A 20 años de haber asumido la presidencia, en perspectiva, queda claro que Néstor Carlos Kirchner tomó un conglomerado social desquiciado por casi 25 años de neoliberalismo y reconstruyó un país.
No fue casualidad. Durante su período (2003-2007) se produjeron transformacionessustantivas llevadas adelante por un presidente que asumió con 24% de desempleo y apenas 22% de los votos; y convivió inicialmente con la amenaza de desestabilización plasmada por los editorialistas del establishment, cuyo paradigma fue aquel panfleto de Claudio Escribano, publicado en el diario de derecha conservadora La Nación, donde le auguraba un año de gobierno. Apenas un deseo miserable del miserable escriba, que, sin embargo, mostraba el odio por venir.
Para seguir recitándola al revés, quedarán sus herederos, a quienes en diciembre del año pasado, en un salón de Punta Lara les pidió “hay que cortarla con las demostraciones de amor en las redes, acá lo que hay que hacer es ponerse a laburar para ganar el año que viene”. No está pasando aún.
La sociedad que, como el mismo desaparecido, sabe y no sabe, funciona como caja de resonancia del poder concentracionario y desaparecedor, que permite la circulación de los sonidos y ecos de este poder pero, al mismo tiempo, es su destinataria privilegiada. El campo de concentración, por su cercanía física, por estar de hecho en medio de la sociedad, ‘del otro lado de la pared’, sólo puede existir en medio de una sociedad que elige no ver, por su propia impotencia, una sociedad ‘desaparecida’, tan anonadada como los secuestrados mismos. Veamos, ni un paso atrás.
Vicky Villarruel, vice de Milei, que preside el CELTYV - Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas - presentaba su libro "Los otros muertos" que según ella recuerda "a miles de inocentes que fueron masacrados por las organizaciones terroristas ERP y Montoneros" y que fueron según ella, intencionadamente olvidados por el estado argentino, que desde el año 2003, explícitamente, justifica hayan sido aniquiladas en una apología del delito marxista sin precedentes en el mundo. El locutor de la nota ahora está con nosotros, pero sin estarlo. ¿No es bonito?
- General, vamos a proceder.
-Proceda.
En un escenario electoral nacional abierto, de tercios imperfectos y donde el electorado aún no define supremacías, tras analizar además los resultados de las elecciones del año 2021, donde las carencias socioeconómicas en particular la estrechez de ingresos familiares, partieron la base de representación del FDT que perdió 4,1 millones de votos que mayoritariamente no concurrieron a votar, rechazar la asignación de una suma fija para trabajadores formales es insólito, muy raro. ¿O no tanto? Respondan ustedes.
América del Sur como subregión enfrentaría, según la CEPAL, la menor tasa de crecimiento de América latina, con apenas el 0,6% de mejora en 2023. Así cerraría una nueva “década perdida”, que tuvo un rendimiento incluso peor que la de los ‘80. El flojo desempeño económico para este año en la región estaría influido por varios factores, como la desaceleración de los socios comerciales Estados Unidos, Europa y China, el aumento de la inflación que recorta ingresos reales y el deterioro de las condiciones financieras, luego de la fuerte suba de tasas en las economías centrales. O sea, otra vez sopa.
La reciente derrota de Syriza en Grecia y la profundización de la crisis en Portugal y el ajuste escondido del socialista Costa, muestran el camino que siguen las coaliciones progresistas que incumplen su mandato electoral. En España ,tras una década de enormes movilizaciones sociales y políticas, la situación política española se encuentra en un impase. Visto en retrospectiva, el proceso muestra una serie de cambios y evoluciones en torno a las cuales el régimen político ha construido un nuevo equilibrio temporal e inestable cuyo futuro más probable sea el retorno de la derecha este 23 de noviembre. Veremos.
Probablemente se pueda decir sobre el futuro de la sociedad del trabajo en las sociedades desarroladas que nunca volveran a tener pleno empleo en el sentido de una ocupación permanente, segura, a tiempo completo y adecuadamente remunerada según los estándares actuales. Y en un 20%, porque la producción se realiza en otros lugares y no en ellas. En India y China, la producción es más barata y al mismo nivel técnico. El 80% de este fenómeno se debe a la automatización, es decir, al hecho de que disponen de inteligencia artificial, de que pueden digitalizar los procesos y provocar un cambio técnico que ahorra mano de obra. Las posibilidades técnicas de sustituir mano de obra son enormes en las sociedades desarrolladas. En Argentina, formación económico social de desarrollo medio, sin embargo, aún tenemos mucho camino por recorrer en el campo del trabajo formal y bien remunerado y hay que impulsar ese trayecto pendiente con políticas de empleo específicas tal como sucedió en la década ganada de cuyo inicio se recuerdan 20 años este 25 de mayo. Una mirada eurocéntrica sobre el trabajo remunerado sería distorsiva y llevaría a errores conceptuales y políticos severos. Algunos ya los vimos y fueron nefastos. Macri multiplicó por cinco los planes sociales al tiempo que duplicaba el desempleo y hacía caer la participación de los trabajadores sobre el ingreso generado en 8 puntos, batiendo récords de inequidad distributiva. Y lo hizo bajo el supuesto de muchos, propios y extraños, del "fin del trabajo formal, bien remunerado".
