determinado momento, en determinadas circunstancias”.
La clave es “determinado momento”, “determinadas circunstancias”.
¿Por qué es la clave? Porque esa coyuntura es producida, es construida (de a poco o rápido) para que las masas deseen eso.
Las oligarquías globalistas tienen gran capacidad (de forma más o menos indirecta) para producir esos momentos en los escenarios locales xq saben que en esos momentos los deseos marchan casi solos. Se les facilita mucho el trabajo.
Por eso la tarea política durante las crisis sistémicas es neutralizar el diseño y construcción de esas circunstancias, tratando de modificar lo más rápido posible las condiciones sociales y económicas de la población a fin de evitar que se forme el caldo de cultivo.
Cristina intentó (incluso sin saberl) como pudo por todos los medios de impedir eso, en medio de la inconciencia generalizada.
Ahora ya es tarde. De lo que se trata es de que mueran la menor cantidad de argentinos posible y que el experimento oligárquico termine lo más rápido posible para que se abra la vía para las grandes reformas económicas al servicio del pueblo argentino.