–Marcelo Falak–: «Fernández y Lula da Silva mantendrán hoy una reunión bilateral que genera amplias expectativas. Un swap de monedas para fortalecer al Banco Central argentino, la implementación –por fin– de un comercio bilateral que no pase por el dólar, la posibilidad de que ambos países pidan en conjunto créditos para obras de infraestructura –esto es con virtual garantía brasileña–, el fortalecimiento de un Mercosur desarrollista, el final de la utopía uruguaya del libre comercio con China y hasta un apoyo para el ingreso del país al grupo BRICS son elementos de una agenda que genera esperanzas, pero frente a la cual conviene mantener la cautela.»
La asunción de Lula es, entre otras cosas, el punto de apoyo de la palanca argentina capaz de morigerar los efectos del depredador acuerdo con el FMI.
El momento regional y mundial de crisis puede ser especialmente propicio.
«Paralelamente con la guerra en Ucrania el gobierno norteamericano ha intensificado el cerco militar y económico de China, buscando bloquear su desarrollo tecnológico con medidas punitivas que buscan desacoplar a la economía norteamericana de la china. Estos esfuerzos por redireccionar las inversiones y el comercio internacional llevan al fin de la globalización y junto con las sanciones económicas a Rusia contribuyen a la emergencia de un sistema de transacciones financieras y comerciales que opera al margen del dólar y se basa en monedas locales referenciadas en commodities y en el oro. Estas circunstancias brindan a los países periféricos la posibilidad de no alinearse ante las potencias nucleares, y de articular alianzas para concretar políticas autónomas acordes con sus intereses específicos»
Veremos si se las cree «posible» o sacrificamos nuevamente una oportunidad aún sin garantías de éxito, en el altar de lo «imposible» que nos condujo hasta acá. ¡Propongan un sueño!