La paradoja de Milei consiste en que su discurso giró el debate político hacia la derecha hasta un punto desconocido en el país. Sin embargo, de tan derechizada, la propuesta empezó a perder fuerza entre los sectores populares e, incluso, entre algunas elites que ven con preocupación la gobernabilidad en esas condiciones. Para colmo no figuró en las 8 elecciones provinciales acontecidas y no lo hará en las 4 que sigan Tucumán, San Juan, Mendoza y Corrientes, donde sumadas las 12 elecciones, ya habrá votado un 25% del padrón nacional. Sin duda se trata de tercios, pero "imperfectos".
Estados Unidos es el rey del descontrol macroeconómico, pero sin mayores reprimendas ni amonestaciones de los organismos internacionales que tanta pulcritud fiscal y crediticia le reclaman a los países endeudados. Al igual que Europa, que debería auto sancionarse por no cumplir con sus tratados, Estados Unidos debería implementar un plan de austeridad de magnitudes indescriptibles si cayera bajo la supervisión del FMI. Pero no va a pasar, para pagar estamos nosotros. ¿No es una pena?
La Ciudad de Buenos Aires, gobernada durante los últimos veinte años por la derecha, constituye un claro ejemplo de lo que el neoliberalismo puede hacer cuando opera a sus anchas sin oposición real alguna. Pero para cambiar el estado de cosas no alcanza solo con presentarse a elecciones. Hay que efectivamente ser oposición lo que supone producir otros efectos que promuevan otras "ideas". No ha sucedido aún, esperemos el impacto.
Sueña, marinero, con tu viejo bergantín,
bebe tus nostalgias en el sordo cafetín...
Llueve sobre el puerto, mientras tanto, mi canción;
llueve lentamente sobre tu desolación...
Anclas que ya nunca, nunca más han de levar,
bordas de lanchones sin amarras que soltar...
Triste caravana sin destino ni ilusión,
como un barco preso en la botella del figón...
Insistir con nombres propios es un necesidad segunda, que requiere primero garantizar un programa y el respaldo de Cristina Kirchner al candidato. La única indicación explícita, el transvasamiento generacional como marco de selección. Todo lo demás, humo. Del malo. Lo de siempre.
¿Por qué la gente no hace lo que corresponde? ¿Cómo es que los jóvenes del conurbano votan a Milei? ¿Acaso nos atraen nuestros verdugos? ¿Por qué la sociedad no actúa con una racionalidad cartesiana? Preguntas inquietantes, respuestas parciales, lecturas necesarias. Aquí hay una. Duele, pero ¡Proceda!
El legado de esa derrota en 2015 y el renacimiento del capitalismo griego a expensas de los medios de vida de los trabajadores griegos sigue siendo una marca negra contra los líderes de Syriza. El precio de la torsión del rumbo comprometido, se sabe, es muy caro para las coaliciones progresistas. Hoy perdió contra la derecha neoliberal por más de 20 puntos, y Varoufakis ni siquiera entraría al parlamento. La debacle continúa.
Teniendo en cuenta que históricamente el proceso inflacionario ha sido, y lo sigue siendo actualmente, el principal instrumento del capital para garantizar la redistribución del ingreso a su favor, el shock distributivo debería estar acompañado de un acuerdo de precios relativos que sostenga la recuperación salarial y, en forma posterior, de un riguroso congelamiento de precios por seis meses en el que se despliegue todo el poder de policía con el que cuenta el Estado (incluida la aplicación de la Ley de Abastecimiento) y que podría estar articulado, eventualmente, por una reforma monetaria que imponga, entre otras cosas, un cambio de la denominación monetaria. No se trata como en otros períodos de obscurecer la implementación de un ajuste ortodoxo, sino por el contrario de desplegar instrumentos que permitan modificar la estructura de precios relativos en sentido progresivo y sostenerla en el tiempo limitando los mecanismos de inercia inflacionaria, cosa que aún no está pasando.
Es importante reconocer y estar consciente del sesgo de confirmación en el análisis político-electoral para buscar una comprensión más equilibrada y completa de los problemas políticos. Esto implica estar abierto a considerar diferentes perspectivas, buscar información de fuentes diversas y cuestionar constantemente nuestras propias creencias y suposiciones.
Para Cristina Fernández de Kirchner, ahora tienen la posta los hijos de la generación diezmada. ¿Pero qué significa ese concepto? ¿Quiénes entran en esa definición? Muchos, no todos.
Es importante reconocer y estar consciente del sesgo de confirmación en el análisis político para buscar una comprensión más equilibrada y completa de los problemas políticos. Esto implica estar abierto a considerar diferentes perspectivas, buscar información de fuentes diversas y nuestras propias creencias y suposiciones y eso no está pasando ni en extraños ni en propios. Un pena.
Las soluciones ofrecidas por máquinas tienen aureola de neutralidad ideológica, eficiencia tecnológica y cifran las nuevas capacidades para enfrentar antiguos problemas. La IA se presenta como gestión tecnológica de la organización de asuntos comunes. Es fácil enmarcarla dentro de la ideología no partidista del “solucionismo tecnológico”....pero, siempre hay un pero. En fin, los algoritmos resultan “opiniones encerradas en matemáticas”, como lo son las viejas "encuestas de opinión". Ces´t la vie.